Claves de sol: Los irreverentes Extremoduro y su material defectuoso

Hay grupos que se estancan, que por miedo a la decepción de sus fans, se quedan toda la vida haciendo lo mismo. Pero también hay grupos que deciden arriesgar, madurar, cambiar un poco. Por suerte, Extremoduro ha demostrado con “Material Defectuoso” que pertenecen a este segundo tipo.

Que un grupo de rock de los de toda la vida, de esos que te hacen ponerte a dar botes por todas partes, de esos que son capaces de romperte la cabeza con sus comprometidas letras, decida ponerse romanticón y crear un disco relativamente tranquilo es algo que, a simple vista, puede resultar impensable. Sin embargo, un día aparece Extremoduro con canciones suaves, más dulces y, a pesar de la decepción de una primera escucha, terminan enamorándote completamente.

Minuto cero, comienza “Desarraigo” y tú te preguntas qué es eso que suena, si no te habrás confundido de disco y en realidad estás escuchando a algún otro grupo más tranquilo, pero el tiempo avanza, y con él, tú intriga sobre qué será lo que el loco de Robe ha creado en esta ocasión va creciendo. Y ahí está, tu espera se ve recompensada con la inconfundible guitarra de Extremo, con esa voz cansada y directa, con una increíble perfección y limpieza.

Extremoduro

Y, casi ocho minutos después, suena un punteo al puro estilo Extremoduro que nos trae a la mente al gigante “Standby” y que abre el paso a la que, personalmente, me parece la canción más suya de todo este trabajo, “Mi espíritu imperecedero”, con la compañía vocal de una estupenda María Martín.

El disco va avanzando con temas como “Otra inútil canción para la paz”, himno pacifista protagonizado por un solo de saxofón que te obligará a levantarte y quitarte rápidamente el sombrero, “Tango suicida”, canción que sirvió en su día como adelanto del disco, o la desconcertante “Calle Esperanza s/n”.

Por suerte, aparece en nuestras vidas “Si te vas”, la absoluta protagonista del álbum. Simplemente preciosa, perfecta, capaz de guiarte, a través de los violines y violas que la musicalizan, hacia donde ella quiera. Cerrarás los ojos, sé que lo harás, y soñarás, sonreirás y agradecerás realmente la segunda oportunidad que le has dado al disco (sé que en una primera escucha puede resultar incluso mediocre). Pero, una vez que empieces a tararear la primera canción, no habrá vuelta atrás. Te volverás tan defectuoso como este material, falsamente, profetiza ser.

Miriam

Soy una chica leonesa que ha tenido que irse a Valladolid para cumplir su sueño, hacer periodismo. A pesar se ser este mi primer año de carrera, tengo el orgullo de ser colaboradora de Ruta 42. Por lo demás no hay mucho que contar, toco la guitarra, me gusta el rock y devoro todo tipo de literatura, especialmente la poesía.

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