Revista Salud y Bienestar

Narcóticos, sedantes e hipnóticos muy proclives a sustracción en el INCOR

Por Lemalpartida

¿Quién no recuerda este escandaloso caso que involucró al conocido cirujano plástico limeño Max Álvarez? Sí, el de la famosa prótesis peniana "la speciale". En este vídeo es sorprendido administrando un sedante (muy probablemente midazolam) vía intramuscular (en la nalga) a su paciente, la "santa, mojigata e ingenua" vedette Lucy Cabrera. Se asumió que la intención de dormir a la paciente/vedette tenía como fin facilitar el abuso sexual.
Narcóticos, sedantes e hipnóticos muy proclives a sustracción en el INCOR
He aquí un caso de uso indebido de una droga hipnótica/sedante como el midazolam inyectable (Dormonid nombre comercial). Por tal motivo, es deber de las autoridades hospitalarias imponer sistemas seguros de almacenaje y distribución de drogas anestésicas, justamente para evitar su sustracción y posterior uso indebido: consumo y abuso de drogas, violaciones, secuestros e, incluso, asesinatos.
En el INCOR de ESSALUD no hay seguridad en el almacenaje y en la distribución de estas drogas. A continuación lo vamos a demostrar.
Narcóticos, sedantes e hipnóticos muy proclives a sustracción en el INCOR
Cada mañana, antes de empezar la cirugía cardíaca, a los anestesiólogos del INCOR se nos proporciona una maleta (ver figura arriba) cerrada con candado, y con su respectiva llave en un sobrecito lacrado. Esta maleta contiene potentes drogas hipnóticas y narcóticas como propofol (sí, lo que mató a Michael Jackson), midazolam, sevoflurano, fentanilo y morfina. Ademas, alberga drogas inotrópicas (para mejorar la contracción cardíaca) y vasoactivas (se utilizan para optimizar la presión arterial), aparte de analgésicos, antibióticos, anticoagulantes, etc.
Narcóticos, sedantes e hipnóticos muy proclives a sustracción en el INCOR
Abrimos el candado, utilizamos las drogas necesarias y, al finalizar la cirugía, dejamos planillas de consumo de medicamentos, recetas especiales y drogas no utilizadas dentro de la maleta, la cerramos con candado y queda en espera a que un técnico de farmacia la recoja y la guarde donde corresponde.
Pero resulta que la maleta, aún cerrada con candado, es completamente vulnerable a posible sustracción de drogas para uso indebido. Veamos el vídeo:
"Hablan las imágenes", como dice un popular locutor deportivo nacional. Sin embargo debemos comentar lo siguiente: - Primera falla: Si a alguien se le ocurre sustraer drogas anestésicas, tiene todas las facilidades. - Segunda falla: Podría culparse injustamente al anestesiólogo de una supuesta sustracción de drogas, ya que al momento de la revisión de la maleta, posterior a la cirugía, va a surgir inconsistencia entre fármacos recetados y fármacos encontrados. Esperemos, pues, que con esta "ayudita", las autoridades de ESSALUD tomen las acciones pertinentes.

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