Revista Salud y Bienestar

Nódulos pulmonares

Por Sramosa @sramosa

nódulos pulmonares

Los nódulos pulmonares pueden tener diverso origen. El Dr. Jorge Pinel, neumólogo, nos explica en este artículo en qué consisten los nódulos pulmonares y cómo se pueden tratar.

Los nódulos pulmonares son neoformaciones que se hallan en el parénquima pulmonar, y son de muy diverso origen:

  • Granulomatoso: Los llamados granulomas son nódulos pulmonares benignos (no tumorales), y suelen estar calcificados (signo de benignidad). Entre ellos destacan los granulomas tuberculosos, como consecuencia de haber sufrido dicha enfermedad previamente, incluso aunque haya sido de forma silente hace muchos años.
  • Tumorales benignos: Fundamentalmente hamartomas. Los hamartomas constituyen la tumoración benigna más frecuente en el pulmón. Suelen ser de pequeño tamaño, generalmente entre 1 y 2 cms, y no suelen provocar síntomas, ya que apenas producen compresión de estructuras adyacentes. En muy raras ocasiones crecen en exceso, llegando hasta 9-10 cms. Su poder metastásico es prácticamente nulo. Si hay dudas acerca de la naturaleza del nódulo pulmonar debe hacerse biopsia.
  • Tumorales malignos (cáncer): La confirmación histólogica (mediante biopsia) es necesaria para el diagnóstico y para el tratamiento en el caso de ser maligno. Pueden ser el origen de un carcinoma broncogénico (tumor primario) o también corresponder a un nódulo metastásico de origen en otra localización (estómago, intestino, hígado, mama,…).

Los nódulos pulmonares de origen tuberculoso, o de otro origen infecto-inflamatorio, pueden haberse producido como secuela de una enfermedad reciente o muy antigua. Si es muy antigua (por ejemplo, tuberculosis) puede que los síntomas fueran los de una pleuritis (dolor costal, tos, fiebre,…) o incluso los de un resfriado común. En ocasiones quedan lesiones o cicatrices residuales en forma de nódulo tras una infección reciente, como bien puede ser una neumonía.

Cuando hablamos de una lesión tumoral benigna (hamartoma más frecuentemente) no suele dar síntomas, y es raro encontrar el momento exacto en que se produjo la neoformación. Estos nódulos pulmonares suelen ser un hallazgo casual en alguna revisión rutinaria, de empresa,… que ha pasado desapercibida cierto tiempo.

Las lesiones malignas inicialmente tampoco dan síntomas, ya que se comportan como nódulos benignos, hasta que no crecen e invaden estructuras adyacentes como la pleura, hueso,… y producen dolor principalmente. Si, además, la lesión contacta con vía aérea entonces también puede provocar tos irritativa (seca) o incluso sangrado con dicha tos (hemoptisis) en algunos casos más avanzados.

Normalmente en estos casos los nódulos pulmonares ya son mayores (>3 cms) y entonces se denominan masas.

Diagnóstico de nódulos pulmonares

Los nódulos pulmonares suelen diagnosticarse como hallazgo incidental cuando se trata de lesiones benignas, pues ya se ha comentado que no suelen dar síntomas, y principalmente se visualizan en una radiografía simple de tórax. De forma habitual, y sobre todo cuando se observa el nódulo por primera vez o si hay dudas, suele solicitarse una tomografía computerizada (TC) para caracterizar mejor la lesión.

En el caso de lesiones malignas (cáncer) la clínica suele ir por delante de la radiología, sobre todo cuando alcanzan cierto tamaño, y aparte de los mencionados síntomas (tos, dolor pleurítico, hemoptisis,…) pueden dar un síndrome constitucional, consistente en astenia, anorexia y pérdida de peso. En este caso suele estar presente el antecedente de tabaquismo. Si no alcanzan cierto tamaño (masas) se pueden comportar como lesiones benignas.

Manejo de los nódulos pulmonares

Si son lesiones benignas la mayor parte de las veces son nódulos residuales (tuberculosis previa, infecciones de otro tipo,…) y en muchas ocasiones poseen calcio en su interior. Una vez identificadas, no habría ningún tipo de tratamiento al respecto. En ocasiones, las imágenes corresponden a infecciones o neumonías que todavía no se han resuelto radiológicamente, por lo que debemos dejar transcurrir entre 30-45 días desde el diagnóstico, para mayor seguridad. Si transcurrido este tiempo no se aprecia resolución, debemos solicitar un TC y ante la persistencia o duda de la imagen, debemos plantearnos diagnóstico diferencial (sobre todo con el cáncer) y realizar biopsia de la lesión, principalmente para descartar malignidad.

Por último, decir que tanto las lesiones benignas como las malignas pueden aparecer tanto únicas (NPS, nódulo pulmonar solitario) como múltiples.


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