Revista Cultura y Ocio

1 - "Va!" La escena, lo sonoro, el juego.

Publicado el 08 marzo 2014 por Tomascabado

Va! es una pieza para cuatro percusionistas. Fue compuesta en 2013 en el marco del Taller de creación y búsqueda para la percusión contemporánea.

Presentación de la pieza en el conDiT, 12/10/2013

Tocan Emiliano Alonso, María José Scaramozzino, Leonardo Flores

Durante el taller se trataron y discutieron muchas cuestiones sobre la composición y la ejecución de la percusión. Entre estas, me interesó particularmente la del tratamiento que se le da a la escena en obras para percusión de la actualidad: lo sonoro-dramático, la música como totalidad representacional, el músico/intérprete construyendo un personaje; todas estas cuestiones hacen al planteo de lo que se conoce como música teatral, que no es otra cosa que una rama, en el siglo XX, de la tradición de ambas disciplinas. Podríamos decir que este tipo de piezas viene a plantear una novedad en cuanto a lo que sucede escénicamente: mientras que en el teatro convencional o en la ópera el plano musical y el teatral o escénico están separados y en cualquier interpretación de música o concierto normal la escena no forma parte de la composición (los músicos se disponen de cierto modo y se limitan a moverse y realizar acciones para producir el sonido que la partitura indica), la música teatral pone en el mismo plano lo sonoro y lo escénico, haciendo que el intérprete actúe, que el actor toque.

Uno de los motivos que me llevó a escribir Va! fue la cuestión de la relación entre la música y la escena, y las problemáticas que esta relación plantea. Por un lado, si bien la música teatral fusiona ambos planos, se pueden seguir observando dos elementos bien diferenciados. La música está en función de la escena (o del texto, o de cualquier elemento escénico o escénico-musical de la obra), o la escena está en función de la música. El músico toca y además actúa, o al revés. Por otra parte esto mismo genera otro conflicto: la especialización del intérprete, que -encarando la práctica de la música creativa desde la perspectiva de los compositores más detallistas y exigentes- se enfrenta a tener que manejar en simultáneo la interpretación musical y la teatral (idealmente, no de forma únicamente "correcta").

La cuestión: ¿cómo concebir otra escena en la música desde y para la música? La pregunta es, claro, reversible: ¿cómo determinar la música en la escena desde y para la escena? Quise apuntar a generar una interpretación en la que el elemento escénico no pueda ser completamente discernible del elemento musical, más allá de que un mismo intérprete tenga los dos a su cargo. Así di con la idea de Va!

Por si quedan dudas después de ver el video, Va! no es estrictamente una pieza musical, ni siquiera de teatro musical. Va! en realidad es un juego. La pieza (de la que podría decirse que tiene "forma abierta") es en realidad una serie de reglas a seguir por cuatro percusionistas; reglas que generan una dinámica en la cual hay que realizar acciones (muy simples) que determinan el curso del juego. La cuestión es no quedar eliminado de la ronda, tratando de no cometer errores. Gana el último sobreviviente, el mejor de cinco rondas, o el que haya sobrevivido más rondas luego de un período de tiempo determinado.

Opté por resolver de algún modo el problema a través de un elemento tan básico como el juego. Lo que me gusta del juego es que es una práctica mucho más básica (y me atrevo a decir simplemente, más sincera) que la música, que el teatro, que el arte. No hay que construir un personaje para jugar, aunque de cierto modo uno lo haga. Pero uno construye ese personaje del mismo modo que se construye a sí mismo en la vida: qué actitud toma en el juego, cuánto se compenetra, qué estrategia toma... son cuestiones que uno como jugador no puede evitar. Estar jugando quiebra la problemática de la escena y también la de lo sonoro. Las reglas sumadas a la constitución y habilidad de los intérpretes generan una dinámica, y estos factores se traducen en la pieza. Todo esto es puesto simplemente en un contexto de concierto, pero bien podría suceder en cualquier otro lado, hasta sin instrumentos o con otros. De todos modos, el contexto y la situación de escena-público resignifica toda la situación, no se si se parece más a una pieza de música teatral o a un partido de tenis.

Soy consciente de la cantidad de posibilidades que abre el juego como dispositivo generador de la pieza. Cuestiones como los bandos, los puntos, los objetivos acumulativos... Va! es simplemente una apertura a una línea de trabajo que me propongo de ahora en más y que va en paralelo (eventualmente tocándose) con otras cuestiones: ¿hasta dónde llega la improvisación en este tipo de propuestas? ¿cómo ampliar las posibilidades de generación de música a partir de estos dispositivos? Son preguntas que iré intentando resolver (tratando de que las soluciones no se conviertan en callejones sin salida) y las cuales trataré en este blog con cierta regularidad.

El Taller de creación y búsqueda para la percusión contemporánea que dictaron los percusionistas españoles Victor Barceló y Roberto Maqueda (reConvert Project) en el conDiT durante agosto y septiembre de 2013, convocó a compositores y percusionistas interesados tanto en el intercambio de ideas y material como en la producción de nueva música para instrumentos de percusión. Durante este tiempo se produjeron piezas a través de la experimentación e interacción entre los músicos y se expusieron cuestiones relativas a la práctica y la creación y la escena musical de la percusión hoy en día. En octubre de 2013, algunas de las piezas creadas fueron presentadas en concierto en la Ciudad de Buenos Aires. Una de estas piezas es Va!

Entre los compositores que más aportaron a la música teatral, Mauricio Kagel, argentino radicado en Alemania, fue uno de sus principales impulsores a mitad de siglo pasado. Actualmente, compositores europeos como Georges Aperghis y Vinko Globokar siguen construyendo este lenguaje.

Básicamente el funcionamiento de Va! es el siguiente: cualquier jugador de la ronda decide empezar con un golpe; puede seguir el jugador de su izquierda o el de su derecha, cuando uno de ellos lo hace, se define el sentido de la ronda, que va por turnos; al tocar un golpe en la caja de madera, la ronda sigue su sentido; dos golpes, la ronda se invierte; un golpe en el redoblante saltea al siguiente jugador. Un árbitro avisa cuándo un jugador se ha equivocado y debe salir de la ronda para ejecutar acciones periféricas que no tienen influencia en la ronda de juego.

Tiempo después de realizar la obra dí con algunas cuestiones del trabajo del actor y director Pompeyo Audivert que son pertinentes: sus dispositivos escénicos (o "máquina teatral") consisten en reglas detalladas que regulan el espacio, la disposición, el movimiento y el texto para generar la obra y acceder a la actuación desde otro puerto.


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