10 pistas bajo sospecha

Bienvenido, lector. Me presento. Soy el agente visionado y me han encomendado que me una a ti (permíteme que te tutee) en una investigación sobre la nueva serie de Antena 3: Bajo sospecha.
Alicia vive más feliz que una perdiz con toda su familia en un pequeño pueblo de la sierra. Bueno, seamos exactos, vivía. Y es que, hace diez días que la pequeña Alicia desapareció, durante la celebración de su comunión en el restaurante familiar y no nos engañemos, la cosa pinta mal. Ya lo dice Lluís Homar: "cada minuto que pasa es más probable que la niña aparezca muerta" y esto es una serie española, así que de minutos no vamos precisamente escasos.
Todo apunta  a que ha sido alguien de la propia familia quien se la ha llevado pero... ¿quién? Obviamente, todos tienen secretos. Todos son sospechosos. Y de eso se trata.
¿Es Bajo sospecha una buena o una mala serie? Como esto va de policías, te propongo que analicemos las 10 pistas principales que he encontrado.
Pista nº 1. No hay tetas (ni paraíso) ni escenas de cama. Eso sí, hay abuelo y niños. No es 100% la "típica" serie española pero, de momento, en originalidad tampoco arrasa.
Pista nº 2. El pueblo es tétrico, pero bonito. Vamos, que la fotografía, genial (como siempre en Bambú, por otra parte). Técnicamente, intachable.
Pista nº 3. ¡Bien! Armando del Río vuelve a televisión después de su brillante papel (y personaje) en Gran Reserva. No era necesario, era imprescindible.
Pista nº 4. El capítulo se pasa volando (pese a sus setenta minutazos) y esto es gracias a lo bien hilado que está el guión, con una paulatina presentación de personajes muy bien estructurada.
Y ahora, con spoilers. Pista nº 5. La idea de que una pareja de policías se infiltre para investigar una desaparición reciente suena tan atractiva como forzada. Que no digo yo que tal vez la policía sí recurra a esos métodos pero, para alguien de a pié, suena fantasioso.
Pista nº 6. No pasa nada. El primer capítulo ha sido una mera introducción. La niña ha desaparecido, se sospecha de alguien de la familia y dos policías opuestos se infiltran en el pueblo. Se deja caer que la niña va a morir y que todos tienen algo que ocultar pero seguir viéndola es un acto de fe.
Pista nº 7. Todos son sospechosos... y lo sabes. Porque si no lo sabes es que no has visto la serie. Bien se han encargado de remarcar que todos tienen algo que esconder. Aquí el que no hace una llamada de teléfono misteriosa es un pardillo. Si no miras a otro de forma cómplice o desconfiada, no eres nadie. Junto con la niña, desapareció la sutileza.
Pista nº 8. Donde dije digo, digo Diego. Que no seré yo quien acuse a esta serie de incoherente. Como mucho, te lo dejo caer así como quien no quiere la cosa. Pero llama la atención cómo cosas que ahora crees de una forma, después son de otra. Por ejemplo, el "tonto" del pueblo solo puede trabajar cargando cajas porque "es lento" y no da para más... salvo para conducir con perfecta y absoluta soltura. Que no digo yo que no pueda darse un caso así en la realidad pero muy verosímil no suena.
Pista nº 9. Con la burocracia hemos topado. Para pedir una reunión con los padres, ¿necesitas el permiso de la consejería? ¡Anda ya! Y ya es majo ese director que te espera en la puerta y te recibe cordial a pesar de que llegas una hora tarde. Un asesor de educación habría hecho que a los que hemos trabajado en escuelas no nos chirríe todo lo que ocurre en el colegio.
Pista nº 10. En Desaparecida la culpable había sido la prima, así que aquí, yo la descartaría. No se repetirán, digo yo.
Recapitulando, creo que Bajo Sospecha no es una mala serie, pero tampoco es el trabajo más fino de la productora Bambú. Muy correcto en la técnica, buen elenco y buena idea pero el guión nos obliga a tragar cucharilla tantas veces que la historia acaba por resultar inverosímil. 
Bien hecha, pero nada nuevo. Ahora solo falta que tú, como mi compañero de investigación, opines. ¿Seguimos buscando Bajo sospecha cada martes en Antena 3 o damos el caso por cerrado? Difícil decisión.