Revista Cultura y Ocio

10 preguntas a hernán lucas

Publicado el 04 diciembre 2014 por Elalmacendelibros @almacendelibros

1509308_10203609155895842_918644889_n

Hernán Lucas es Licenciado en Artes, escritor y librero. Abrió su librería Aquilea (tútulo también del libro que editó Bajo la luna) en 2007. Aquí las diez preguntas que le hicimos:

¿Cómo fueron tus comienzos en la escritura y cuándo?

Cuando yo tendría unos diez años mi padre me contó el argumento de un libro que le había impresionado mucho: Viejo muere el cisne, de Aldous Huxley. Era sobre un científico que, experimentando con unos peces muy longevos (las carpas), logra obtener el secreto de la inmortalidad. Pero la cosa no termina ahí, porque al parecer (y acá ya no sé si estoy inventando) el tipo empieza a desandar la evolución y termina convertido en mono. Según mi padre, el libro estaba escrito al modo de un diario, entonces era como si uno estuviese espiando a este científico en su proceso, de tal modo que el final del diario es al mismo tiempo el final de este tipo como ser humano. Bastante dramático, pero bien asordinado, creo yo, el por recurso indirecto del diario. Mi padre me vio tan entusiasmado con el argumento que decidió regalarme el libro. Resultó tener demasiadas páginas. No me daban ganas de empezarlo. Entonces empecé a escribir una especie de cuento a partir del argumento. Con dibujos. Ésa es la primera experiencia de escritura que recuerde: medio plagiaria, por lo visto. Unos años después, algunas canciones de rock (Charly, Don Cornelio, Los visitantes) también me impulsaron a escribir, pero en este caso poemas.

¿Te inspiró alguien en particular?

Mucha gente me inspiró, y me inspira: mi mujer, mi padre, mi madre, Charly García, clientes de la librería, el escritor Norberto Soares, con quien tuve lindas conversaciones de chico, caminando junto con su hijo, mi amigo Lucas Soares, de noche por el barrio Catalinas Sur…

¿A qué hora del día te surgen más ideas?

A cualquier hora, pero las más claras suelen aparecer a la mañana: un ratito antes de abrir los ojos.

¿En qué lugar de tu casa te gusta escribir? ¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo?

Escribo en mi casa y en mi librería (Aquilea): en mi casa, en un escritorio que comparto con mi mujer; y en mi librería, en el mostrador. Ninguna ambientación en particular

¿Cómo surgió la idea de “Aquilea”y en qué te basaste para escribirlo?

Empecé a escribirlo cuando abrí la librería, en el año 2007; pero en aquel momento era parte de un texto más caótico en el que entraban muchas otras cosas. Cuando se lo llevé a Tamara Kamenszain para empezar a trabajarlo con ella, me sugirió que me enfoque sólo en la librería, y creo que esta “restricción” fue muy productiva. Además, me vino muy bien leer Memorias de un librero, de Héctor Yanover, que es un clásico en el género, y donde aparece muy claro algo que yo también traté de reflejar en mi libro: el “terror económico”, tan típico de quien abre un negocio.

¿Qué estás leyendo por estos días?

Robinson, de Muriel Spark

¿Cuáles son tus autores preferidos?

Borges, Mansilla, Osvaldo Lamborghini, Juan L. Ortiz, Juana Bignozzi, Kafka. Igual, cambian. Cada tanto se agrega uno, cae otro…

¿Qué autores recomendarías leer?

Recomendaría a María de la Paz Georgiadis y a Lucas Soares, dos poetas; y al novelista Gustavo Ferreyra.

¿Qué libro famoso te hubiera gustado escribir?

Bueno, tendría que terminar Viejo muere el cisne, ¿no?.

Contanos un poco sobre tu librería “Aquilea”.

Me temo que ya conté bastante en mi libro. Pero aquí les dejo una entrada que habla sobre algunas cosas que me pasaron últimamente; con lo nuevo que estoy escribiendo ahora (Las torres) y con la segunda parte de Aquilea:

¿No les pasa que sus computadoras van tomando la forma misma de sus neurosis? La mía, por ejemplo, me cierra abruptamente unos archivos y otros no. ¿Me querrá decir que mejor escriba sobre ciertas cosas y ya no sobre otras? Según Fritz Perls, la neurosis es no ver lo obvio. Tal vez sólo sea cuestión de cambiar de máquina; sin embargo el asunto es más complejo: no se trata sólo de que mi computadora cierre abruptamente unos archivos y otros no. Al archivo donde voy escribiendo sobre mi librería (la segunda parte de Aquilea), por alguna extraña razón, sólo puedo abrirlo (sin que se cierre abruptamente) en la computadora que tengo en la librería misma. Como consejo es muy sabio. Aquilea, tanto en su primera parte como en esta segunda que estoy escribiendo, se trata de un texto tan ligado a una una zona, a un lugar, que sólo es posible escribirlo (bien) “al pie de la vaca”. Por otra parte, y para completar el virtuosismo de esta curiosa falla informática, el archivo que sí puedo abrir en esta computadora que tengo en casa sin que se me cierre de golpe es justamente sobre las torres donde vivo (Las torres). Ahora bien, esto que estoy escribiendo es sobre las torres pero también, atención, es sobre Aquilea. Antes de que se me cierre abruptamente y lo pierda, por las dudas aprieto “guardar”.

Muchas gracias Hernán por tus respuestas!


Volver a la Portada de Logo Paperblog