10º Muestra SyFy: Sábado

El SyFy del sábado era el día más completo en cuanto a películas, y también el día que más gente se dejaría caer. Después de la animación japonesa de Wolf Children, bastante predecible en su final, llegaría Twixt, de la mano de Francis Ford Coppola.

Su última película es un cuento con tintes góticos clásicos, en la que un escritor llega a un pueblo muy muy raro a vender su novela, y aunque no la vende, sí que encuentra inspiración para la siguiente. Val Kilmer es ese escritor ahogado en problemas y alcohol, que defiende su papel sin problemas. Está claro que nadie espera ver al Coppola de Drácula o El Padrino III, pero estamos ante una cinta bastante pobre, aunque sí diremos que Edgar Allan Poe está muy bien conseguido y es un acierto encontrarle. Por lo demás, estamos más ante un telefilme en cuanto a aspecto visual y que no consigue enganchar.

Lo siguiente que llegó fue Antiviral, el debut de Brandon Cronenberg, por lo que había curiosidad para saber qué había hecho el hijo de. Su propuesta es bastante interesante, en pleno siglo XXI la adoración por los famosos ha llegado a límites insospechados, como el pagar por tener la misma enfermedad que ellos. Ahí nos encontramos con Syd, un joven que trabaja en una empresa que provee estos servicios, y vemos su decadencia y su obsesión con una de estas celebridades.

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El único problema es que aunque Caleb Landry Jones sostiene muy bien su papel, la narración resulta bastante irregular y no termina de arriesgar a la hora de enseñar esa decadencia y llevarla al límite. Desde luego, no es un mal comienzo para el joven director, así que habrá que esperar a la próxima.

El plato fuerte llegó con The Cabin in the woods, que a pesar de que la mayoría la había visto, la sala estaba completamente llena. La película, dirigida por Drew Goddard nos presenta una historia no sólo de terror con el típico grupo de cinco amigos que irán muriendo uno a uno a manos de algo terrorífico, sino que está llena de humor, muchas de las veces negro, y con unos cuantos homenajes a personajes de otras cintas de terror.

Entretenida y dispuesta a sorprender y a hacer reír, sin duda fue la apuesta del festival y es una pena que no haya llegados a los cines.

La noche terminó con Dead sushi, la bizarrada que suele haber en todo festival que se precie. El film, escrito y dirigido por Noboru Iguchi nos presenta una historia de venganza que convierte al sushi en asesino y caníbal. Patadas voladoras, sushi con dientes… un disparate sin fín que invita a la sorna y sobre todo, a verla con amigos para realizar audiocomentarios mientras se ve. E incluso cenando sushi, para darle más cachondeo al asunto.