Revista Cultura y Ocio

13 Febrero 2015: VOLVÍ A CAER EN LAS GARRAS DE ANTOINE…

Publicado el 14 febrero 2015 por Indira @Blogracho

Volví a caer en las garras de Antoine y, como siempre, terminé más intrigada del Pequeño Príncipe de como había comenzado. Pero más que una intriga, ha surgido un enigma que me inquieta y me carcome.

Será por el modo en que lo leí esta vez; como cuando de pequeña caía un libro en mis manos en el que no lograba avanzar aunque que el libro fuese fascinante.

Siempre me había reprochado mi falta de concentración a la hora de leer. Hasta ayer que reviví ese método de lectura muy mío, y volví a sonreír y a ser feliz, porque así pasaba mis tardes cuando yo era niña y adolescente: divagando por las páginas de un libro sin cambiar de página. Donde algunas veces mi voz sustituía la del narrador y era yo que continuaba a hablar hasta terminar la historia; otras me gustaba pensar que el autor me explicaba porqué escribía una cosa en lugar de otra o porqué le hacía hacer una cosa a un personaje cuando le hubiese gustado hacerle hacer otra, opuesta a la que terminó por escribir en esas páginas.

El único problema de este enigma es que no sé cómo explicarlo, por lo que lo mejor será comenzar por el principio.

Todo empezó cuando decidí crear un blog con la intención de hacer de la escritura un rito. Así como lo han hecho los grandes de la literatura, desde Balzac, que escribía toda la noche bebiendo litros y litros de café, hasta la Munro, que con una mano sostenía la plancha y con la otra escribía a máquina.

Un rito que consiste en extrapolarle a mi jornada cuarenta y cuatro minutos para escribir y publicar algo en el blog, durante seis días a la semana. Un día lo reservo para para afilar la cierra, como diría Stephen R. Covey*; yo prefiero llamarlo - un día para rellenar el tintero. Y todo andaba liso hasta que me llegaron esos días difíciles por los que pasa todo escritor que se empeña, novel o nobel que sea: la postovulación literaria.

Me sentía cansada, insípida y sin libido creativo; sin un motivo válido para seguir consternando mis días que de por sí se consumen subidos en una caminadora que va a setenta kilómetros por hora -caminando. Entonces me paré y di un paso atrás y comencé a leer de nuevo este pequeño gran libro que un día inspiró este blog y el BLOGO DEL PRINCIPITO.

Otro problema que tengo que afrontar seguido es el tiempo; cuarenta y cuatro minutos pasan así de rápido que me toca terminar de escribir antes de haber comenzado... Hasta mañana querido Blog. Hasta mañana estimado Blograchero.

*Stephen R. Covey - Los 7 secretos de la gente altamente efectiva

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