La historia de un adolescente que decide quitarse la vida y grabar 13 casetes para informarle a los supuestos culpables el porqué de la decisión ya me resulta controversial. Me resulta chocante escuchar cómo se justifica una acción tan dramática.
Hannah Baker, atraviesa en cada capítulo un problema real que existe en muchos escuelas adolescentes. Arranca con una foto que se viraliza, sigue con desprecio por parte de compañeros, avanza con publicaciones de poemas íntimos, mezcla alcohol, droga, padres ausentes, estereotipos de chicos, maestros y adultos y concluye primero siendo testigo de una violación y luego siendo protagonista de la propia.
El bullying es un tema serio, complejo, donde los actores van cambiando de roles, pueden ser pasajeros y todos los chicos que intervienen necesitan atención, contención y ayuda para salir. La víctima, el victimario y los observadores cumplen una parte clave para que el Bullying se implante como parte de la sociedad. Los adultos que miran para un costado, que le decimos a nuestros hijos "Si te pega, pegale más fuerte", las agresiones anónimas en redes sociales, la burla a pares, la crítica destructiva a personas que piensan, hacen o sienten distinto de nosotros, creo que somos parte de la problemática y tenemos mucho para cambiar primero para poder ayudar después.
Yo, como mamá, miro la serie y veo adultos ausentes. Maestros y directivos preocupados por cualquier cosa salvo la seguridad (física y emocional) de nuestros hijos. Creo que esto no es así y estereotipar hacer mal. Los chicos, tienen que saber que hay adultos que los van a ayudar, que pueden ayudar y que quieren ayudar.
Pasan los capítulos y veo padres ausentes, adolescentes que están solos mientras los padres luchan por dejarles un futuro, cuando el presente se va de las manos. Que miedo me da pensar que los chicos nos ven así, lejos, en otro planeta y sin ninguna intención de venir y confiar en nosotros. ¿Qué nos pasa a los adultos que no podemos entender a los chicos y poner límites cuando corresponda?
Veo una situación de violación que se plantea como consecuencia, directa o indirecta, de aquella primer foto y me asusta. Chicos y chicas, que a partir del exceso de alcohol y las drogas, viven una sexualidad ¿libre? donde nada ni nadie importa.
Hablar con los chicos desde pequeños es una pata importante para solucionar los problemas. Pero también decir que no, dejar de pensar que nuestros hijos son perfectos, los mejores del mundo, y verlos como personas en crecimiento que quieren ser aceptados en la sociedad que nosotros mismos creamos. Estar cerca, cenar en familia, atentos a los cambios, a lo que necesitan.
En una de las primeras escenas, la madre de Hannah le saca el celular, mira los mensajes y atiende la llamada. Me paralizó, porque cuidar no es lo mismo que invadir la privacidad de una chica de 17 años intentando ser ella misma. No lo es.
Un chico, adolescente, con sus propios miedos, que no se anima a expresar sus sentimientos termina ¿responsable? por la drástica decisión de otra persona. Qué peligroso este mensaje. Porque ayudar al otro sí es una lección que tenemos que enseñar, estar atentos, dar una mano. ¿Eso se lo mismo que exigirle a cualquiera que diga lo que siente para que el otro no se sienta mal? Claro que no. Una delgada línea, ¿o no?
Les recomiendo que la vean y que les sirva para conocer, no solo las problemáticas de los chicos de hoy que enfrentan en su día a día, sino también entender cómo afecta en ellos cada una de las situaciones. Me gusta intentar recordar el sentimiento que me generaba a mí cuando era pequeña los momentos que viven hoy mis hijos para desde ahí poder ayudarlos, escucharlos y si puedo darles las herramientas para que puedan ser felices en el mundo en el que les toca vivir.
Mamás, papás, adultos, hagámonos responsables por lo que nos toca. La sociedad no fue creada por aliens extraterrestres zombis infrahumanos. No, la hacemos vos y yo todos los días, cuando salimos a la calle, interactuamos con otros, vivimos nuestras vidas, ayudamos (o no) a otros y seteamos expectativas en los que viene después que nosotros.
Lo mejor de ésta serie es que nos hace hablar, contar, compartir experiencias de bullying y otras problemáticas. Yo los invito a reflexionar sobre nosotros mismos y nuestras propias acciones para empezar a cambiar el mundo que le dejamos a nuestros hijos.
Las invito a pasar por estos links, donde en primera persona Anto y Betsy nos cuentan sus historias:
Link: Yo sufrí Bullying - by Anto / Yo sufrí Bullying, basta de agredirnos - by Betsy
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