No se si estas concentraciones servirán para algo pero bien venidas sean. Al menos reflejan que el malestar de los ciudadanos se extiende urbi et orbi y que en el supuestísimo caso de que los políticos alguna sensibilidad tuvieran o tuviesen, podrían darse cuenta de cómo muchas de sus políticas atacan el corazón del sistema, porque atentan contra la ciudadanía dejándola al albur de los mercados y de las corporaciones financieras.
La cita de mañana va a concentrar a 45 países para gritar por un cambio de dignidad, por una democracia directa, por mayor proactividad. Es cierto que son objetivos generales, muy generales, que cada cual, y con arreglo a su ideología, entenderá que podrían sustentarse de forma muy distinta, pero a pesar de ello, sí hay un nexo común en esta convocatoria global: la hartura de la ciudadanía.
Espero que estos movimientos ciudadanos de presión constituyan una voz colectiva que obligue a los gobiernos a considerar sus estrategias de recortes sociales. Sinceramente, visto y lo visto, soy esta vez poco optimista pero de todas formas, yo allí estaré.
Soy poco optimista porque, mientras todo estas voces se concentran, los gobiernos van moviendo sus fichas sin mirar al tendido.
Es el caso del presidente saliente Zapatero que de forma torticera y cuando le queda un telediario de los cortos, decide negociar en secreto con sus amigos de Washington y aprobar la instalación en la base norteamericana de Rota del operativo naval del escudo antimisiles, de espalda al parlamento y por supuesto con la connivencia y respaldo del Partido Popular.
Hablaré más adelante de ello porque la noticia lo amerita, pero si quieren más información sobre el tema pueden leerlo aquí. Este sería su resumen:
"Hasta cuatro destructores armados con un sistema de combate de misiles antibalísticos Aegis de última generación y misiles SM-3 como los que estarán emplazados en tierra, además de 1.200 militares norteamericanos, se instalarán en Rota como parte del dispositivo de escudo antimisiles desplegado por EEUU en Europa, al que hasta ahora sólo Polonia, Turquía y Rumania habían prestado su territorio".
En el caso de Madrid, la marcha comenzará a las 18.00 horas en Cibeles con destino a la Puerta del Sol, si bien desde las 12 del mediodía ocho columnas recorrerán Madrid desde diferentes puntos del extrarradio para confluir todas ellas en Cibeles a las 6 de la tarde e iniciar el camino a Sol.
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