Tienes una idea, te apetece llevar a cabo un proyecto, un nuevo producto o servicio, pero desconoces si esta idea va a suscitar el interés suficiente en tu público objetivo.
Este es un miedo más que habitual, además de justificado, de los emprendedores y empresarios.
Así que con este artículo me he propuesto hacerte llegar herramientas para que antes de invertir mucho dinero, tiempo y energía sepas con relativa seguridad si lo que deseas llevar a cabo va a funcionar.
Lo primero que debes conocer en este sentido es quien es tu cliente ideal
Es decir aquella persona a la que te diriges habitual. Para ello, es importante que te dediques tiempo a analizar cómo piensa, actúa y se comunica aquella persona a la que te diriges.
Cuanto mayor sea el análisis que realices de tu cliente ideal y de lo que está necesitando, mayores serán tus opciones de llegar a él.
Para ello, puedes responder a estas preguntas (las opciones de las respuestas pueden ser muy amplias):
- ¿Qué rango de edad tiene?
- ¿Cuál es su ocupación? ¿Su jornada?
- ¿Qué necesita mejorar en su vida?
- ¿Dónde suele pasar su tiempo de ocio?
- ¿Qué suele leer?
- ¿Qué red social prefiere? – Si deseas realizar tu marketing de manera on-line.
Una vez tengas definido a ese cliente al que te diriges,
Realiza un prototipo
Esto es ofrecer una muestra de tu producto, un ebook o reporte sobre el tema que tratarás en tu nuevo servicio, el primer capítulo de tu próximo libro, etc.
Se trata de llevar a cabo algo relacionado con tu idea, pero sin invertir mucho dinero, tiempo, ni energía; sino de realizar una pequeña prueba y ofrecérsela a aquellas persona a las que te diriges para comprobar sus reacciones.
De esta manera, sabrás si aquella idea que quieres llevar a cabo te va a dar los resultados que esperas o no.
Es importante tener en cuenta que, aunque se trate de una pequeña muestra de lo que será después el producto o servicio final, debes aportar valor suficiente para que aquellas personas que muestren interés por ello sigan teniéndolo una vez lleves a cabo el producto o servicio completo.
Implementación Imperfecta
Para lanzar tu nueva idea no esperes a estar preparado al 100%, porque nunca sentirás que lo estás, siempre hay algo nuevo que aprender. Si tienes una idea significa que ya puedes aportar algo, así que preocúpate de preparar lo que desean con los conocimientos que tengas en este mismo momento y según vayas avanzando y viendo las reacciones de las personas a las que te diriges, irás viendo la necesidad de formarte en un sentido u otro.
Se trata de ofrecer aquella idea que sabemos que va a aportar valor a los demás y analizar los resultados que obtengamos tras el lanzamiento del prototipo.
Da importancia al marketing
De nada sirve que lleves a cabo tus ideas y crees un nuevo servicio o producto si no lo das a conocer.
Para ello, utiliza cuantas más herramientas mejor. La publicidad no ha de ser necesariamente muy costosa. Añade el link de tu oferta junto con una breve descripción en las redes sociales en las que está tu cliente ideal. No sólo en tu perfil, es importante que te unas a grupos de tu sector de mercado.
Además puedes utilizar publicidad impresa, tanto por ti como añadida a revistas de tu localidad o región. Infórmate de este punto, quizá te sorprendan los precios que manejan.
Analiza los resultados
Cuando lleves a cabo tus ideas y sean cual sean los resultados, es importante analizarlos.
Para ello, lleva a cabo un análisis de las personas que han pedido más información del producto o servicio que estabas ofreciendo y de las conversiones totales que has obtenido.
De esto podrás sacar muchas conclusiones, así que no dejes este punto, aunque halla resultado un éxito en lanzamiento. Puesto que dependerá de estos factores que el próximo producto o servicio vaya en la misma línea.
Se trata de que analices los canales por los que los clientes han accedido a tu oferta, de los lugares desde los que provenían, incluso de las horas en las que solicitaron tu producto. Cuantos más datos tengas en este sentido, más fácil te resultará el próximo lanzamiento o promoción del existente.
Confía en ti
Esto puede sonar muy básico, pero suele ser un freno para muchos emprendedores.
Si tú mismo no confías en lo que ofreces, nadie lo hará.
Hay personas de todo tipo. Hace unos días comentaba con una clienta, a la que admiro por su entrega, esto mismo: Habrá gente a la que le apasione lo que le ofreces y habrá otros que incluso puedan hacerte un mal comentario.
Pero tú cliente es ese que tienes identificado, definido y al que te diriges y es el mismo al que le va a gustar y aportar valor en su vida lo que le ofreces.
Así que lo demás mejor no tenerlo en cuenta, a no ser que se trate de una crítica constructiva, que se puede escuchar y valorar.
Pero tus esfuerzos deben ir orientados a esas personas a las que sí les interesa tu trabajo.
Es muy importante que no seas tú quien te pongas la zancadilla a la hora de llevar tus sueños a cabo. Confía en ti, en tus posibilidades y en tus ideas. Todos tenemos algo importante que aportar y tú no vas a ser menos.
Pon en práctica estos pasos y tendrás una información muy valiosa para tu negocio. Si quieres compartir tu opinión o alguna estrategia que tu lleves a cabo, no dudes en hacerlo en la sección de comentarios. ¡Me encantan!
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