Revista Diario

17 meses

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
17 meses, ¡increíble!. Además, es una cifra que ya empiezo a ver con vértigo. Creo que tengo una barrera psicológica en torno a los 20 meses y ¡cada día esta más cerca!.
Medidas. En torno a los 82-83 cm y 10.600 kg. 
Dientes. L@s que estuvieron en la quedada bloguera de febrero ya pudieron ver que mi niño se defiende de cualquier dedo intruso en su boca pegando un buen mordisco así que no estoy segura de cómo anda la cosa. Por lo que observo cuando llora o se ríe, creo que en la parte de arriba tiene todos los dientes menos las muelas de los dos años. En la parte de abajo le faltarían los colmillos y tres muelas, aunque por lo hinchado que lo tiene no creo que tarde mucho más. En cualquier caso, he notado que este mes masca mucho más y mejor, se nota que va teniendo la boca cada vez más llena.
Alimentación. Sigue sin ser un glotón pero come fenomenal. Ya es habitual que le ponga para comer comida casi de adulto como arroz con tomate, pescado o carne a la plancha... No tiene ningún problema con los trocitos, al contrario, le gustan mucho más que los purés. Siempre quiere comer de lo que haya en mi plato, hasta parece que le ofende que queramos darle de comer una cosa distinta, por lo que hay que tener cuidado porque como se empeñe ya la tenemos liada. No le gusta mucho el dulce, las galletas no le van, ni tampoco el yogur azucarado, ni el arroz con leche, ni siquiera parece que el chocolate le entusiasme. Sin embargo, le encanta todo lo salado, especialmente las patatas fritas, que parece adicto a ellas.
Sueño. Ya nos hemos acostumbrado al colecho y lo llevamos mejor.  El niño da menos vueltas y menos patadas y normalmente se despierta menos y, si se despierta, bebe agua y sigue durmiendo. Los lloros nocturnos se han reducido mucho. Algunos días se está acostando algo más temprano pero eso días, a cambio, lógicamente, también madruga más, así que realmente no sé qué prefiero.
Lenguaje. Despacio, pero ha habido progresos. A día de hoy puedo dar por buenas cuatro palabras: papá, mamá, agua y no. Creo que la que más pronuncia ahora es no, lo tiene todo el día en la boca, porque casi todo le parece mal. Además, si le dices que no a algo, rápidamente se pone a repetir no, no, no, que realmente no sabes si ponerte seria o partirte de risa, ¡es buenísimo!. 
En cuanto a papá y mamá, ha aprendido a reconocernos en foto, aunque lo dice cuando le da la gana. Algunas veces, en su parloteo, lo suelta, dirigiéndose a nosotros, lo cual me hace reiterarme en que en su parloteo él se entiende y poco a poco esas palabras sin sentido lo van cobrando, al menos para nosotros. Esta mañana le dijo a su padre adiós con la mano y después, cuando ya se había ido, dijo papá súper claro. Cuando sale de la habitación donde está con su terapeuta, en AT, algunos días le oígo decir mamá mientras ella le pregunta dónde estoy, además que sale derechito a buscarme. ¡Por fin!.
Lo que no me gusta es que ha empezado a utilizar las sílabas de agua para todo tipo de cosas. Me explico. Para pedir agua para beber dice agua súper claro. Pero para pedir cualquier otra cosa, como, por ejemplo, una patata frita, o el pompero, empieza a-gua-gua-gua-gua. Y me sienta fatal, no hago más que decirle: bebito, esto no es agua, ¿no ves que no?. Parece que ha aprendido que con agua le ha ido bien y como le falta vocabulario, recurre a lo que ya conoce. Esta tarde en la comida me pedía yogur así a-gua-gua-gua y le he dicho que no, que eso era yogur y lo otro (su taza) agua. Ha mirado ambas cosas y ha dicho: yugu.
Lo bueno de este mes es que la imitación se ha reforzado. Eso de que hoy haya dicho yugu u otros días le hayamos escuchado decir otras cosas, es importante. Las dice fugazmente y no siempre las vuelve a repetir, pero es un paso. Este mes le hemos oído decir vale, puzzle, tararear la canción que le canta M. para recoger... Le interesa, por fin, mirarnos a los labios y la boca cuando hablamos, algo que es básico para que aprenda a hablar. Esta noche cenando intentaba que dijera patata y no hacía más que mirarme a la boca, aunque sólo le salía papapá, algo es algo.
Habilidades. Está hecho un Spiderman. Ahora le ha dado por trepar a todas partes, se sube a todo lo que pilla, ¡tiene un peligro!. Sube muy bien las escaleras, con ayuda, y ya está intentando subirlas sin ella. Bajar baja un poco en plan suicida, pero ha mejorado también en eso. Anda mejor, corre mejor y más deprisa y tropieza menos. A veces parece que baila y cuando se pone nerviosito hace como que corre sin moverse del sitio, muy gracioso.
Habilidades sociales. Ha mejorado el contacto visual, hoy mismo me contaba M. que había mejorado mucho en mirarla a la cara para pedir algo, no limitarse a tirarla del brazo. Cada vez es más habitual que diga adiós agitando el brazo, aunque lo que no suele fallar es que le de a la persona que se marcha con la puerta en las narices. Está mucho más pendiente de la gente, incluso de bebés más pequeños que él, que antes no le gustaban para nada. Hasta presta más atención a nuestros animales, aunque normalmente sea para echarle la bronca a la perra por quitarle la comida o estar siempre encima de él (buenísimo cuando la empuja o la quiere dar palmotazos mientras le dice no, no, no todo indignado).
Cosas que me preocupan. Aunque he ido viendo progresos y eso me ha tranquilizado mucho, hay cosas que siguen ahí y de momento no veo señales de mejora:
- No reconoce las partes de su cuerpo. Le interesa mucho señalar los ojos, la boca, la nariz, en nuestras caras, pero nada más. Si le preguntas donde están sus orejas, suele señalárselas correctamente, pero luego le preguntas dónde está su nariz y se vuelve a señalar las orejas, así que no lo puedo dar bueno.
- Le sigue gustando mucho lo de señalar objetos y que le digamos su nombre, pero no conseguimos que señale diciéndole un nombre. Únicamente funciona con nuestras fotos, y no siempre. Ni siquiera con objetos súper habituales, como podría ser un biberón, o una pelota, o un dibujo de Dora.
- Poco a poco va respondiendo a órdenes simples, pero muy poco a poco. En los últimos días he conseguido que me trajera sus zapatillas, estando estas cerca de nosotros, señalando yo con el dedo y diciéndoselo varias vees. Es un progreso y he visto que se ha sentido muy satisfecho, pero aún queda mucho camino por recorrer. En cualquier caso, el concepto "dame" y "guardar" lo tiene ya muy claro, lo cual facilita que poco a poco vaya entendiendo otras órdenes.
- Me preocupa que él mismo sea consciente de sus limitaciones y eso le frustre y la pueda hacer sentir mal. Es un tema que traté con M. y no he dejado de darle vueltas, me daría mucha pena que él se sintiera limitado e impotente porque pienso que desde el primer momento en que él ha descubierto que con una palabra puede comunicarse, entiendo que querrá adquirir más para poder mejorar su comunicación y que muchas cosas que no consigue no son tanto porque no quiera sino porque no puede... De ahí que se enfade, se frustre, se ponga de mal humor y tengamos días tan malos.
- Ya en el tema más físico, me preocupa que sigue regurgitando. Hemos tenido una racha larga muy buena, pero ahora en este último mes sí que ha regurgitado un par de veces por semana. Siempre es leche y creo que se debe a que después del biberón bebe agua tragando mucho aire y al eructar le sube de nuevo y en lugar de tragarlo de nuevo, lo saca fuera, pero no sé hasta qué punto es normal.
Supongo que en este mes de marzo habrá muchos más cambios. De hecho, tengo la esperanza de que las cosas que me preocupan empiecen a mejorar porque reconozco que temo un poco la revisión de los 18 meses. Por primera vez la voy a hacer en el ambulatorio y supongo que me harán preguntas, como debe ser, y me temo que voy a tener que contestar a unas cuantas que no y voy a tener que contar que por ese motivo llevo al niño a AT y... no lo llevo bien, esa es la verdad, hay cosas que si no las verbalizas parece que existen menos. Tonterías mías.
Febrero ha sido un buen mes, espero que marzo también lo sea.

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