[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo1974. John Lennon esta inmerso en su Lost Weekend con May Pang. Harry Nilsson, su camarada de correrías, sería uno de los grandes beneficiados de este período de John, tanto en lo festivo como en lo musical. Lennon accede a participar en el proceso de enlatado del elepé de Nilsson Pussy Cats, y para ello el de Liverpool se traslada con su musa temporal a Mailbú, California. Un Paul McCartney relajado y efervescente, después del boom de Band on The Run, y a instancia de nada más y nada menos que Yoko Ono, viaja a California e intercede por una de las relaciones más mediáticas de la historia del rock & roll. Compartimos un fragmento del libro Paul McCartney: Many Years From Now de Barry Miles (Secker & Warburg/1997; Vintage/1998) donde se hace el relato de tan particular encuentro de dos Beatles frente al océano Pacífico.
"Cuando terminaron, Yoko vino a Londres. Se veía como una viuda, una pequeña figura diminuta vestida de negro. Vino a Cavendish y dijo: “John se fue. Está con May Pang”. Así, para mostrarnos amigables y después de ver su apremio, Linda y yo le dijimos: “¿Aún lo amas? ¿Quieres regresar con él?”. Dijo que sí. Le dijimos: “Bueno, ¿qué se requeriría entonces?” porque íbamos a viajar a Los Angeles. Ibamos frecuentemente a Capitol Records o sólo para pasarla bien. Era el lugar lógico en donde estar si eras parte del negocio de las disqueras. En este caso íbamos a tomar vacaciones. Le dije: “Puedo darle un mensaje, ¿que debería decirle?”. Ella me contestó: “Tendría que regresar a Nueva York. No podría vivir conmigo de manera inmediatamente; tendría que cortejarme e invitarme a salir. También podría enviarme flores y empezar todo de nuevo”. Por supuesto, ella era quien lo había enviado con May Pang pero ese no era el punto en ese momento.Así que fuimos allá y él estaba grabando Pussy Cats con Nilsson y Keith Moon y Jesse Ed Davis, un trio de locos de remate. Tres locos totalmente alcoholizados además de John, ¡olvídalo! Aún el lugar era perfecto. Fuimos a una sesión y nos quedamos rato. Era un poco extraño al principio, John y yo, vernos en ese momento……Me llevé a John a un cuarto en la parte posterior de la casa y ahí nos sentamos. “¿Cómo estás? Bien, es bueno verte…”. John estaba tranquilo. Para él era muy temprano en la mañana aunque ya era la tarde. Le dije: “Yoko fue a Londres y dijo que le gustaría regresar contigo. ¿Tú qué piensas? ¿Te interesaría?”. Me dijo que sí, que aún la amaba. Así que añadí: “Pues esto es lo que tienes que hacer. Debes de regresar a Nueva York, conseguir un departamento, cortejarla y demás”. ¡Y eso fue justo lo que hizo. Así fue como ellos regresaron."Traducción: Tere Chacón
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