Revista América Latina

2015: Desarrollo endógeno o nada.

Publicado el 21 diciembre 2014 por Jmartoranoster

Alice Socorro Peña Maldonado.

Retomar aquello bueno que dejamos en el camino para desviarnos en otras intenciones y olvidarnos de lo que realmente necesitamos y queremos resulta un acto de sinceridad y de valor que nos merecemos como venezolanas y venezolanos que amamos no solo la patria (su patrimonio: nación, territorio, instituciones, recursos bioenergéticos, entre otros) sino también la matria (con sus hijos en sus diferencias geo-identitarias pero cada uno con lo mejor que somos y podemos llegar a ser). A 15 años de nuestra magna carta la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela validada por nosotros como pueblo caribeño, llanero, andino y selvático, el mejor regalo que le podemos dar a Venezuela es orientarnos nuevamente al desarrollo endógeno. Es la tarea que aún no hemos hecho y que una vez se planteo hacerla y no fuimos lo suficientemente consecuentes,  fieles y coherentes con nuestro sentipensar. La realidad no habla, necesitamos escucharla. La realidad nos convoca a observarla, abramos los ojos. ¿Qué significa 2 años de bloqueo económico y todo lo tenemos que exportar? ¿Qué significa que solo nos gustan bienes extranjeros y los pocos que se producen nadie los promociona? ¿Qué significa que todos nuestros petrodólares salen del país para adquirir lo que no producimos pero que si anhelamos tener para mostrarlo ostentosamente? ¿Qué significa que aún no somos emprendedores de un desarrollo estable y permanente? ¿Qué significa que siempre estamos esperando que otros (personas o países) nos resuelvan nuestros  problemas por un tal conocimiento o experiencia que la realidad nos dice que tampoco ellos la tienen? ¿Qué significa tanta autoindulgencia y búsqueda de placer momentáneo para dejar para otro día lo que tenemos que hacer hoy? ¿Qué significa que siempre culpamos a otros y no nos responsabilizamos de nuestras propias tareas? ¿Qué significa que las instituciones estadales están haciendo tareas o competencia que no les corresponde? Y el que le corresponde no las hace porque no hay una contraloría social organizada y sistemática ¿Qué significa cuando no se forma a los servidores públicos no solo en un qué hacer sino cómo hacerlo para que demos servicios de alta calidad y eficiencia? ¿Qué significa que los emigrantes no vienen a producir sino a ser buhoneros informales o comerciantes?  ¿Qué significa la permanente descalificación de unos a otros por mirar al poder y la pretensión de tenerlo más que otros? ¿Qué significa que frente a las innumerables colas se ha desarrollado nuevas formas de negocio redondo y nos ha ido convirtiendo en una permanente pelea y enemistad por conseguir los alimentos básicos? La respuesta a cada una de estas preguntas y más interrogantes que nos surjan en el diario vivir debe ser respondida por cada venezolana y venezolano que amamos con sinceridad e incondicionalmente la patria/matria de Guaicaipuro representante de nuestro mundo originario y que con su grito que aún resuena en nuestros corazones: “¡Solo nosotros somos gente, aquí no hay cobardes ni nadie se rinde y esta tierra es nuestra!” nos invita a cuidar lo nuestro; la patria/matria de Bolívar representante de un pensamiento en acción emancipadora de pueblos que nos impulsa a liberarnos de nuestras propias ataduras y apegos que solo hacen deshumanizarnos, la patria/matria de Luisa Cáceres de Arismendi mujer valiente que supo anteponer sus intereses personales por la causa de la nueva república, la patria/matria de José Gregorio Hernández, medico que demostró que la caridad es concreta y sin ambigüedades y por eso se puso al servicio de todos y no escatimo esfuerzos para hacer llegar lo mejor de la tecnología de entonces para satisfacer las necesidades de salud, la patria/matria de Hugo Chávez Frías cuyo don de la Palabra supo elevar el espíritu de la venezolanidad en la identidad que nos caracteriza y ser maestros permanentes de nuestro itinerario por esta vida y la patria/matria de Jacinto Convit, hombre de ciencias que demostró en el largo trayecto de su vida un amor a Venezuela y al mundo con la producción de conocimiento y tecnología frente a la enfermedad milenaria de la lepra y sus últimos años luchando para que superáramos el cáncer. Y nunca tuvo una escusa para irse del país o vender sus invenciones a alguna trasnacional que quiso o intento comprarlo. Tenemos una patria/matria de hombres y mujeres presentes en el aquí y ahora que tienen estas capacidades y que se han forjado desde la realidad para responder a las demandas del pueblo y que busca responder con ofertas concretas de servicio al frente de las instituciones públicas y privadas. Solo que necesitamos alinearnos en un sentido de la vida y una voluntad para anteponerse frente a las vicisitudes de la historia que estarán allí presentes para enseñarnos algo o para simplemente tomar postura frente a los mismos de acuerdo a nuestras raíces originarias, humanistas y libertarias. Ahora bien que es ¿Desarrollo Endógeno? (sugiero la revisión del discurso de Chávez cuando habló de ello en diversos Aló presidente y la lectura del libro de María Josefina Mas Herrera titulado Desarrollo Endógeno. Cooperación y Competencia) compartiré algunas ideas, que no busca profundizar sino dar algunas pinceladas de las posibilidades que tenemos en nuestras manos y que podemos hacerlo porque lo tenemos todo para lograrlo, porque como seres humanos tenemos que seguir formándonos para dar respuestas a las realidades que hemos pensado y sentido nuestras y para lograr a corto, mediano y largo plazo la estabilidad y seguridad en términos de soberanía. Soberanía y autonomías que anhelamos y que hay que concretar con el ejercicio pleno como ciudadanos que somos y necesitamos ser. La naturaleza espiritual del desarrollo endógeno (hacia adentro) conlleva a escucharnos, a mirarnos, a convocarnos para delinear nuestro futuro desde lo subjetivo y objetivo que somos como entidad cultural única latinoamericana. 1. Desarrollo endógeno es volver a nuestras raíces originarias, es decir, asumir lo que somos, su sentipensar, su sentido de ver las cosas y sobre todo para que nuestras raíces se profundicen cada vez más frente a la fuerza de los vientos (voces altisonantes) o los ríos que fluyen (discursos alienantes) que intentan despegarnos y enajenarnos de nosotros mismos y de nuestras realidades. 2. Desarrollo endógeno es promover lo mejor que somos, tenemos y hacemos. Es evitar la descalificación pero si sincerarnos en aquello que obstruye, perjudica o niega el mundo de las posibilidades desde nuestras improntas culturales y anhelos fundantes. 3. Desarrollo endógeno es impulsar estructuras y sistemas para nosotros, por nosotros y con nosotros. No se trata de un juego de palabras sino que aquello que se haga fuera de nosotros resulta algo perturbador y contradictorio. Y las consecuencias es un pueblo desnergetizado. Se trata entonces de producir nuestra propia riqueza (que no es solo dinero) a partir de lo que tenemos y consolidarnos  en una visión integradora donde asumimos lo exógeno como reto y desafío en un mundo cambiante. 4. Desarrollo endógeno es respetarnos, valorarnos y actuar en función del bien material y espiritual de todos. Y lo espiritual engloba desde liberar nuestra vitalidad, el manifestar el profundo respeto de nuestra propia identidad entre nosotros y los que vienen a nuestra patria, reconocer y superar los apegos, frustraciones, presunciones y resistencias que atrasan y soslayan nuestras fuerzas creadoras, liberadoras y transformadoras. 5. Desarrollo endógeno es no permitir la intromisión de otros gobiernos o trasnacionales en las decisiones del pueblo venezolano. Es manifestarnos con la confianza en nosotros mismos, y que podemos nosotros producir el conocimiento y tecnología necesaria para el buen vivir de todos y si es necesario aprender estamos dispuestos hacerlo para producir tecnología social para resolver nuestros propios problemas. 6. Desarrollo Endógeno es la posibilidad de reencontrarnos con nosotros mismos, dejar de poner toda nuestra felicidad en cosas materiales alcanzadas con el dólar petrolero pero poco como producto de nosotros mismos, necesitamos tener esa satisfacción de producir lo nuestro, lo que consumimos y que los excedentes se exporten. 7. Desarrollo endógeno es reconocer nuestra actitud solidaria con los otros pueblos hermanos pero denunciar permanentemente los gobiernos y las elites que roban las energías vitales de miles de ciudadanos que después les toca emigrar a otros países o al nuestro. Gobiernos que se apropian de los recursos de los pueblos para dárselos a las trasnacionales y la élite que ostenta el poder económico y político de las naciones. 2015 resulta la oportunidad de consolidar lo que hasta ahora hemos venido haciendo a pesar de tantas dificultades y limites que hemos encontrado. Tenemos los cinco objetivos históricos que remite a ese desarrollo endógeno. Tenemos una constitución que establece la participación en todos los ámbitos constitucionales (civiles, políticos, sociales, económicos, culturales y educativos, ecoambientales y de identidad de pueblos originarios y de nuestra madre tierra). Haciendo un balance todo esto nos ha fortalecido, nos ha aclarado el camino, nos ha abierto un sinfín de posibilidades y nos invita a trascender para llegar a la realización de nosotros mismos como ciudadanos de primera, como productores de bienes y servicios con excelencia, como consumidores y prestadores de servicio con ética social, como trabajadores y luchadores de nuestra patria/matria: Venezuela. Feliz desarrollo endógeno a todos, comencemos por nosotros mismos y nuestros hogares que bien merecen el mejor regalo que podemos darle. Profesora de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Lic. en Comunicación Social Magister en Comunicación Organizacional. Dra. en Ciencias para el Desarrollo Estratégico.
 [email protected] Alice Socorro Peña Maldonado

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