Revista Humor

21 días en el mundo abertzale

Por Sergio

21 días en el mundo abertzale

Como no es lo mismo contarlo que vivirlo, he decidido meterme a vivir en el mundo abertzale. Durante 21 días me verán comer en Herriko tabernas, participar en manifestaciones moviditas, quemar algún que otro contenedor, correr delante o detrás de la Ertzaintza (dependiendo del número de ellos) y fumar en sitios públicos cerrados (para joder estas putas leyes españolistas).

Lo primero de todo era adaptar mi imagen, para ello me he cortado el flequillo a ras de la frente, me he colocado un par de rastas y unos pendientes de madera, llevo pantalones llenos de rayas de colores y me he comprado una riñonera para meter el eusko-dni y algunos manuales que me han dicho me van a ser de utilidad.

He de decir que los comienzos fueron difíciles, me presenté como Samanta Villar y lo primero que hicieron fue darme una hostia por no despelotarme en “21 días haciendo porno” y hacerles perder el tiempo. Lo segundo que no entendía nada de lo que me decían, así que después de un tiempo vagando por las calles di con la clave, adaptar mi nombre al euskera, a partir de ahora me presentaré como Zamantxa Villartikaiz, ¡ahora si estoy integrada!.

Con la tontería he perdido la mitad de los días, menos mal que llega el fin de semana y hay una manifa prohibida en las calles del centro, me han dicho que por lo de “prohibida” no me preocupe, que es una coletilla que les pone bastante. Pocas horas mas tarde entiendo el porque les pone tanto la prohibición, aparecen unos furgones de la Ertzaintza y empieza la fiesta: botes de humo, palos, piedras, contenedores ardiendo,… es una batalla campal y yo estoy mas aturdida que Tom Hanks en Salvar al soldado Ryan cuando desembarcan en Normandía… Consigo librarme de las detenciones y vamos al punto de encuentro, una herriko taberna. Ahora mismo me arrepiento de no haber hecho la escena porno, los palos que me han metido hoy son peores que los del anterior reportaje… Esta gente no para y ahora se están emborrachando con kalimotxo mientras bailan dándose literalmente de hostias, yo me voy a dormir que mañana tengo que sabotear un acto del Lendakari, pintar un par de fachadas y ver al Atletic.

Lo del Lendakari ha sido un fracaso, a pesar de mi nuevo look, Patxi López me ha reconocido y se ha acercado a saludarme y darme la enhorabuena así de buen rollo, ya me daba pena silbarle y ponerle en la cara la pancarta con el mapa del País Vasco y las flechas apuntando. Después hemos visitado un par de locales y les hemos decorado los cierres con un spray, no entiendo lo que han escrito, pero creo que un piropo no es. Y por último, a ver al Atletic contra el Madrid, como sea verdad que te pitan los oídos cuando hablan de alguien, la madre de Manolo Lama y de CR9 tienen que tener los tímpanos hechos harina (no se lo reprocho)…

La verdad que después de 21 días, empiezo a odiar Madrid y casi que me gusta más mi eusko-nombre.

21 días en el mundo abertzale

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