3 aceites para una piel limpia y luminosa

Tengo una ligera obsesión. Con los aceites. No los que uso para cocinar (aunque con esos también). Con los aceites que me pongo en la cara.

Si, si. Eso hago. Ponerme aceites en la cara (hasta aceite de hígado de bacalao. Fermentado).

Hace años, me hubiesen entrado los siete males sólo de pensar en ello. Mi primer criterio para los productos de cuidado facial era que todo fuese extremadamente “oil-free” porque pensaba que así evitaría pasearme por la vida como un enorme grano (grasiento) con patas. Mejor no te lo imagines. Y a cada nuevo grano que me salía, cualquier cosa que pudiera aportarme más grasa era satán.

Pero maduré (un poco), cambié mi alimentación y con ello muchos prejuicios. Y le di una oportunidad al aceite. O más bien debería decir a los aceites. Porque, como dije al principio, si, tengo una ligera obsesión con los aceites. No sólo me han ayudado a equilibrar e hidratar mi piel, también me han igualado el tono, han acabado con los brotes de acné y quistes, y han hecho desaparecer hasta la última cicatriz.

Así que en esta lista van mis top 3. Son los aceites que me han ayudado a conseguir y mantener una complexión lo más limpia y luminosa que he tenido desde mi más tierna infancia. Allá vamos.

Aceite de Tamanu

El aceite de tamanu, extraído del hueso del fruto del árbol que crece en el Sudeste Asiático, y lleva el mismo nombre, es un aceite maravilloso que todos deberíamos incluir en nuestra rutina de cuidados faciales. Si me has conocido en estos últimos años, te resultará difícil creer que me he pasado prácticamente toda mi veintena con acné quístico en la cara, que por supuesto me dejaba con cicatrices muy poco favorecedoras.

Precisamente por esa razón, hace años, comencé a usar aceite de tamanu. Si bien el acné, a medida que iba solucionando los problemas hormonales y digestivos subyacentes, casi había desaparecido de mi rostro, no era el caso con todas las marcas que me había dejado de recuerdo. Y a día de hoy, puedo decir que todas esas cicatrices han desaparecido (incluso las más antiguas).

Este aceite, procedente de países del Sudeste Asiático como Sri Lanka, Malasia y Myanmar, se ha estudiado desde los años 30. Cada gota de este aceite contiene al menos 10 tipos de moléculas activas diferentes que ayudan a la piel a regenerarse. Las propiedades de estos compuestos son bactericidas, antioxidantes y anti-inflamatorios, e incluso alivian el dolor.

Pero el tamanu no sólo es una maravilla para pieles con acné o con cicatrices y marcas, también es ideal para pieles sensibles, eczema y dermatitis (que significa, literalmente, inflamación de la piel), además de como tratamiento anti-edad. En combinación con sus propiedades antioxidantes, reafirma la piel y reduce las estrías, ayuda a curar quemaduras y cortes, alivia las picaduras de insectos y además nos protege del estrés medioambiental que causa estragos en nuestra piel. También es un aliado extraordinario para combatir los daños causados por el sol como la hiperpigmentación y la pérdida de estructuras de colágeno y elastina que causan líneas de expresión, arrugas y falta de firmeza.

Es un aceite que se absorbe muy bien y deja la piel con una apariencia y tacto sedoso y suave. El aceite de tamanu sin refinar (que es el que te conviene usar para beneficiarte de sus propiedades reparadoras) debería ser un líquido bastante espeso y de color verde oscuro. Igual que los demás aceites, procura buscarlo de origen ecológico para asegurarte la mejor calidad y potencia, y que no esté diluido.

Puedes conseguirlo aquí.

Aceite de Marula

Un aceite que he conocido hace unos meses y que me tiene enganchada, no sólo a mí sino a muchas mujeres (y a algunos hombres) que conozco, es el aceite de marula.

Este aceite, que se extrae del hueso del fruto del árbol marula, es rico en ácido oléico omega-9 que penetra en tu piel de forma mucho más profunda que la mayoría de hidratantes. El resultado es una hidratación mucho más intensa y que dura más tiempo, pero sin dejar la piel grasa, ya que se absorbe rápidamente. En ensayos clínicos, se ha probado que el aceite de marula aumenta la capacidad para mantener la hidratación de la piel.

También es un aceite rico en antioxidantes protectores que protegen frente al envejecimiento prematuro, y una excelente fuente de vitamina C y E, ayudando a reafirmar e iluminar la piel, además de protegerla del estrés medioambiental. Más protección antioxidante = piel con aspecto más juvenil y una mejor defensa frente al envejecimiento prematuro de la piel. Y yo encantada. Que en breve cumplo años.

Este verano, he estado usando mucho este aceite, ya que es excelente para reparar los daños por exposición al sol, neutralizando radicales libres y ayudando a reconstruir el colágeno. En invierno, nos aportará una hidratación profunda, para luchar contra los efectos deshidratantes de las calefacciones y los contrastes de temperaturas, reducir las rojeces y mejorar la elasticidad de la piel.

Te aconsejo usarlo justo después de lavarte la cara. Como se absorbe tan profundamente en tu piel, facilita la asimilación de otros productos que te apliques junto con este aceite, ya que los principios activos podrán penetrar más profundamente sin irritar la superficie.

Va muy bien para todo tipo de pieles, pero te encantará si tienes la piel especialmente deshidratada o sensible. Y no sólo es fantástico en tu piel, como serum para el cabello es ideal, ya que no lo deja graso.

Puedes conseguirlo aquí.

Aceite de Semilla de Espino Amarillo

¿Todavía no conoces este aceite? Entonces presta atención, porque te va a conquistar. El espino amarillo es un arbusto que crece en el norte de Europa y en Asia y tiene unos frutos casi mágicos para las pieles secas e irritadas. El aceite de espino amarillo se está usando desde hace mucho tiempo en Rusia y en Europa del Este, para proteger la piel frente a su climatología glacial y tempestuosa.

Este aceite tan especial está repleto de nutrientes: carotenoides (vitamina A, licopeno, luteína y zeaxantina), vitamina E, omega 3, 6, 7 y 9 y flavonoides como la quercetina. Estos últimos, además de los ácidos grasos omega, lo convierten en un gran anti-inflamatorio. No sólo eso, sino que inhibe el desarrollo de varias bacterias (Bacillus cereus, B. coagulans, B- subtilis, Listeria monocytogenes y Yersinia enterocolitica) convirtiéndolo en un tratamiento bactericida y anti-inflamatorio ideal para el acné, la rosácea y el eczema.

Precisamente por estas mismas propiedades, se recomienda también para el botiquín. No lo he probado personalmente, pero he leído que aplicado a quemaduras y heridas aumenta la tasa de formación de piel nueva, haciendo que la cicatrización sea más rápida y menos dolorosa.

Los antioxidantes presentes en el aceite de semilla de espino amarillo ayudan a prevenir los daños causados, tanto por nuestro entorno externo como por nuestros procesos metabólicos, su vitamina C estimula la producción de colágeno y ayuda a reducir las manchas solares, y la luteína, el licopeno y la zeaxantina aumentan la hidratación y mejoran la elasticidad de la piel.

Busca el aceite de semilla de espino amarillo de la mejor calidad posible: a cuanta más altitud crezca el arbusto, más potencia tendrá el aceite. También es muy importante el proceso de extracción, siendo el más suave la extracción supercrítica con CO2.

He probado varias marcas hasta dar con una que aparte de ofrecer resultados evidentes, no te deja la cara como el Naranjito del mundial del 82 (literalmente – al menos hay una persona que leerá este artículo que sabe bien de lo que hablo). No es un aceite barato, pero sólo necesitarás usar 3 gotas y el frasquito te durará una eternidad. Combínalo con uno de los otros aceites de este artículo o añádelo, en la palma de tu mano, a tu crema de día y de noche, y notarás los efectos en pocas semanas. Verás cómo el tono de piel se va igualando, iluminando y suavizando. Yo he notado cambios muy positivos al añadir este aceite tan especial a mi rutina.

Puedes conseguirlo aquí.

Antes de finalizar

No quiero despedirme sin antes recordarte que unos buenos cuidados faciales no dependen únicamente de un sólo ingrediente, ni exclusivamente de lo que te pongas sobre la piel. Puedes combinar estos tres aceites, como hago yo, y añadir productos como el Beauty Balm (otro de mis fieles compañeros desde hace años) o cremas con ingredientes lo más limpios posible, como las de Acure. Pero recuerda que la belleza siempre empieza desde dentro, y factores como equilibrar las hormonas, resolver problemas digestivos y tener una hidratación adecuada son fundamentales para lucir una piel limpia y luminosa.

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Referencias

Characterization of a cosmetic raw material „Tamanu Oil“ from French Polynesia: physical and chemical properties, chemical composition and bioactivity
Tamanu (Calophyllum inophyllum) – the African, Asian, Polynesian and Pacific Panacea, International Journal of Cosmetic Science
Eczema: Causes, Symptoms and Treatments
Cytoprotective effect against UV-induced DNA damage and oxidative stress: Role of new biological UV filter
Anti-inflammatory effects of Calophyllum inophyllum L. in RAW264.7 cells.
Oleic acid, a skin penetration enhancer, affects Langerhans cells and corneocytes