3 Corazones. Ya lo dijo Machín.

Publicado en opinamos / por Sergio A. T. / el 27 octubre, 2015 a las 4:24 pm /

Aquella tonada que cantaba Antonio Machín hablaba de un solo ‘Corazón loco'; eran otros tiempos, pero lo cierto es que aquel hombre que amaba a dos mujeres casi seguro que no era el único con corazón en ese triángulo de sentimientos. Caminando a paso ligero tras salir del cine—la lluvia en Madrid quema, ojo—, vino a mi memoria este bolero, y es que, ‘3 corazones’, no viene a descubrir nada que no se haya visto a lo largo de la historia en esto de los amores divididos. No obstante, del mismo modo que no hace falta reinventar el salmorejo, en esto del cine tampoco es necesario irse a la vanguardia para contar una buena historia.

Desde los primeros compases de la película, uno puede sentir como el director Benoît Jacques no sólo se acerca mucho con la cámara a los personajes, sino que también es capaz de mostrarnos las emociones y sentimientos con una gran sutileza; gracias también en gran parte, al buen trabajo de la pareja protagonista Benoît Poelvoorde y Charlotte Gainsbourg, así como unos secundarios con peso como en el caso de la genial Catherine Denueve. Estos aspectos, unidos a la naturalidad con la que la historia avanza, consiguen introducirnos en el clásico melodrama amoroso: un hombre, dos mujeres, y muchas casualidades incontrolables que juegan con el destino de los personajes.

Gran parte de que ‘3 corazones‘ funcione en casi todo, radica precisamente en asumir que no va a descubrir nada que no se haya visto antes de una forma u otra; aunque claro, por el mismo hecho, el factor sorpresa de un giro inesperado o un desenlace espectacular, simplemente no se dan. ¿Es entonces una película de las que merecen la pena u otra historieta amorosa para un domingo a las cinco de la tarde? En realidad no hay una respuesta sencilla a esta pregunta, quién lo diría… quizás no sea una gran obra pero tampoco ningún bodrio.

Creo que tengo el corazón partío pero antes de finalizar esta ambigua reseña, diré que yo no me aburrí, y que la historia no decae gracias a la tensión que se crea en esos pequeños acontecimientos que el espectador espera que sucedan de un momento a otro, convirtiéndose casi en un thriller sentimental si se admite el género. En fin, qué mejor manera de descubrir si merece la pena o no, que acercándose a algún cine ahora que empieza a hacer fresco en la calle.

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