Revista Ebusiness

3 Errores de Emprendedor Novato que Tú No Deberías Cometer

Por Vmartinp @vmdeluxe

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Error

Cuando emprendes por primera vez sueles equivocarte mucho -o al menos en mi caso me equivoqué mucho- y eso es algo por lo que la gran mayoría de emprendedores pasamos en un momento u otro. En realidad equivocarte no es malo, es bueno siempre y cuando saques la parte positiva y sepas aprender de la situación.

Equivocarse está bien, es como debería ser para poder entender qué es lo que está mal y qué es lo que falla, pero muchas veces cuesta ser positivos y sacar conclusiones esperanzadoras.

Yo mismo sufrí en mis propias carnes el desánimo y la derrota, pero aquí estoy, porque aquel día en el que me sentía el tío más tonto del mundo por haber fracasado decidí no tenérmelo en cuenta y volver a probarlo.

De todas formas también te digo que cometí algunos errores que me hubiese gustado no cometer. Si pudiese rebobinar hacia atrás y volver a darle al PLAY sin duda lo haría.  Más que nada porque en ocasiones lo que te juegas no es tu dinero o tu tiempo, te juegas tu estado de salud. Si piensas que estoy exagerando es porque no has vivido ninguna situación realmente complicada.

Te cuento 3 de los errores que más me marcaron y que casi me cuestan mi salud:

1. No elegir bien a mis socios

Hace unos años decidí apostar por un negocio que a mi parecer me podía reportar buenos beneficios. En aquel momento yo tenía un negocio que funcionaba bien pero no me acababa de sentir realizado con él.

Con un amigo de toda la vida traté de lanzarme en ese proyecto. Formé una empresa con él, que había sido comercial toda su vida profesional, por lo que la tarea comercial (que es la que menos me gusta a mí) quedaba bastante resuelta.

El problema vino cuando al trabajar codo con codo con ese amigo mío me dí cuenta de que eramos muy diferentes, hasta tal punto de que las expectativas de negocio que en un principio teníamos claras los dos dejaron de estarlas.

¿Qué ocurrió? Que cuando yo no me conformaba con ganar 30, a él le estaba bien ganar 10. Expectativas completamente diferentes, con lo que las cargas de trabajo que asume cada uno también son desproporcionadas. Acabas haciendo mucho más, dando más de ti y asumiendo más trabajo del que te toca, con lo que tu salud se acaba resintiendo y tus relaciones con tu familia y seres queridos también.

Moraleja: antes de asociarte, has de estar muy muy seguro de cómo son las otras partes y cuáles son sus expectativas. Te puedes llevar sorpresas muy desagradables.

2. Repartir a partes iguales

Quítate la idea de la cabeza de que si montas algo con alguien ha de ser a partes iguales. ¡Rápido! ¿Todavía lo tienes en mente? Pues estás muy equivocado… y eso es lo que me pasó a mí. Si tú te implicas mucho más o aportas más valor que otra de las partes ¿por qué motivo has de ir a partes iguales con el resto? Ese bajo mi criterio es un gran error.

Desde que comprendí esto, todo lo que he hecho desde entonces ha sido repartir en función del nivel de implicación de cada uno. Puede parecer de mala persona, pero si tú eres el que tira del carro, lo más lógico es que seas tú el que más gane.

Moraleja: la repartición de acciones nunca ha de ser a partes iguales a no ser que esté muy claro que la implicación y aportación de las partes será la misma.

3. Perder el tiempo con posibles clientes

Una buena práctica que me gusta llevar a cabo con mis clientes es el hecho de ir a conocerlos personalmente. Mis clientes lo saben porque siempre antes de firmar cualquier acuerdo es algo que explico y dejo claro. Tanto si el cliente es de A Coruña, como si es de Valencia, Madrid, Barcelona o Bilbao, a mí me gusta ir a visitar al cliente, que me conozca personalmente y conocerlo a él. Creo que es bueno saber con quién trabajas y es una práctica que no dejaré de hacer nunca.

La cuestión es que antes cuando veía posibilidad de captar a un nuevo cliente, trataba de organizar una reunión con él para ver cuáles de mis servicios podían serle útiles y ver de qué modo podíamos colaborar. Esta es una buena práctica pero que llevada fuera de tu zona puede resultarte cara e inútil. En mi caso tuve mala experiencia porque muchas veces el cliente no estaba tan interesado como me hacía creer o incluso trataban de cambiarme la fecha de la reunión el mismo día.

Moraleja: da la máxima atención a los clientes que realmente lo merezcan y mímalos como su fuesen tu gran tesoro, pero no des más de lo que se merece a quien sólo te quiere hacer perder el tiempo.

Como ves estos son los 3 errores que más me han marcado. Espero que te sean útiles y tú no caigas en los mismos errores que caí yo en su día. ¿Hay algún error que te gustaría compartir? Espero que así sea y lo compartas con todos nosotros.

Photo credit: http://www.flickr.com/photos/nickwebb/3016498475/


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