Revista Ciclismo

Por Rafael @merkabici

La intención es aclarar un poco las dudas sobre cómo disminuir los riesgos cardiacos en el ejercicio físico. Anualmente en España más de cien deportistas se mueren cada año en caso de muerte súbita, según los datos indicados por la Sociedad Española de Cardiología. Se entiende por muerte súbita MSD la que se presenta durante el ejercicio o después de este.

Causas de la muerte súbita

Las causas resultan siempre diferentes en cuanto a la edad, siendo más común en personas de más de 35 años la cardiopatía isquémica, mientras que por debajo de los 35 resultan comunes las alteraciones genéticas y congénitas.

Pruebas recomendadas

Las pruebas de esfuerzo se suelen recomendar para todo deportista, sin importar el deporte que realice, pero muchas veces no resulta suficiente para evitar la muerte súbita.

Para poder aclarar este tema se le ha pedido opinión al médico especialista en reanimación, anestesiología y con un diplomado en la FIFA Football Medicine, Jon Ros Añòn, quien ha indicado que es completamente evidente que los sujetos que sufren de una cardiopatía presenta un riesgo mayor a morir de forma súbita durante los esfuerzos deportivos, por lo que es indispensable realizar pruebas en donde se descarte la existencia de dichas cardiopatías.

De no existir evidencia de la cardiopatía, se puede realizar el deporte que se desee, siempre que sea dirigido por un entrenador profesional.

En el segundo punto, no existe prueba que pueda evitar una muerte súbita de forma absoluta, lo que se hace con ello es una prevención, realizando el reconocimiento médico del deportista de la mano de un especialista en medicina que debe seguir las guías que las sociedades científicas con anamnesis proponen, en cuanto a exploración física y aplicación de electrocardiograma en reposo (ECG).

De resultar sospechoso el ECG o positivo el deportista debe ser remitido a un cardiólogo que tenga certificada experiencia en medicina deportiva, de manera que realice todas las pruebas necesarias como un ecocardiograma, una prueba de esfuerzo, entre otras.

En el caso de que los hallazgos hayan sido significativos en cuanto a enfermedades cardiacas, se deben realizar pruebas más profundas tales como, la ecografía transesofágica o ecografía de esfuerzo, el holter de ECG, radiografías, tomografías cardiacas, resonancias magnéticas, estudios electrofisiológicos, cateterismo cardiaco, estudios analíticos. Para ello el médico a tratar lo debe indicar.

La Sociedad Española de Medicina del Deporte ha expuesto ciertas recomendaciones en un documento en el cual indican realizar un RMD con una anamnesis que sea orientada a las características del sujeto, además una exploración física en donde se realice auscultación y toma de la presión arterial, el pulso periférico y también un electrocardiograma en reposo de 12 desviaciones, que sea interpretado tomando en cuenta las normas internacionales de consenso para la interpretación de electrocardiogramas en los deportistas.

De forma orientativa, se muestran las recomendaciones en la realización del RMD, en el que se considera como obligatorio para iniciar a practicar una actividad física deportiva en todos los contextos de sexo, edad, nivel de práctica deportiva y carácter competitivo, entre las que se pueden mencionar:

  • En escolares que se encuadren un marco competitivo a nivel federativo debe realizarse cada dos años.
  • En deportistas de competición, debe realizarse cada dos años.
  • En deportistas profesionales de alta competición deben realizarse las pruebas de forma individual por lo menos una vez al año.
  • En adultos que realicen actividades por recreación o de manera aficionada, dependiendo de la intensidad, el deporte y el volumen, debe hacer de forma anual o de forma bianual.

En el caso del deportista de ámbito profesional que se presentan en competencias a nivel internacional, además del contenido de RMD, deben realizarse de manera sistemática algunas pruebas de esfuerzo con un registro de electrocardiograma y ecocardiograma Doppler, como mínimo.

Este tipo de recomendaciones en el que se indica los electrocardiogramas de esfuerzos en los deportistas varones sin síntomas con más de 35 años de edad o con factores predisponentes a la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, que tienen riesgos de incidentes coronarios antes de las realizar prácticas deportivas.

De igual forma ocurre en el caso de las mujeres sin ningún síntoma que tengan unos 45 años o más, que tengan riesgos cardiovasculares.

La importancia del ejercicio para la salud

Nunca debe olvidarse la importancia del ejercicio físico para mejorar la resistencia aeróbica, que a su vez tiene un efecto significativo en la salud del sistema cardiovascular, de igual forma el exceso puede ser perjudicial. Por ello tanto pruebas como ejercicio deben ser realizados de forma progresiva, determinando las posibles alteraciones que se pueden presenciar en los diferentes sistemas.

Aunque las pruebas no puedan evitar una muerte súbita, se podría disminuir el riesgo si se consiguen posibles alteraciones que puedan ocasionar este tipo de incidentes que podrían acabar con la vida de cuales deportista de forma inesperada.


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