30 Rock, nunca te olvidaremos

Si no has terminado de ver 30 Rock, no sigas leyendo. Esta entrada tiene muchos spoilers sobre los dos últimos episodios.

Se acabó lo que se daba. Tras siete temporadas en antena, una de las mejores comedias de los últimos tiempos dijo adiós el pasado jueves para siempre. 30 Rock se despidió de su público con la mejor audiencia de los últimos dos años y lo hizo por todo lo alto, con un doble episodio. 42 minutos de risas y… llantos.

Sí, es curioso cómo una comedia que te ha hecho reír tanto te puede tocar la fibra sensible en sus últimos diez minutos, pero es lo que consiguió conmigo.

El primer episodio, Hogcock, sirvió para ver cómo Liz (Tina Fey) no sabía qué hacer con su tiempo libre, Criss (James Marsden) prefería que su mujer trabajara y él cuidar a sus dos hijos adoptivos (esos pequeños que, como se vio en el episodio anterior son Tracy y Jenna en miniatura), Jack (Alec Baldwin) no era feliz y quería serlo porque su madre así lo deseaba, Kenneth (Jack McBrayer) tenía una idea muy clara de qué programas hacer en la NBC (el bueno de Ken acaba como director de la cadena), y Jenna (Jane Krakowski) intenta decidir qué paso dar a continuación.

¿Y Tracy? Tracy (Tracy Morgan) trata de no llegar a los 150 programas del cancelado TGS para cobrar treinta millones de dólares, mientras Liz trata por todos los medios de que lo haga, más que nada por todas las cláusulas de sus contratos.

Y así, en el último episodio, Last Lunch, asistimos también al último programa de TGS el que Tracy no quería hacer porque probablemente no vería a ninguno del equipo nunca más. Esa conversación de Liz y Tracy, serio por primera vez en siete temporadas, fue de lo más emotiva.

No menos la de Jack y Liz cuando él da un rodeo para decirle que la quiere y se lo acaba diciendo ella primero para abreviar un poco; o la despedida de Tray y Jenna en pleno escenario vestidos de Hitler o la canción que la señorita Maroney canta en homenaje a la propia serie (solo hay que cambiar Rural Juror por 30 Rock y voilà).

Siete años finalizados por todo lo alto, con alguna que otra puyita a la NBC para no variar y dejando un muy buen sabor de boca. Gracias 30 Rock.