Revista Decoración

35 + 1

Por Palmichula @PALMICHULA
35 + 1Fotografía: Cosas de Palmichula

Hoy, hace unos cuantos años que vine al mundo, mi madre siempre dice que antes de ver u oír nada, experimenté el temblor repentino de una fría madrugada de otoño y el improvisado consuelo de una manta de lana... También cuenta, que mi padre, inicialmente esperanzado con que yo fuera el niño con el que formar la tradicional parejita, quedó tan prendado de mis encantos, que sus labios se sellaron para siempre, y nunca más se abrieron, para manifestarse al respecto, en 36 años.

En estos días, en los que con motivo de mi cumpleaños he compartido tantas cosas bonitas, y dando la razón a los que definen a los nativos de Libra como aspirantes a lograr el equilibrio y expertos en contrariarse, he realizado balance de lo que me ha sucedido a lo largo, de la que sin duda, ha sido una de las décadas más importantes de mi existencia. 

Años, en los que he tomado decisiones cruciales que han marcado mi vida para siempre...

A los 30, tome la ACERTADA iniciativa de casarme, y viví con emoción e incertidumbre un cambio que para ninguna pareja está exenta de dificultades. 

Amar, compartirlo todo, formar un hogar, y trazar una línea, que resultará de un compendio entre lo que se es y lo que se ha experimentado con la propia familia.
Formar un todo armónico, procurando que ninguno cambie y que se preserve el encanto de la etapa de noviazgo, es tarea difícil pero muy gratificante... 

A los 31, mi dedicación y esfuerzos se centraron en exclusiva a mi nueva casa, crear un espacio donde sentirme protegida, cobijada y plenamente identificada... 

Los 32, los recuerdo como una lucha de integración con mi entorno... Una verdadera batalla interior y un temor constante a verme obligada a dejar de ser yo para sentirme aceptada...

Los 33, supuso la etapa en la que me di cuenta de que la vida era otra cosa... Claros y oscuros que se suceden... Donde lo importante es tomar la iniciativa, ser valiente y realista, pero donde los sueños siempre tienen cabida...

Los 34, coincidieron con mi etapa creativa, bajo la necesidad imperiosa de expresar y materializar ideas y sensaciones nació "COSAS DE PALMICHULA"

Los 35 ha sido el año de "DARSE CUENTA" y de decidir actuar en consecuencia... Me he dado cuenta de tres cosas muy importantes...

- Que tenemos todo el derecho de desear lo que queremos nos suceda, pero debemos asimilar que no tenemos potestad para controlar el rumbo.

. De ahí la importancia de reinventarse y tomar consciencia de un futuro incierto, con un único objetivo, ser muy muy feliz y procurar la felicidad de los que te rodean.

- Que es un error pensar a lo grande, las grandes aspiraciones deben forjarse a base de los pequeños logros y los bellos detalles del día a día.

- Que aun quedan seres verdaderamente especiales que son capaces de hacer de la sensibilidad un lema y con los que quiero tener el privilegio de toparme.

A los 35+1, pasado el ecuador de la treintena, tan sólo puedo deciros que me aproximo a la cuarentena un poco más joven, más dura, más luchadora, más realista, más afortunada y más soñadora... con muchas muchas ganas de sonreir, llevarme conmigo las sensaciones positivas y desprenderme con fruición de las tóxicas.

A los 35+1 sólo puedo deciros gracias a todos por dedicarme un momento de vuestro precioso tiempo.

A los 35+1 sólo puedo decir que te quiero, Victor, y que cada minuto juntos es para mi el mejor de los regalos.

Para sintetizar esta pequeña reflexión, os dejo con la obra del fotógrafo Manuel Cosentino

Una interesante secuencia que muestran un escenario muy dispar, sujeto al imprevisible capricho del tiempo.
Sin embargo, al fondo, una pequeña construcción, se mantiene integra, alimentándose de los recursos que le ofrece el paisaje que le ha tocado vivir, conservándose siempre bella y sencilla...

Un abrazo, desde "COSAS DE PALMICHULA"


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Fuente Fotografías: COLOSSAL

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