Revista Coaching

356.- “El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional."

Por Ignacionovo
356.- “El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional.Autor: Maurice Maeterlinck. La ‘Camisa de hierro’ (en mandarín Qigong) es un “sistema chino de entrenamiento físico y mental para la salud, que trabaja la energetización del tejido conjuntivo.” Incluye los ejercicios de cambio del músculo y tendón (Yijinjing) y los de limpieza de las médulas óseas (Xisuijing). Este método parece provenir del templo Shaolin y de las enseñanzas de Da Mo (Bodhidharma), y su objetivo es endurecer el cuerpo para hacerlo resistente a los ataques.
Me gusta como metáfora la camisa de hierro y su propuesta del endurecimiento físico y mental, aunque algunos se preguntarán que para qué someterse a un proceso de fortalecimiento, si no pretenden combatir; pues por ejemplo, para resistir mejor el sufrimiento, la adversidad y los diferentes percances que nos ‘regala’ la vida de cuando en cuando.
Parece un hecho contrastado que cada vez tenemos una mayor intolerancia al sufrimiento y en el mismo momento en el que se presentan los problemas, recurrimos a variadas formas de mitigar cuanto antes el dolor. Habitualmente son pastillas, no en vano, y por ejemplo, cada año se venden en España 65 millones de ansiolíticos y antidepresivos.
Los fármacos son, siempre bajo prescripción médica quede diáfanamente claro, una opción razonable, porque no estamos aquí tampoco para sufrir y experimentar un dolor angustioso permanente; el problema reside en su empleo no como último recurso y tras haber agotado otras posibilidades, sino a las primeras de cambio tras la más mínima frustración o desazón que sintamos o a la primera ocasión que no nos salgan las cosas bien.
Si situamos el umbral de dolor (la intensidad mínima de un estímulo que despierta la sensación de dolor) cada vez más bajo, llegará el día en el que necesitaremos pastillas hasta para los efectos de un pellizco y no creo que ese sea el camino.
Bien es cierto que muchas veces el dolor es un misterio, porque no todos lo sentimos de la misma forma y lo que para unos resulta intolerable, para otros es llevadero y porque hay dolores que producen angustia, depresión, lágrimas y hasta náuseas en ciertas personas y sin embargo en otras no, pero, y vuelvo al principio, deberíamos tratar de reforzar nuestra resistencia al dolor como forma de crecimiento, si bien no recibiendo golpes gradualmente más fuertes como propone la citada técnica china, si tratando de sobrellevar lo que nos ocurra con un proceso adecuado de los sentimientos y siguiendo, sin evitar ninguno, los pasos de esta pauta: sentir, soportar, superar… y seguir.
Reflexión final: Hay cosas que inevitablemente hay que llorar y que nos producen un dolor tan lacerante, que se deben sentir plenamente, pero hay otras que no merecen ni dolor ni sufrimiento, sólo olvido y superación. Y creo que el olvido y la superación no viene en pastillas.

356.- “El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional.

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