Revista Coaching

368.- “El talento es un bien tremendamente barato, más barato que la sal de mesa…”

Por Ignacionovo
368.- “El talento es un bien tremendamente barato, más barato que la sal de mesa…”“...lo que separa a la persona con talento de la exitosa es un montón de trabajo duro y el estudio; un proceso constante de perfeccionamiento. El talento es un cuchillo sin filo que corta nada a menos que se ejerza mucha fuerza.” Autor: Stephen King.
La frase de hoy es concluyente en sus términos y de ella puede deducirse una inapelable verdad: con el talento sólo no llega.
Vivimos rodeados de talento, aunque en muchos caos inerte. Sin ir más lejos yo mismo todos los días, me cruzo con gente excepcional en algún sentido. Gente brillante, original, creativa, ocurrente, sagaz y que, sin embargo, es incapaz de explotar y aprovechar todo ese potencial o lo dedican a causas insustanciales. Y piensas: si esta persona o aquella, pusiera su talento al servicio de un empeño de envergadura, alcanzarían las estrellas, pero no lo hacen y se contentan con pisar charcas cuando deberían surcar océanos.
Podríamos afirmar que hay gente que se contenta y se conforma simplemente con el hecho de pensar que tienen talento. Bien, ¿y qué?; como otros cientos de miles o de millones. Tienes talento pero la clave es, ¿qué haces con él?, porque el talento no se basa en tenerlo, sino en saber aplicarlo, desarrollarlo y ejercerlo.
Hay ejemplos esclarecedores. El deportista que posee un talento innato en su especialidad y que sucumbe ante un rival con menos ‘dones naturales’, pero a cambio, más capacidad de lucha. O el actor que desdeña papeles que “no están a su altura” o a la altura del talento que cree tener, y deja escapar oportunidades maravillosas para ejercer con brillantez su oficio, sin apercibirse que, en realidad, no hay papel pequeño y sólo hay actores incapaces de engrandecerlos.
¿Cuál es la persona de tu entorno que hayas conocido, o que conozcas, con mayor talento? ¿Hasta dónde le ha alcanzado ese talento? Comprobarás que sin otras cualidades como el esfuerzo, la disciplina o la capacidad de superación… no demasiado lejos a largo plazo.
El talento, aparte de su significado etimológico (balanza o peso), también fue moneda de curso en Grecia y Roma. Y es curiosa la alegoría que podemos hacer, porque todos llevamos monedas encima. Algunos las gastan y las rentabilizan, duplicando su valor, y otros las malgastan en un absurdo despilfarro. Algunos con pocas hacen milagros y otros con muchas no hacen nada. Pero hay una diferencia crítica entre ambos talentos: guardar tus monedas puede ser una buena decisión como medida positiva de ahorro, pero ya me dirás de qué te sirve guardar tu talento…
Reflexión final: no desperdicies ni uno de tus talentos. Exprímelos, exprímete y agota la reserva de lo que tienes y no pases por la vida como alguien que podía haber sido o haber hecho y sin embargo, no se esforzó ni por ser ni en hacer.

368.- “El talento es un bien tremendamente barato, más barato que la sal de mesa…”

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