Revista Cultura y Ocio

4 años.

Publicado el 24 octubre 2015 por Missmary0592

Eran las 8 am. Había pasado muy mala noche, me dolía mucho la espalda, el vientre, tena calambres, pero eran calambres diferentes. Nunca habia sentido dolores así. Creo que no volveré a sentirlos.

A las 8 am, como ya decía, me sente placidamente a comer. No se porque tenía tanta hambre. Me comí una arepa con queso y jugo de pera. Lo recuerdo perfectamente. Y de repente, me había terminado la arepa cuando senti que me orinaba. Si! Me orinaba!

Le grite a mi esposo que me había orinado. Su cara era un poema total. Me dijo “no te orinaste, creo que rompiste fuente. Vamos a llamar a la Dra”. La verdad es que no entre en panico, no senti miedo. Y eso es lo más sorprendente, porque durante todo mi embarazo mi mayor miedo era que se me presentaran los dolores de parto en la calle, en un taxi, en el supermercado… Y que los dolores fuesen así como en las películas, que parece que la actriz en vez de dar a luz la estuviesen matando. Además tenía la “amable” referencia de mi abuela diciendome “ay no mija, parir es lo mas horrible del mundo”.

Con todo y eso, me levante de la mesa. Me bañe, me cambie de ropa, llene un bolso con ropa para mi y ropa de bebe. La coloque en la puerta y me sente en el cuarto. No se porque recuerdo tener tanta “serenidad” o tanta, no se, como si no fuese nada del otro mundo. Es decir, IBA A DAR A LUZ y yo estaba como si fuese a sacarme la sangre.

Aparecio mi esposo y me dijo que la Dra estaba de vacaciones fuera de la ciudad pero que ya había hablado con otro Dr para que atendiese mi parto. Ni siquiera en ese momento senti nervios, seguía totalmente impacible. Le dije “Ok. Nos vamos ya o esperamos mas?” Mi esposo me miro, me agarro el bolso y me dijo “vamonos ya”.

Llegamos a la clinica y yo, no se porque, no sentía tanto dolor. En mi mente seguía pensando en las películas y la parturienta gritando como loca, quejandose, maldiciendo a todo el que se le acercaba… Sentía dolor, sobre todo en la espalda y cierto calambres en el vientre, pero nada mas. Los calambres iban y venian, como una ola, nunca se iban solo bajaban de intensidad, pero realmente era muy sorportable.

Llegamos al consultorio del Dr. Me pidio mi ultima ecografia, me hizo preguntas basicas ¿edad? ¿es primera vez? ¿cuando comezaron los dolores? ¿hace cuanto rompiste fuente? Y yo contestaba de lo mas normal. Me dijo “ve al baño, quitate la parte de abajo, colocate la bata y acuestate en la camilla” Eso hice. Me hzo la cosa esa que llama “tacto” que no tiene nada de tacto y me dijo que efectivamente estaba dilatada y lista para irme al partitorio pero antes…

Debía hacerme una ecografia para ver como estaba la bebe. Me hizo la ecografia y me dijo “la bebe esta bien de tamaño, pero creo que uno de sus pulmones no esta del todo desarrollado” Y ahi, por primera vez en toda la mañana, en todo mi embarazo sentí miedo. Mucho miedo.

Le pregunte si eso era malo, o mejor dicho que tan malo era y su respuesta no me ayudo “Bueno, tenemos que esperar a que nazca. Quizás pueda estar bien o pueda necesitar estar en una encubadora. Lo primero es sacarla de allí”

Llame a mi madre. En todo la mañana no había llamado a nadie, ni a mi abuela, ni a mi mamá, ni a mi papá. Creo que me habia olvidado que tenía familia.

Entre la consulta con el medico y el momento de mi “entrevista” con la anestesiologa pasaron como 2 horas. Los calambres ya eran mas seguidos, mas dolorosos y eran como olas mas grandes, es decir, el pico de dolor era mas doloroso y la parta baja de la ola era menos baja. Dolia todo el tiempo pues. Estaba notando las piernas hinchadas, y algo dormidas.

Aparecio la anestesiologa. Al verme las piernas me ha dicho “Pero mujer ¿porque no te han puesto ya a dar a luz?” Y se lo he contado. “Verá Dra, el ginecologo me pregunto si quería dar a luz o hacerme una cesarea. Le he dicho que cesarea. Me pregunto que si había comido y le dije que si. Entonces me dijo que eso estaba mal, que debía esperar unas horas y bueno, aqui estoy, esperando”

Me hicieron las tipicas preguntas pre operatorias. Y, no se en que momento, ya me habia despedido de mi esposo y estaba en un quirofano, con un frio que te meas y con un montón de gente alrededor. La anestesiologa me dijo “Doblate lo mas que puedas, no te muevas por mas dolor que sientas, vas a sentir un cosquilleo y algo de dolor” No fue un cosquilleo, fue electricidad pura. Pero pasado el dolor y la electricidad, ya no supe nada más.

Cuando me acostaron, sentí muchas ganas de vomitar. Muchisimas. Me dijeron que era normal por la anestesia. Me quede alli acostada. No escuchaba nada. Y le pregunte a la enfermera “cuando van a comenzar?” Y me dijo “Ay mi niña pero si hace 10 minutos que empezaron!” La verdad es que ni siquiera senti nada. Hasta que la escuche.

Era mi bebe. Mi hija. Me la mostraron envuelta en unos trapos como verde, parecian como retazos de las batas que usan los medicos para operar, a lo mejor era eso. Ella lloraba mucho y yo quería agarrarla y la enfermera me dijo “No, hay que limpiarla y la pediatra tiene que verla” y yo pensaba “pero coño yo quiero verla. Ella es mia”. En fin, paso un rato y me dijeron que ya esta, que me iban a llevar a la habitación. Le pregunte a la enfermera por la bebe y me dijo “ella esta bien” con toda la sequedad de la vida.

Desde que sali del quirofano hasta que pude ver a mi bebe pasaron 3 horas. La verdad es que en esas tres horas solo estuve sola en la habitación. Eso me preocupo porque pense que si mi esposo no estaba allí, estaba con la pediatra mientras veían a la bebe. Y me daba miedo. Quería pararme, ir a verlos, ver que pasaba. 

Al fin aparecio la enfermera con mi esposo, mi bebe venia en una cunita pequeña. La enfermera la cargo y me la puso en los brazos, me dijo “debe tener hambre, debes darle el pecho” ¿me explico como? NO. La tuve en mis brazos un rato, era muy pequeña, muy fragil, muy flaquita. No era en absoluto como los bebes de la tele, que parecen unas muñecas: gordos, con mucho pelo, etc. No, ella era muy blanquita, muy delgada, fragil. Aunque la enfermera me dijo que había pesado 2 kg 800 gr, no me lo crei del todo, era como demasiado liviana para ser casi 3 kilos.

Eso si, era preciosa. Bueno es preciosa. Tenia los ojos abiertos, aunque sospecho que no veía nada en absoluto o al menos nada claramente. Me daba miedo tocarla y que se contaminara, que se enfermara, que le rompiera la piel. Era una sensación rarisima. Me saque el pecho y según lo que había leido se lo puse cerca de la boca, ella inmediatamente trato de chuparlo. ERROR. Aquello dolio como el demonio. 

Aparecio la Dra. Me explico brevemente como debia darle el pecho. No fue muy fructifero pero la bebe estuvo mamando (y yo sufriendo) durante largo rato. Se durmio. La pusimos (digo la pusimos porque yo se la pase a mi esposo y él la coloco en la cunita). La enfermera aparecio y me dijo que podía comer algo, si quería. Lo que me apeteciera pero no fuese muy pesado ni tuviese mucha grasa.

Mientras mi esposo iba a comprarme de comer, aparecieron un sequito de enfermeras. Me dijeron “es hora de llevarte al baño, colocarte ropa interior, ponerte la medicina, colocarte sabanas nuevas…” Y fue uno de los momentos mas terrorificos de mi vida. La enfermera me ayudo a incorporarme, pero luego empezo Cristo a padecer. Me dijo “tienes que pararte sola”  Y ahí me dejo, que me levantara yo sola. Eso dolio como el demonio. Llegar hasta el baño también fue de terror. Sentarme en la poceta fue peor. Y cuando la enfermera me dijo “Hay que lavarte. Yo te paso el agua y tu tienes que irte lavando” Honestamente hubiese preferido hacerlo sola, o sea que me diese un tobo de agua y yo hacerlo sola, porque su presencia era practicamente inutil.

Luego del sufrimiento, cuando al fin estuvo de regreso en la cama, me toco otra toma del terror. La bebe se había despertado, se había hecho pupu y no paraba de llorar. Lloraba muy fuerte. Mi esposo le cambio el pañal, la cargo, la paseaba por todo el cuarto y la bebe segui llorando. Al final me resigne y le dije “Traela, debe tener hambre” Y comenzo la segundo toma del terror.

Esas tomas del terror fueron varias hasta la mañana siguiente. La pediatra me dijo que la bebe estaba bien, que aunque en la ecografia había mostrado que su pulmon estaba poco desarrollado, realmente estaba bien. No había problemas.

A las 9 am me habían dado de alta. Las calles de mi país fueron un gran inconveniente porque están muy mal, llenas de huecos y para alguien que lleva una cesare y un bebe, cada salto que daba el carro era una tortura. 

De ese día han pasado 4 años. Cada vez que veo a mi hija recuerdo ese día. Creo que el día en que ella nacio es el día que recordaré siempre. Su cara. Sus manitos. Sus piecitos. Todo. No necesito fotos para recordarlo, está grabado a fuego en mi mente.

Feliz cumpleaños mi niña. Ya eres “una bebe adulta” como tu dices. Y eres la bebe adulta mas dulce del mundo. 


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