Revista Cultura y Ocio

4 finales, 4 mitos

Publicado el 09 junio 2010 por Sextohombredigital
4 finales, 4 mitosSoy de los que piensan que una gran serie tiene que tener un gran final para acabar de definirse entre algo bueno y algo grandioso. Luego queda la opinión de cada uno, por supuesto, pero las cuatro series finale de las que os voy a hablar no dejaron indiferente a nadie.
Si no has visto Twin Peaks, A dos metros bajo tierra, Los Soprano o Lost te recomiendo que no sigas leyendo. Entren bajo su propia responsabilidad…
SPOILERS (Pero spoilers como la catedral de Burgos de grandes oigan)
Twin Peaks
Estamos hablando probablemente del germen de todas las series de género que se producen a día de hoy. David Lynch firmó una obra de arte que tuvo en sus primeros 9 capítulos la remesa de más calidad de la historia de la televisión. Una vez que el asesino de Laura Palmer quedó al descubierto, el propio Lynch descuidó en demasía la serie dejándola en manos de otros que no consiguieron mantener el nivel de calidad exhibido en las primeras entregas.
Aún así, Lynch cogió las riendas de su más perfecta creación para darle un final digno. Y no sé si lo consiguió a tenor de la gran polémica que suscitó en su día, con aquellos indescifrables minutos de Dale Cooper dentro de la habitación roja, y con una escena final con el propio Cooper sucumbiendo a las fuerzas del mal que no dejó a demasiada gente feliz. Perdónenme si les comentó que a mí me dejó más que satisfecho.
Lynchiano 100%

A dos metros bajo tierra
Mi ojito derecho. Puede que no sea objetivo, pero lo dudo mucho. Estamos hablando de la mejor serie creada hasta la fecha. Por todo, por sus personajes (TODOS), por su sensibilidad, por sus tramas tan a flor de piel, tan reales, tan cercanas. Y como no, por su ENORME final.
Estamos hablando de los 6 minutos más emocionantes y bellos que la televisión nos haya regalado nunca, acompañados de manera inmejorable por el tema Breathe me de Sia.
Lacrimógeno.

Los Soprano
Tony Soprano es mi personaje favorito de las series de televisión. Sin duda estamos hablando de uno de los más complejos y mejor interpretados de las últimas décadas. Pero no está solo, ya que a lo largo de 6 temporadas la familia Soprano y toda la mafia de Nueva Jersey formaron parte de nuestra vida cotidiana con una naturalidad aplastante difícil de entender.
Estamos ante otro caso de final polémico. El famoso fundido a negro con el que la serie nos abandonó no dejó satisfecho a la inmensa mayoría de sus seguidores. Sin embargo, más allá de la suerte que pudo correr Tony, yo me quedo con la tensión que David Chase consiguió crear en 5 minutos que pasarán a la historia de la televisión. Cada toma, cada plano, cada personaje, cada detalle, cada sonido, ese Lexus que Medow no consigue aparcar. Todo está perfectamente estudiado para que el espectador mantenga la tensión hasta que…
Si. Fundido a negro.
Maravilloso.

Lost
Dejo para el final la última y quizás más polémica de todos. Seis años negando que los pasajeros del Oceanic 815 estuvieran muertos o en una especie de purgatorio y al final casi nos la dan con queso. Vale, la isla no es el limbo y es “real”. Pero convertir esa realidad alternativa con la que nos han aburrido en la última temporada en la “sala de espera” de Jack no me parece la mejor de las soluciones para una serie que pudo ser mucho más grande de lo que será, simplemente por no tener un final a la altura.
Lo de las incógnitas que los amigos Lindelof y Cuse dejaron sin resolver llenaría decenas y decenas de páginas, y no conseguiría más que aumentar el malestar de los que como yo esperaban al menos saber que cojones significaba La isla, o los números, o la iniciativa Dharma, o...
Una pena.

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