447.- “Tienes perseverancia, Bertie. Tú eres el hombre más valiente que conozco.”

Autor: David Seidler (Guionista). A la muerte de su padre, el rey Jorge V, y tras la abdicación del rey Eduardo VIII, su sucesor en línea directa, (Jorge VI, coloquialmente Bertie), aquejado desde la infancia por un agobiante tartamudeo nervioso, asciende al trono como Jorge VI de Inglaterra. Su país se encuentra al borde de la guerra y necesita desesperadamente un líder, por lo que su esposa Isabel le pone en contacto con un excéntrico logopeda llamado Lionel Logue. A pesar del choque inicial, consecuencia de los mundos remotos que habitan, ambos se sumergen de lleno en una terapia poco ortodoxa, que les llevará a establecer un vínculo de amistad de igual a igual entre un "ciudadano común" y un miembro de la realeza.
Hasta ahí los hechos y la trama que describe la consagrada -a mi entender justamente-, como película del año en la pasada edición de los Oscar.
En nuestro paseo periódico por el cine motivador, no podíamos extraviar una historia como la que relata “El discurso del rey”. No entraré en si la película se toma licencias históricas, probablemente muchas, o si es fiel a la naturaleza real de lo que cuenta: si pasamos constantemente todo por el tamiz de lo riguroso, exacto, concreto y preciso, pocas cosas nos acabarán convenciendo y no seremos nada más que obcecados críticos, incapaces de ver la belleza de nada.
Me gusta el mensaje de superación que transmite la película: con aplicación esforzada y una perseverancia implacable, es posible salvar cualquier barrera física o mental que la vida nos plantee.
Admiro a las personas que han sabido sobreponerse a las difíciles circunstancias que les ha tocado vivir y han logrado desarrollar sin miedo su propósito en la vida. Han entendido, y en las condiciones más adversas, que el miedo nunca lleva muy lejos. ¿Quién se siente fuerte cuando tiene miedo? ¿Quién se siente responsable de su destino cuando tiene miedo? ¿Quién vive la vida que desea si tiene miedo?
“El discurso del rey” habla de la necesidad de encontrar nuestra propia voz. De encontrar el poder y la fuerza que ni siquiera somos conscientes de poseer, para ser capaces de expresarlo después. Todo aquel que comienza un nuevo reto en su vida o que afronta cualquier tipo de cambio en ella, ha de encontrar esa voz firme, segura y convincente que le ayude a seguir cuando abandonar es lo fácil; que le ayude a resistir agotadas ya las fuerzas y que le ayude a creer una vez muerta la fe.
Sé fiel a ti mismo, se auténtico, sé amable contigo mismo, mira la vida como un viaje y no temas; tengas lo que tengas a tu disposición. Con eso que ya tienes te sobrará para ser quien pretendes ser.
Reflexión final: Lionel Logue (terapeuta del habla): ¿Conoces algún chiste? El rey Jorge VI (tartamudo desde la infancia): La elocuencia no es mi fuerte.