Revista Viajes

5 destinos de playa (y más)

Por Tierrasinlimites @tierrasnlimites

Llanes junio 4, 2014   Andalucia, Asturias, Canarias, España, Galicia

Llega uno de los meses más importantes del año, junio y con él, una decisión (muy) trascendental: ¿dónde vamos de vacaciones este verano? Con el calor (y la crisis) las playas nacionales se convierten en destinos muy solicitados. Lo mejor, hacer examen de conciencia para saber qué queremos antes de elegir: ¿tirarnos al sol 24 horas? ¿playa más naturaleza? ¿rutas senderistas? ¿lugares exclusivos? ¿gastronomía? ¿cultura? Aquí os traemos cinco destinos de playa, tradicionales o no, para facilitaros la búsqueda. Feliz verano.

 

1. Lanzarote. Playa + paisajes lunares

El paisaje volcánico de Lanzarote convierte a la isla en un lugar único. Eso y sus playas y acantilados, los pueblos blancos, los volcanes, las bodegas de La Geria, los mercadillos y los túneles volcánicos. Pero Lanzarote no sería Lanzarote sin César Manrique, el responsable de convertir la isla en lo que es hoy en día. El arquitecto (artista, pintor, escultor…) utilizó de lienzo Lanzarote combinando naturaleza y arte en perfecta armonía. Casi toda la parte turística lleva su impronta: el restaurante del Parque Nacional de Timanfaya, el Mirador del Río, el Jardín de Cactus, los Jameos del Agua… Además fue un fiel defensor de sus valores medioambientales. Para visitar Lanzarote, lo mejor es alquilar un coche al llegar al aeropuerto, comprar el bono para visitar los centros de arte, cultura y turismo y marcarnos un recorrido. Buen viaje.

Camellos Lanzarote

Camellos cerca del Parque del Timanfaya

2. Benidorm. Playa + relax y fiesta (sí, se puede combinar)

Sus tres playas (Levante, Poniente y Mal Pas) convierten a Benidorm en uno de los destinos más solicitados del verano. Asociado al turismo de sol y playa, la ciudad ofrece buenas dosis de ocio nocturno para jóvenes y no tan jóvenes. Tiene un peligro, que sus rascacielos, el día sobre la arena y la noche en vela, nos impidan ver más allá. No hay que perderse la torre defensiva del Caball, el asentamiento ibérico de Tossal de la Cala, las islas, la Iglesia de San Jaime y Santa Ana… En los alrededores el Parque Natural de la Sierra Helada se lleva la palma.

Una ventaja de Benidorm para los vivan en la Península es su precio, hay mucha oferta de alojamientos y no suelen ser caros.

Rascacielos de Benidorm

Rascacielos de Benidorm. Foto: Siocaw en Wikipedia

3. Islas Cíes. Playa + el paraíso

A Rodas la han coronado varias veces como la mejor playa del mundo. Normal. A salvo de la sobreexplotación, rodeada de dunas y ubicada en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas no hay duda de que las Cíes son un paraíso, una suerte de Edén donde relajarse, pasear, observar aves, hacer snorkel (controlado) y descubrir faros, bosques y otras playas más escondidas.

Llegar en verano es fácil. Salen barcos todos los días desde Vigo, Baiona y Cangas. Podemos ir a pasar el día o pernoctar en el camping.  Para comer tenemos tres restaurantes y un supermercado. Un consejo: es mejor llevar comprados los billetes del barco y, si se va a dormir allí, reservar plaza con bastante antelación.

Aquí tenéis información sobre cómo llegar, dónde comer y dormir y qué hacer en las Islas Cíes.

Islas Cíes

Islas Cíes

4. Cabo Pino. Playa + libertad

Las Dunas de Artola esconden Cabopino, en Málaga. Una playa de más de un kilómetro de largo y unos 30 metros de ancho que incluye zona nudista. Sus dunas, con una vegetación adaptada al viento, la sequedad y el sol, están declaradas Monumento Natural desde 2001 y nos muestran como fue algún día gran parte de la costa andaluza. En la misma playa se encuentra la Torre Ladrones, una fortificación de la época musulmana.

En Málaga es imposible quedarse solo con el turismo de playa. Además de ponernos hasta arriba de espetos de sardinas podemos visitar parques naturales y pueblos de interior como Ojén, Setenil de las Bodegas o Ronda. El Parque Natural Sierra de las Nieves está a poca distancia y Marbella, asociada al turismo de lujo, tiene un casco antiguo digno de visitar. Si nos gusta lo ostentoso siempre podemos acercarnos una noche a Puerto Banús. Los yates y los coches que se exhiben te dejarán con la boca abierta (salvo que seas el dueño de alguno).

Torre Ladrones en Cabopino

Torre Ladrones en Cabopino

Llanes. Playa + gastronomía.

Con lo que me gusta Asturias tenía que incluir alguna de sus playas, como la del Toró en Llanes. Es cierto, que el agua del Cantábrico no está a la misma temperatura que la del Mediterráneo, pero viajar al norte tiene su recompensa. Pueblos pesqueros, cultura y una gastronomía preparada para deleitar a cualquiera. En Llanes, además de visitar el conjunto monumental (varios palacios, iglesias, plazas, el puerto, etc.) y descansar en sus playas, podemos tomarnos unas anchoas deliciosas, pastel de cabracho, croquetas de cabrales… y regar todo con una botella de sidra. La carta de cualquier restaurante estará a la altura. Buen provecho.

Para bajar la comida, tenemos cerca los Picos de Europa con sus paisajes, sus pueblos y sus rutas, ¡a caminar!.

Playa Toró Llanes

Playa Toró en Llanes


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