5 hábitos de cuidado corporal que no pueden faltar en tu rutina de belleza

Contenido original de Ana San Vicente

¿Quieres saber cuáles son los 5 hábitos de cuidado corporal que no pueden faltar en tu rutina de belleza? En este post, te doy las claves para mantener la salud de la piel y el cabello. Cuidarse y mantener unos hábitos de vida saludables es esencial para mantener una buena salud, pero también para tener una piel y un pelo radiante para lucir tu mejor versión. Uno de los principales pilares es la higiene. Por eso, desde que éramos niños, nuestros padres siempre se esforzaron en inculcarnos algunas rutinas de aseo y limpieza imprescindibles que debemos llevar a cabo cada día por mucha pereza que te dé. Eso sí, una buena, higiene por sí sola no basta. Tu cuidado corporal diario también implica mantener tu piel hidratada y cuidar tu cabello para que no pierda brillo, fuerza y volumen y conocer algunas técnicas para limpiar tu cutis después del maquillaje y protegerte de los rayos del sol, especialmente en verano. En este post, te explico cuáles son los 5 hábitos de cuidado corporal que no pueden faltar en tu rutina de belleza para sentirte bien. 5 hábitos de cuidado corporal que no pueden faltar en tu rutina de belleza 1. Exfolia tu piel con regularidad La limpieza por sí sola no es suficiente. Las impurezas se acumulan en la piel y pueden taponar los poros. Además, también es importante eliminar las células muertas. ¿Cómo? Exfoliando el rostro y el cuerpo una vez por semana. La exfoliación un paso esencial para presumir de una piel sana y brillante, además de suave. Esta técnica te ayuda a remover células muertas y estimula la irrigación sanguínea y ayuda a regenerar la dermis, siempre y cuando lo hagas como es debido. Estos son algunos de los secretos de una buena exfoliación: Hazlo siempre con la piel húmeda para no dañarla. Masajea con suavidad, para estimular la dermis y remover impurezas. No frotes en exceso. No abuses de la exfoliación. En su justa medida, te puede dejar la piel maravillosa, pero si te pasas, puede provocar irritación o incluso lesiones cutáneas. Hay muchos tipos de exfoliantes, pero si te gustan las alternativas caseras, puedes elaborarlo, por ejemplo, con sal gruesa recurrir a la sal gruesa, almendras molidas mezcladas con miel o café molido o azúcar moreno acompañados de aceite de oliva. 2. No olvides una buena hidratación Después de exfoliar tu piel, no olvides la hidratación. Es otro de los pasos imprescindibles dentro de la rutina de cuidado facial y corporal que no debes omitir. Los limpiadores y los jabones resecan la piel en exceso y para restaurar la barrera hidrolipídica hay que usar una crema hidratante adaptada a cada tipo de piel. 3. Protégete del sol en cualquier época del año Antes de salir de casa cada mañana, recuerda aplicar el protector solar. No importa que sea verano o invierno. Los rayos UV están siempre al acecho y provocan la formación de radicales libres y la degradación del colágeno y la elastina. ¿La consecuencia directa? El fotoenvejecimiento prematuro de la piel, aunque hay otras consecuencias más graves como el cáncer de piel. Por eso, es muy importante que uses protector solar todos los días del año, incluso si llevas maquillaje. Existen algunas brumas que puedes llevar siempre contigo y aplicar sin necesidades de retirar los productos de maquillaje. 4. Buenos hábitos para cuidar tu salud capilar Al igual que cuidas la piel, debes hacer lo mismo con el cabello. El pelo está sometido a un deterioro constante por diversos factores y tu salud capilar dependerá de tus buenos hábitos. Una alimentación equilibrada, evitar el tabaco y el consumo de otras sustancias aparte de cuidar tu cabello con productos específicos te ayudará a prevenir y tratar algunos problemas como la sequedad, la falta de brillo, la caída o la pérdida de densidad capilar. Recuerda que hay muchos productos a la venta que pueden ayudarte a fortalecer y mantener tu cabello saludable. También puedes recurrir a las alternativas naturales. Existe una gran variedad de mascarillas que puedes preparar en casa, teniendo en cuenta siempre las características de tu pelo y sus necesidades. Las mascarillas de huevo y aceite de oliva, las mascarillas de yogur y huevo o la de aguacate y plátano son algunas de las más usadas. 5. Presta atención a las necesidades de todo tu cuerpo Además de cuidar la piel y el cabello, hay que prestar atención a algunas partes del cuerpo tan delicadas como los pies y las manos, especialmente con la llegada del invierno. Durante el verano se presta más atención a la manicura y pedicura y queremos lucir unas manos y pies impecables. Sin embargo, al llegar el frío, con el uso de guantes y calzado cerrado, nos prestamos tanta atención a estas partes del cuerpo. Recuerda mantener una buena higiene, especialmente en los pies. La humedad de las épocas frías, así como el uso de calcetines y zapatos cerrados, puede provocar la aparición de hongos y otros problemas.

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