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5 lecciones que aprender de la carrera hacia el Oscar de Leonardo DiCaprio

Por Lorena White @lorenagwhite

La idea de este post se me ocurrió este finde en el cine, viendo El Renacido y dándome cuenta de que, como me esperaba, no es la mejor película de Leonardo DiCaprio, pero “hay que ver, qué bien actúa este hombre”.

Y aunque la idea ya la rumié, pensaba publicarla la semana que viene, cuando la ceremonia de los Oscars se hubiera celebrado y se supiera si, después de cinco nominaciones, Leonardo DiCaprio (ídolo adolescente de las jovencitas de mi quinta y actorazo en general), se llevaba el Oscar o no.

Creí que si lo ganaba, sería un pretexto perfecto para aplicar 5 lecciones que se pueden aprender de su carrera hacia la estatuilla, y que si no, igualmente las 5 lecciones tendrían mucho valor. Así que me di cuenta de que, ganara o no, lo importante era precisamente eso, lo que pudiéramos aprender de ello.

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Tanto si Leo gana el Oscar como si no, tenemos 5 cosas que aprender de él

Porque, como todo en la vida, no creo que lo importante sea ganar o perder, sino el aprendizaje que cosechamos por el camino (aunque eso sí, Leo, estoy contigo… ¡este año ojalá que sí!). Así que, igual que un día os conté algunos errores de marca personal utilizando a Justin Bieber, hoy os vengo a hablar sobre el trabajo bien hecho y las recompensas tardías, utilizando a Leo (con mucho más amor que a Justin, con perdón de las biliebers).

(NOTA: Y aprovecho para preguntaros, ¿os gustan este tipo de posts en los que “utilizo” a celebrities para contaros cosas chulas? ¿Os gustaría leer más entradas así? ¡Contadme por Twitter y por Instagram!).

1. Lo importante no es lo que los demás piensen que eres o serás, sino lo que pienses y seas tú:

Leonardo DiCaprio empezó en el cine años antes de saltar a la fama con Titanic, y sin embargo, para muchos fue el típico chico guapo de Hollywood, que haría películas del mismo tipo hasta morirse; que siempre sería ese héroe que entra en la vida de una damisela en apuros; que sería el eterno Romeo de la típica Julieta. Y sin embargo, a lo largo de estos años ha sido agente infiltrado, gánster en Nueva York, estafador profesional, lobo en Wall Street, carne de psiquiátrico, contrabandista, terrateniente negrero, experto en apropiarse del subsconsciente ajeno mediante los sueños… E infinidad de personajes más, de lo más distintos y variopintos, callando así las bocas de aquellos que decían que no sería más que un Romeo, da igual en qué siglo, para la Julieta de turno.

Y es que, si hay una cosa que podemos aprender y aplicar en nuestra vida de la carrera hacia el Oscar de Leo, es precisamente eso: da igual qué opinen de ti, e incluso da igual quién lo opine. Tú eres el dueño de tu vida, de tu carrera, de tus sueños. Eres tú y sólo tú quien decide como vivirla, como afrontarla, como cumplirlos. El resto, no es más que gente, más o menos querida, que opina sobre ello. Y ya sabes lo que dicen de las opiniones… Que todo el mundo tiene una.

2. Hagas lo que hagas, da siempre el 100%:

Porque si algo se puede decir de DiCaprio es que, incluso en películas bastante flojas, su actuación ha sido no sólo aceptable, sino buena. Y creo que no es porque los que le admiremos, le veamos con buenos ojos. Es porque el que es buen actor, lo es siempre. Y da igual el personaje, la historia o la película: siempre hay que dar lo mejor. De la misma forma, da igual el ámbito, el empleo o el objetivo que tengas, procura que cuando alguien recuerde algo, aunque haya sido una experiencia nada relevante, no pueda decir que no lo intentaste con todas tus fuerzas, poniendo el alma en todo lo que hiciste.

3. La vida no es justa, pero eso ya lo sabíamos:

Cuando DiCaprio estuvo nominado al Oscar por El Lobo de Wall Street y no le premiaron, muchos creímos que fue injusto, que realmente una actuación como esa merecía un reconocimiento. Pero en realidad, en los Oscars pasa exactamente igual que en la vida: a veces eres el mejor y sin embargo, no recibes la recompensa a tu esfuerzo. Por eso un día, te das cuenta de que lo importante es no necesitar esa recompensa para seguir haciendo las cosas bien, para seguir esforzándote al máximo, para seguir intentándolo una y otra vez.

4. Rodéate siempre de los mejores:

Si de algo puede presumir DiCaprio (al menos hasta que pueda presumir de Oscar) es de haberse rodeado de los mejores: Scorsese, Mendes, Iñárritu, Eastwood, Tarantinto, Nolan, DeNiro, Ridley Scott, Tom Hanks… Gente de la que seguro, un actor puede aprenderlo todo sobre su oficio y mejorar en muchos de los ámbitos de su vida. Esto por supuesto, no es cosa exclusiva de DiCaprio. En realidad, es el consejo que te daría cualquier madre, la mía por ejemplo: “Rodéate siempre de gente de la que puedas aprender, que pueda aportarte algo. Que el tiempo que pases cerca de esas personas, te valga la pena más que cualquier otra cosa”.

Además, que los peliculones, sin actorazos y súper director, lucen menos, ¿verdad?

5. Trío de ases: constancia, confianza y pasión

Da igual si lo que quieres es ganar un Oscar o conseguir que tu blog o mini negocio triunfe. Da igual si a lo que te dedicas es a hacer películas o a escribir día a día. Da igual si tu objetivo, en realidad, no es tanto tener el reconocimiento de los demás, sino poder seguir dedicándote a ello. Da igual si finalmente ganas o no. Habrás triunfado igualmente, si has sido capaz de ser constante, si has tenido la suficiente confianza como para no derribarte incluso cuando todo apuntaba a que lo harías (Leo, por ejemplo, después del fiasco de La Playa) y sobre todo, si has sido capaz de hacer que, frente a cualquier cosa, primara tu pasión por hacer lo que haces.

Y para terminar, puede que tengáis razón los que pensáis que este 28 de febrero, Leo volverá a irse a casa sin Oscar. Igual que es probable que tengáis razón cuando pensáis que vosotros mismos no podéis conseguir aquello que queréis, por lo que trabajáis cada día (Henry Ford dijo algo parecido a esto: “Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, tienes razón”).

Pero no importa. Si Leo sigue haciendo películas después de 4 nominaciones que no culminaron, tú puedes hacer sencillamente lo que quieras. Eso sí: que no te pese ni te frene el miedo a fallar de nuevo.


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