Revista Cultura y Ocio

5 metros cuadrados: la crisis española hecha película

Publicado el 21 octubre 2011 por Ruta42 @ruta42
5 metros cuadrados: la crisis española hecha película
Sin duda alguna, esta película llega en el momento perfecto. Viéndonos aún en medio de la crisis, 5 metros cuadrados, que se estrenará el próximo 11 de noviembre -y que podrá verse este domingo 23 en Seminci-, no solo es verdaderamente oportuna, sino que también se hace cargo de un relato que solo podría contarnos el cine español: el de las víctimas de la burbuja inmobiliaria.
Una historia que todos conocemos
La última película de Max Lemcke (Casual Day) nos cuenta una historia ya de mano familiar: Álex y Virginia se compran la vivienda de sus sueños, con vistas al Mediterráneo, piscina y todo lo que sus hijos desearían, en vistas a su próxima boda. Solo un problema: aún no está construida. Ni lo estará. La pareja verá poco a poco cómo todas las esperanzas de entrar en su piso -o, aunque sea, de recuperar el dinero invertido- se van esfumando, y cómo alguna que otra alocada idea se les pasa por la cabeza.
5 metros cuadrados retrata en menos de hora y media el drama del lustro: el de las familias que se arruinan en busca de ese hoy privilegio que es poseer una vivienda. Para ello, Lemcke recurre a caras conocidas, desde Fernando Tejero y Malena Alterio, la convencional pareja protagonista, un dúo perfectamente conocido por todos, hasta Secun de la Rosa -en un papel en el que le odiaremos-, Jorge Bosch y Emilio Gutiérrez Caba.
5 metros cuadrados: la crisis española hecha película
Mucha cotidianidad, poco drama
Lo mejor de la película es, sin duda, la cotidianidad que rezuma, con diálogos que cualquiera podría haber escuchado en su vida diaria. Los pequeños detalles están muy cuidados -si bien es cierto que es bien fácil inspirarse, basta con darse una vuelta por los esqueletos de cemento que vemos, por ejemplo, en Madrid-, y también lo están la imagen y la banda sonora, está última de la mano de Fernando Velázquez (Los ojos de Julia, El orfanato).Funciona, pues, lo natural de la primera mitad -es imposible no sentir impotencia ante todo lo que ocurre-, y también unos cuantos gags que arrancaron más de una carcajada, no así la segunda parte en la que la narración pierde fuelle, no consiguiendo el dramatismo que pretende y merece: quizá las hipotecas no tengan demasiado glamour como para emocionar como cualquier otro drama, de acuerdo, pero es solo la empatía por lo fácil de comprender la situación lo que nos acerca a los personajes, y no la intención del guión o los actores.
Para el archivo
Aunque sea imposible perdonar que no emocione como debiera, 5 metros cuadrados es una tragicomedia que recoge con buen gusto el drama de hipotecas, paro y corrupción que se ha quedado grabado a fuego en la memoria de todos nosotros y quizá, quién sabe, sea necesario recordar dentro de unos años para no cometer los mismos errores. Al fin y al cabo se trata de lo que ha hundido nuestra economía, y también la causa de que se hable de una generación perdida, la mía: no es poca cosa.
Artículo de Juan Ángel.

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