Revista Cine

62 Muestra Internacional de Cine... en unas líneas

Publicado el 12 abril 2017 por Diezmartinez
62 Muestra Internacional de Cine... en unas líneas
Hace unos días inició en la Cineteca Nacional la 62 Muestra Internacional de Cine y aquí está la lista de algunas de las cintas programadas con un comentario y/o crítica incluida. 
Yo, Daniel Blake (I, Daniel Blake, GB-Francia-Bélgica, 2016), de Ken Loach. La más reciente película del eterno cineasta militante Ken Loach, ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2016, es un destilado de las preocupaciones éticas y estéticas del Loach de siempre. Mi crítica in extenso, acá. (** 1/2)
La luz incidente (Argentina-Francia-Uruguay, 2015), de Ariel Rotter. Luisa (Erica Rivas), una guapa y joven viuda con dos niñitas en ristre, empieza a ser cortejada por el amable Ernesto (Marcelo Subiotto), quien es el partido perfecto para ella: un hombre maduro, soltero, responsable. El problema es que Luisa no quiere otro hombre en su vida, para desconcierto de su mamá y de su propia suegra, madre del marido muerto. Ambientado en la Argentina de los años 60, espléndidamente fotografiado en blanco y negro, y con un intachable ambientación de época, este minimalista woman's film gana en complejidad por la presencia melancólicamente hipnótica de Erica Rivas. (**)
Bajo la arena (Under sandet, Dinamarca-Alemania, 2015), de Martin Zandvliet. Estamos en las costas danesas, en el fin de la Segunda Guerra Mundial, en un campo para prisioneros alemanes. Los presos de guerra, todos ellos unos jovencitos, son obligados por un oficial danés a acometer una tarea suicida: desenterrar y desactivar miles de minas terrestres colocadas en las playas danesas por el ejército nazi. Un convencional pero efectivo filme anti-bélico, nominado al Oscar 2017 como Mejor Película en Idioma Extranjero. (**)
Sieranevada (Ídem, Rumania-Francia-Croacia-Macedonia-Bosnia y Herzegovina, 2016), de Cristi Puiu. Un maduro doctor rumano -que en realidad ya no ejerce sino vende productos médicos- visita a su familia en Bucarest para conmemorar a su papá, muerto recientemente. En esa tarde, mientras llega el sacerdote a bendecir la comida, la familia extendida entra en eternas discusiones de todo tipo -globales, nacionales, familiares, matrimoniales-, cual muestrario de la eterna crisis de la familia -de cualquier familia- y del país entero -de Rumania, pero bien podría ser México. Esta cinta de Puiu está expertamente realizada y la dirección de actores es impecable, pero la excesiva duración -¡173 minutos!- termina por exasperar. Por supuesto, acaso de esto se trataba. (* 3/4)

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