Revista Coaching

665.- "Necesitamos pocas palabras para expresar lo esencial; necesitamos todas las palabras para hacerlo real"

Por Ignacionovo
Autor: Paul Éluard La noticia en sí tenía miga y una reflexión me llevó a la otra. Pero me explico enseguida, no te inquietes ni me dejes antes de tiempo.
Leí en un titular del portal BBC news que en Vietnam resulta imposible decir 'Te amo'. Y no es que los vietnamitas no se quieran entre sí, que supongo que lo harán más o menos como todos, sino porque no pueden emplear la frase 'Te amo' tal cual, pues en su idioma no existen las palabras ‘yo’ y ‘tú’.
En Vietnam la forma de comunicarse va de acuerdo a la edad de la gente. Así: “anh” serviría para denominar al hermano mayor, y “chi” para la hermana mayor, mientras “em” señalaría a un hermano más joven.
Y, entonces, ¿cómo se declaran su amor? Según el relato de BBC, es común escuchar frases como: “Hermano mayor ama a hermana menor”. Si la mujer es más vieja sería: “Hermana mayor ama a hermano menor”. Y así sucesivamente. Esta es la razón por la que los vietnamitas preguntan rápidamente a los extraños su edad, ya que para ellos resulta fundamental poder utilizar el pronombre adecuado y tratarlos con la cantidad exacta de respeto. Aunque la coquetería femenina no tiene fronteras, ya que las mujeres a menudo prefieren ser llamadas "em" (hermano más joven), independientemente de su edad. http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-23501757
Y como decía al principio, la reflexión sobre la imposibilidad de decir "te quiero" a alguien por falta de palabras apropiadas, me llevó a pensar en una enfermedad que, de la misma forma que a los vietnamitas aunque por razones muy diferentes, también impide pronunciar el romántico "te quiero": alexitimia, que se define como la falta de palabras para expresar los sentimientos. Algunos de sus síntomas o características son:
  • Dificultad para identificar los diferentes tipos de sentimientos
  • Dificultad para distinguir entre los sentimientos emocionales y sentimientos corporales
  • Comprensión limitada de lo que hizo que los sentimientos surgieran
  • Dificultad para expresar afectos
  • Imaginación limitada
  • Dolencias físicas
  • Falta de disfrute e inapetencia por la búsqueda del placer
  • Postura y expresiones faciales rígidas
En 1972 el profesor de psiquiatría Peter Sifneos introdujo el término ‘alexitimia’ (‘a’ –sin-, ‘lexis’ –palabra-, ‘thimos’ -afecto-) para referirse a un trastorno que imposibilita a la persona detectar sus propias emociones y por tanto darles un nombre a la hora de expresarlas verbalmente. Es por ello que las personas alexitímicas son incapaces de reconocer y denominar sus emociones.
Las personas que sufren de alexitimia están limitadas en su capacidad de experimentar fantasías, sueños o  para pensar de forma imaginativa y son a menudo descritas por los demás, incluyendo a sus seres queridos, como fríos y distantes. Carecen de habilidades empáticas y tienen grandes dificultades para comprender y responder con eficacia a los sentimientos de otras personas. Pero quede claro que no estamos hablando de personas sin emociones, las tienen, su problema es que no saben reconocerlas y expresarlas con palabras o gestos. Si le preguntamos a una persona con alexitimia cómo se encuentra, probablemente responderá algo tan abstracto como "mal", pero no será capaz de distinguir si lo que siente es rabia, ira, tristeza, odio...
La Sociedad Española de Neurología estima que al menos, y según estudios de prevalencia en diferentes poblaciones, el ¡10%! de la población mundial padece esta anomalía, que puede abordarse mediante terapia psicológica. Los alexitímicos no suelen buscar ayuda, si acuden a terapia suele ser inducidos por una persona cercana (muchas veces la propia pareja sentimental).
Pero a lo mejor los alexitimicos están cargados de razón y los equivocados somos el resto, ya que como dijo el filósofo británico Alan Watts: "Las palabras no pueden expresar más que un pequeño fragmento del conocimiento humano, porque lo que podemos decir y pensar es siempre inmensamente menor de lo que experimentamos." Quizá sea coherente no explicar con palabras lo que es en sí mismo inexplicable...

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