Revista Salud y Bienestar
Cada año se diagnostican en España 162.000 nuevos pacientes con cáncer. Estudios epidemiológicos de población y genéticos específicos han demostrado una relación causa efecto entre una alimentación inadecuada y el desarrollo de enfermedades como el cáncer. Aunque no se ha podido demostrar completamente que parámetro influye directamente sobre la enfermedad, por su efecto multicausal, lo cierto es que los datos apuntan a los malos hábitos alimenticios, combinados con el consumo energético elevado, además de alcohol y el tabaco, que pueden aumentar el riesgo de aparición de un tumor. Si añadimos otros factores como la falta de ejercicio y la obesidad, la incidencia aumenta. Por esta razón, y con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra este sábado 7 de abril, el MD Anderson Cancer Center Madrid quiere promover una dieta oncosaludable. Como base para una alimentación oncoprotectora, los especialistas aconsejan una dieta variada y equilibrada que cumpla con los estándares de adecuación y personalización, según la edad y el estilo de vida de cada persona. En la actualidad, las guías alimentarias orientan sobre el consumo saludable que permita disminuir el riesgo de padecer enfermedades crónicas como el cáncer. Así, recomiendan las frutas y verduras (4 o 5 raciones/día), que aportan fibra, minerales, vitaminas y antioxidantes. Proteínas (2 o 3 raciones/día), con vitamina B12, hierro y zinc. Restringir el consumo de carnes procesadas y con grasa, y eliminar la piel de las aves antes del cocinado. De esta forma, también el consumo de grasa debe ser moderado y se aconseja que sea procedente de alimentos vegetales, como aceite de oliva, frutos secos o aguacate, además de algunos alimentos proteicos como el pescado azul, ricos en ácidos grasos W3. La fibra, proveniente de legumbres, cereales, frutas y verduras, debe suponer una ingesta diaria de 30 grs. En cuanto a la bebida, se recomienda consumir al menos 8 vasos de agua al día, mientras la toma responsable y moderada (2 unidades/día) en adultos de bebidas alcohólicas fermentadas de baja graduación, como vino y cerveza, puede disminuir el riesgo cardiovascular por su contenido en antioxidantes naturales. Por último, el ejercicio diario durante 30 minutos es necesario para evitar el aumento de peso, mantener el equilibrio de la masa muscular, fortalecer el corazón y mejorar el riego sanguíneo.
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