Revista En Femenino

7 mitos sobre las relaciones de pareja que jamás debes creerte:

Por Odellera

Reflexiones


Los mitos sobre las relaciones de pareja:

Cuando escribo mis novelas a menudo me pregunto si las relaciones de pareja de mis personajes van a ser creíbles. Pero automáticamente me quito las dudas, porque cada pareja es un mundo y, aunque escriba las cosas más locas que se me puedan pasar por la cabeza, siempre habrá alguien — en la vida real — que las superará.
Además se da otra circunstancia y es que, a la hora de opinar y dar consejos, todo el mundo es experto en la materia. Desde la amiga que te dice lo que deberías hacer en la cama con tu novio para tenerle satisfecho, pasando por la vecina que se atreve a comentar con otras vecinas tu relación, hasta la parienta lejana que no te ve en  años pero que se atreve a opinar que no deberías haberte ido a vivir con tu media naranja sin pasar antes por la vicaría. No te apures, cotillas y metomentodos hay por todas partes y para todos los gustos. Aunque ellos no pueden dañar tu relación. Pero las medias verdades, esas creencias que todos nos hemos tragado a base de ir oyéndolas hasta la saciedad, sí.
Por eso hoy , en el post,  voy a analizar y desmontar los 7 mitos más comunes sobre las relaciones de pareja.

Disección de los mitos en la relaciones de pareja:

1. Si hay peleas es que la relación es que no va bien:
Es el mito más fácil de desmontar, porque… que levante la mano quien no se haya peleado nunca con su pareja. No existe ni una sola pareja en la historia que no se haya peleado, a excepción de aquellas a las que no les ha dado tiempo de iniciar la relación, por ejemplo: Romeo y Julieta. El conflicto es una parte inevitable de cualquier relación romántica y la capacidad para llegar a acuerdos desde el respeto es la clave para seguir adelante.

Evitar los conflictos no soluciona nada. Lo único que se consigue haciéndolo es albergar dolor y resentimiento contra la pareja.

2. Casarte con alguien igual de ambicioso que tú va a llevar la relación al desastre:
Hay una frase que reza: detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer. Cuidado con la preposición: detrás. ¿Qué pasa si la mujer está al lado? ¿Qué pasa si ninguno de los dos hace sombra al otro? Es cierto que una relación en la que los dos tienen una vida laboral intensa puede ser complicado, pero no imposible. Ahora mismo me viene a la cabeza el matrimonio formado por Shakira, la cantante colombiana, y Gerard Piqué, el jugador del Barça. Ambos son famosos, ricos, están dedicados a sus respectivas carreras  y han formado una familia; tiene dos hijos en común. Intento imaginar su día a día y no veo la diferencia entre ellos y cualquier otra pareja que tenga que compaginar trabajo y vida personal. Bueno, la única que veo es que ellos pueden permitirse el lujo de pagar para que les hagan las tareas de la casa y atiendan a los niños, lo cual es fantástico.

Si las pareja se siente realizada, todo va bien. Si una de las partes renuncia a lo que desea, a la larga acabará culpando al otro por no haber cumplido sus sueños.

3. En una relación que va bien la felicidad es permanente:

Tener una relación satisfactoria no significa estar feliz permanentemente. Puede haber momentos divertidos, entrañables, agradables. Pero también habrá momentos desagradables, duros, insoportables… Una relación es una moneda con dos caras y puedes estar seguro que por más perfecta que sea, jamás te dará la felicidad. La felicidad es un estado de ánimo interior que se cultiva y que no está, o no debería estar, ligado a las circunstancias que nos rodean. La plenitud, la calma y la dicha siempre emanan de nuestro interior y no por el hecho de estar al lado de alguien. ¿No eres feliz? No intentes cambiar a tu pareja, cambia tú. ¿No eres dichosa con la relación? Entonces déjala, pero no esperes que eso te traiga la felicidad.

4. Tener cuentas separadas es mala señal:

Más de uno va a poner los ojos en blanco cuando sepa que tú y tu pareja tenéis cuentas separadas en el banco, como si eso fuera una premonición hacia el desastre. Aunque mantener las finanzas por separado no significa que confíes menos en tu pareja o que tu relación sea menos fuerte que otra que comparte la cuenta corriente. Se trata simplemente de una decisión personal que, a veces, incluso es imprescindible por razones logísticas. Por ejemplo, cuando los dos miembros de la pareja tiene hijos de relaciones anteriores y deben hacerse cargo económicamente de ellos.
También puede haber razones menos racionales y más emocionales para mantener el dinero en cuentas separadas, sobre todo si se ha pasado por una experiencia negativa con anterioridad. Yo tengo dos casos muy cercanos en los que tener la cuenta conjunta perjudicó gravemente a una de las partes cuando la pareja decidió poner punto y final a la relación de forma poco amistosa. En cualquier caso, juntas o separadas, las cuentas no son un indicativo de cómo va a funcionar una relación. Y ya sabes lo que se dice: juntos pero no revueltos.

5. Compartir techo antes de la boda trae mala suerte:

Dicen algunos estudios que las parejas que conviven antes de casarse tiene más riesgo de divorciarse o de sufrir «angustia marital». En un principio parece que una cosa no guarde relación con la otra, pero después de leer un poco más sobre el tema ves que puede tiene cierta lógica.
Muchas parejas se mudan a vivir juntas para ahorrar gastos o para estar más tiempo juntas. Hasta ahí todo normal. El problema viene después. No por la convivencia en sí, sino por la inercia. Cuando dos personas deciden casarse por razones distintas al amor (presión familiar, social, creencias…), porque «es lo que toca», termina en fracaso. Aunque esa especie de «síndrome» también se da en aquellos que no han convivido bajo el mismo techo y llevan muchos años de relación. A veces esas personas dan el siguiente paso lógico en su relación (si es que la lógica juega algún papel en todo esto) sin estar convencidas de lo que quieren, tomando la decisión de divorciarse poco después.

Compartir casa con tu novio no va a condenarte al divorcio. No ser honest@ contigo mism@ sí.

6. La relación se ha enfriado si no se tiene sexo a todas horas:

Muchas personas consideran las relaciones sexuales como un termómetro para saber si una relación va viento en popa. No van desencaminadas, siempre y cuando tengan en cuenta que las mediciones del termómetro variarán en función de la pareja. O dicho de otro modo: no todo el mundo necesita la misma cantidad de sexo.

Lo importante en el sexo, como casi todo en la vida, no es la cantidad sino la calidad.

Al menos eso es lo que afirma George Loewenstein, un profesor de económicas y psicología. Él y sus colegas realizaron un experimento en el cual pidieron a algunas de las parejas — casadas y heterosexuales — que participaban que doblaran el número de relaciones sexuales que mantenían habitualmente. Los resultados fueron concluyentes: las parejas que aumentaron la frecuencia de sus encuentros amorosos fueron menos felices que las parejas a las que no se les dio esas instrucciones. La conclusión de los investigadores fue que el hecho de tener sexo por «obligación» elimina la diversión y mata la pasión.
Por lo tanto, no debes preocuparte si tu vida sexual no es tan intensa como la de tus amigas o la vecina del quinto a la que oyes gritar cada noche. Si disfrutas de los momentos íntimos no importa la frecuencia con la que los tengas. Pasarlo bien y disfrutar es un indicativo de que tu relación está en plena forma o, al menos, no tocada de muerte.

7. Alguien que no satisface todas tus necesidades va a destruir la relación:

Estar con alguien que no satisface todas tus necesidades es lo más normal del mundo. No hay nadie capaz de ser amante, amigo, consejero, padre/madre, mentor, coach, etc… Te cases con la persona que te cases, siempre habrá alguna faceta de la vida en la cual tu pareja no podrá satisfacerte. Eso no es malo, es humano. Tú tampoco puedes darle a él/ella todo lo que necesita. ¿Y quién ha dicho que deba ser así? Afortunadamente no vivimos aislados en lo alto de las montañas. Vivimos rodeados de gente que pueden cubrir las necesidades que no vemos satisfechas en nuestra relación. Ese amigo/a que te escucha en los momentos de bajón, esa hermana que te da consejos, esa mamá (o papá) que te prepara tu plato preferido…

Si no esperas que tu pareja cumpla con TODAS tus expectativas, no saldrás defraudad@. El esposo o esposa perfecto es un mito. No existe.

Y hasta aquí el post de hoy.

Ah, y no olvides dejar tus impresiones más abajo.

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Sobre la autora
7 mitos sobre las relaciones de pareja que jamás debes creerte:

Olga

Adicta al chocolate y soñadora. Me dedico a escribir por placer.

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7 mitos sobre las relaciones de pareja que jamás debes creerte:En mi novela Sapos Azules, se destruyen muchos mitos sobre las relaciones de pareja. 🙂Ir a la ficha del libro

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