Revista Comunicación

7 sofisticadas técnicas de relaciones profesionales que todo profesional debe conocer.

Publicado el 21 octubre 2016 por Josueth Acevedo @tedyblood

​Un estudio del Kellogg School of Management de extenso título llamado Stealthy Footsteps to the Boardroom: Executives’ Backgrounds, Sophisticated Interpersonal Influence Behavior and Board Appointments (Pasos furtivos a la junta directiva: origen de los ejecutivos, comportamiento sofisticado de influencia interpersonal y puestos en la junta) muestra que los ejecutivos utilizan, frecuente y exitosamente, técnicas sutiles pero sofisticadas de adulación para conseguir puestos en las juntas directivas (consejos de administración) de las empresas.

Las siete formas de acercarse a las juntas directivas mencionadas en el estudio son: 

  1. Enmascarar el elogio como si se necesitara un consejo. Hacer una pregunta buscando un consejo para halagar al otro. Por ejemplo: “¿cómo lograste cerrar ese trato tan exitosamente? 
  2. Deliberar o discutir antes de mostrarse de acuerdo. En vez de hacerlo inmediatamente, la persona da algún argumento previo a la aceptación de la opinión de su directivo. Por ejemplo: “Al principio no entendía tu punto de vista pero ahora le veo todo el sentido. Me convenciste”. 
  3. Hablar bien del directivo a sus amigos. Elogiar a su directivo frente a sus amigos esperando que esas palabras le lleguen a él/ella.
  4. Enmarcar un elogio como algo que pueda ser incómodo. Hacer un comentario muy positivo sobre su directivo, advirtiendo antes que puede ser vergonzoso. Por ejemplo: “No quiero avergonzarte, pero tu presentación fue realmente de primera categoría. Mejor que la mayoría de las que he visto”.
  5. Mostrarse de acuerdo con los valores antes de halagar o de aceptar una opinión. Expresar valores o una moral similares a las de su directivo. Por ejemplo: “Yo soy igual que tú. Siempre he pensado que se debería aumentar el salario de la gente que está en la base”. 
  6. Estar de acuerdo con opiniones que el directivo le ha manifestado a una tercera persona. Averiguar en secreto algunas de las opiniones de su directivo a través de sus contactos para después manifestar acuerdo con esas opiniones en conversación con él/ella. 
  7. Hacer referencia a afiliaciones sociales que se tengan en común con el directivo antes de halagar o de mostrarse de acuerdo con opiniones. Mencionar a su directivo alguna afiliación, como alguna organización religiosa o un partido político que compartan los dos. Por ejemplo: “Anoche vi la plataforma del candidato del partido X. Se presentaron unos puntos excelentes”

De acuerdo con el estudio, los directivos que han estado involucrados en política, leyes o ventas, así como aquellos que pertenecen a una clase socioeconómica alta, tienen muchas más probabilidades de utilizar técnicas sofisticadas de adulación, que aquellos que no han estado involucrados en este tipo de actividades. 

Los autores señalan que esta proclividad es consistente con el hecho de que hay menos altos directivos con experiencia en ingeniería, finanzas o contabilidad, en comparación con aquellos con experiencia en política, leyes o ventas. 

Advierten que hay que tener cuidado con este tipo de técnicas: “Para entrar en el más pequeño círculo de la elite corporativa una persona no puede ser demasiado obvia.

Ser muy abierto con las intenciones de uno puede ser interpretado como una manipulación o como una acción política. 

Mientras más disimulada sea la adulación, más sofisticado es el acercamiento y más efectivo el resultado”


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