9 maneras en que los líderes demuestran que son auténticos

Los líderes demuestran que son auténticos. A todos nos gustaría vivir una vida auténtica, para tener el respeto de nuestra familia y compañeros de trabajo, ser muy queridos, tener la confianza de todos, hacer de nuestro lugar de trabajo y hogar un lugar mejor para estar y tal vez incluso para dejar el mundo como un lugar mejor cuando ya no estemos aquí.

Los líderes demuestran que son auténticos

Por suerte, llegar a ser verdaderamente auténtico, aunque difícil, es posible. Abandone su ego inflado, deje de enfocarse en más dinero o más poder, y en su lugar, vuelva su atención a la búsqueda de su verdadero yo y persiga sus sueños de una manera desinteresada y ética, auténtica. He aquí algunas maneras en que los líderes demuestran su verdadera autenticidad, que pueden ayudarle en su viaje para convertirse en auténtico usted mismo:

1. Saben quiénes son.

Los líderes auténticos se abrazan a su verdadero ser y a sus valores éticos, junto con sus debilidades, y utilizan sus puntos fuertes en su beneficio sin preocuparse de lo que otros piensan.

2. Tienen una gran inteligencia emocional.

Entienden que sus acciones pueden afectar los sentimientos de otros y administran los suyos para que puedan seguir siendo constructivos y no destructivos, aprenden y trabajan a través de los contratiempos.

3. Saben cómo manejar el miedo.

Han aprendido a manejar sus temores, primero reconociéndolos, y a sus causas, y a continuación, hablando de ellos abierta y honestamente. Tienen el valor de actuar con ética y transparencia, ya que continúan luchando a través de sus miedos para lograr sus objetivos.

4. Sueñan con un futuro más brillante.

Se salen de lo esperado y sueñan con miles de posibilidades. Son verdaderos empresarios en el corazón y están constantemente tratando de encontrar maneras superiores de producir, administrar y ser.

5. Se expresan genuinamente.

No temen decir las cosas como son y compartir su verdadero yo con los demás. Como se conducen en el trabajo refleja cómo lo hacen en sus vidas privadas; son ellos mismos, no fingen.

6. No tratan de ser perfectos.

Tienden a ir por encima y más allá del llamado del deber, elevando el listón a medida que avanzan. Tienen una comprensión innata de la diferencia entre ir por la excelencia y la meta irrazonable de la búsqueda de la perfección.