Revista Historia

9.1. Alfonso XIII y la crisis del sistema político de la Restauración: los partidos dinásticos. Las fuerzas políticas de oposición: republicanos, nacionalistas, socialistas y anarcosindicalistas.

Por Rafaelrodrigo
9.1. Alfonso XIII y la crisis del sistema político de la Restauración: los partidos dinásticos. Las fuerzas políticas de oposición: republicanos, nacionalistas, socialistas y anarcosindicalistas.
La primera etapa de su reinado estuvo marcada por el regeneracionismo, corriente ideológica que denunció el sistema político de la Restauración, y realizó propuestas para la modernización política, social y económica del país. Con destacados representantes como Joaquín Costa, censura el sistema político y falseamiento de la democracia, Ganivet y Unamuno. Hubo un regeneracionismo desde dentro del sistema de la Restauración o revisio

INTENTOS DE MODERNIZACIÓN. EL REGENERACIONISMO.
La crisis de 1905: Las reformas regeneracionistas fracasaron. En 1905 bajo el gobierno de los liberales estalló en Cataluña una grave crisis política. Desde 1901 existía un partido regionalista, Lliga Regionalista, liderado por Prat de la Riba Francesc Cambó, el cual ganó las elecciones municipales de 1905. La publicación de una caricatura provocará el incidente del Cu-Cut. Como consecuencia se aprobó en 1906 la Ley de jurisdicciones. Todas las fuerzas catalanistas, desde carlistas hasta los republicanos, se unieron en una única lista Solidaritat Catalana, que vence en las elecciones de 1907.

El regeneracionismo de Maura: En enero de 1907 el Rey nombró como jefe de Gobierno al líder del partido conservador Antonio Maura. El cual inició un ambicioso programa de reformas (“La Revolución desde arriba”), como por ejemplo, una Ley de protección de la industria nacional, una plan de reconstrucción naval, en 1908 se estableció el Instituto Nacional de Previsión, la Ley de descanso dominical, modificó la Ley electoral y un proyecto de Ley de Administración local que creaba las mancomunidades, aunque esta última ley no llegó a aprobarse.
La Semana Trágica de Barcelona: Se produjo un auge de las movilizaciones obreras, en 1907 se creó Solidaridad obrera, además surgió el Partido Republicano Radical(Lerroux) Igualmente se desarrolló un sentimiento anticlerical, antimilitaristas. La situación en Marruecos y los errores del Gobierno provocaron la crisis. Tras la derrota militar en el Barranco del Lobo (1909) se produjo una huelga general revolucionaria en Barcelona. El balance final fue de un centenar de muertos, pero sobre todo el procesamiento irregular, condena y ejecución del pedagogo y anarquista Francisco Ferrer y Guardia. La consecuencia fue una campaña política en contra del Gobierno (¡Maura No!) produciéndose la ruptura entre liberales y conservadores.

José Canalejas: Del partido liberal intentó regenerar al país, aprobando leyes, como por ejemplo, Ley del candado, Ley del Servicio Militar Obligatorio, Ley Mancomunidades (1912) pero ese mismo año el jefe de gobierno fue asesinado.

Al margen de los partidos dinásticos, las fuerzas políticas de oposición se fueron reforzando, estas eran: 
Republicanismo. 
La "familia" republicana, muy dividida, representaba una opción democratizadora, en buena medida anti-clerical y con tendencia a tener en cuenta las reivindicaciones sociales. En 1903 Alejandro Lerroux y Nicolás Salmerón unifican al fragmentado ámbito republicano en la Unión Republicana, que logra 36 diputados con presencia importante en las grandes ciudades. Pronto las diferencias se manifiestan y se dividen, dando lugar en 1908 al Partido Radical de A. Lerroux , muy implantado en Cataluñá, con un discurso demagógico anti-cleriral y anticatalanista intenta atrerse sectores obreros y fomenta intentonas insurreccionales. Son conocidos sus vaivenes y oscuros movimientos políticos y financieros. En 1912 Melquíades Álvarez funda el Partido Reformista, más conservador en lo social y dispuesto a colaborar con la monarquía, si esta emprendía un proceso democrático. También fue significativo el republicanismo valenciano, nucleado en torno al literato Vicente Blasco Ibañez. 
Los nacionalismos. 
El nacionalismo Catalán.  Estuvo representado sobre todo por la Lliga Regionalista de Prat de la la Riba y Cambó. Con posiciones pactitas y conservadores que se enajenaron a la clase obrera y provocó una escisión izquierdista (Centro Nacionalista Republicano), La conjunción de todo el catalanismo (bajo el nombre de Solidadaridad Catalana) en las elecciones de octubre obtuvo, en 1907, 41 de los 44 escaños correspondientes a Cataluña. Esta unidad se rompió y la Lliga de Prat de la Riba presidiría la Mancomunidad de Cataluña. 
El nacionalismo vasco.  Se aglutina en torno al PNV (Partido Nacionalista Vasco). El “padre” del nacionalismo vasco es Sabino Arana que parte del conservadurismo católico y añoranzas de la sociedad tradicional, lo que permite conectar a un campesinado, que había resistido con más éxitos que otras partes del estado a la reforma liberal, y que en buena parte hablaba el euskera. Los rasgos “arcaizantes” y una xenofobia inicial fueron mitigándose cuando otros sectores de la sociedad vasca, incluida parte de la burguesía industrial que estaba creciendo a gran velocidad en estos años, se adhieren a sus postulados. El proyecto se convertirá en un complejo entramado ínter-clasista con un sector obrero que fundaría en 1911 el sindicato ELA-STV. El galleguismo. 
La sociedad gallega era también una sociedad rural que se vio afectada duramente por la emigración. A mediados del siglo XIX se produce “O Rexurdimento”, movimiento que reivindica la lengua y cultura gallega. Durante la última etapa de la Restauración cobrará más fuerza. Nacionalismo andaluz El nacionalismo llegó a fraguar minímamente hasta los años 10 del siglo XX con Blas Infante, quien optaría por una simpatía hacía el movimiento jornalero. Pero nunca llegó a lograr un enraizamiento masivo.
El Movimiento obrero. 
Débil organizativamente a principio de siglo, durante este primer tercio se convertirá en un actor importante en la sociedad española. Dividido en dos corrientes principales: Anarquistas y Socialistas. En el País Vasco será también es influyente el sindicalismo de inspiración católica de ELA-STV. Durante los años 20 se va configurando también una, en principio, débil sección comunista. 
El Anarquismo La corrientes más extendida. Sus bases más solidas estaban entre el proletariado industrial catalán y la clase jornalera del campo andaluz en la zona latifundista. No aceptaban la organización en partidos políticos y menos aun la participación en elecciones. La Huelga general y ocupación de tierras eran sus armas preferidas. También hubo sectores que optaron por la violencia individual, lo que fue utilizado por las fuerzas del régimen para incriminar al movimiento obrero organizado, a veces utilizando auténticos montajes. Tras periodos de ilegalizaciones y divisiones en 1911 se funda la gran central sindical anarco-sindicalista: CNT, que fue mayoritaria hasta la guerra civil y sufrió frecuentes persecuciones. 
El Socialismo Tenía su partido político, el PSOE, y su central sindical, la UGT, ligados organicamente. Sus aspiraciones revolucionarias se veían frecuentemente atemperadas por la aspiración de aprovechar las oportunidades del sistema (Su líder Pablo Iglesias logra acta de Diputado en 1910 en la Conjunción Republicano-Socialista) y por las reformas parciales que pudieran arrancarse a través de luchas concretas en la fábrica o con movilizaciones más generales. Su máxima influencia se daba en la minería asturiana, Vizcaya y Madrid. 

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