A bordo del Titanic, Bianca Turetsky

¿Qué pasaría si un precioso vestido vintage pudiera llevarte a un viaje al pasado? El glamour de los vestidos antiguos, el maravilloso Titanic y una aventura irrepetible se encuentran en esta maravillosa novela. Primera entrega de la serie Una fashionista viajera en el tiempo. Cuando Louise Lambert recibe una misteriosa invitación para asistir a una venta exclusiva de moda vintage, su ordinaria vida como adolescente de un acomodado barrio de Connecticut se transforma en una aventura a través del tiempo. Las dos damas propietarias de la tienda parecen brujas, es cierto, pero es imposible resistirse a probarse uno de los maravillosos vestidos que están colgados por todos lados. Louise acaba poniéndose uno que perteneció a una actriz de cine mudo de principios de siglo XX, Alice Baxter.

Las cosas buenas vienen en frascos pequeños o, en este caso, en libros que en un primer momento pueden pasar inadvertidos. Si bien es cierto que es el primero de una colección y que la edición que yo tengo no corresponde a la de la segunda parte, no por ello deja de ser, sencillamente, una preciosidad. Muchos conocen mi afición por las ilustraciones. Yo misma he reseñado algún libro ilustrado en el blog, por lo que, en cuanto se me presentó la oportunidad, no dudé en hacerme con estos libros.
Una historia llena de magia que contiene unas ilustraciones que me han evocado a los recortables de muñecas de cuando yo no medía más de un metro. Dibujos algo infantiles que nos transportan a nuestra niñez, pero cuidados con mucho esmero. Cada silueta, cada vestido, todo, tienen unos detalles que nos dejarán con la boca abierta y que harán mucho más amena nuestra lectura. Porque sí, la trama está bien, pero lo que enamora es, precisamente, las ilustraciones.
Los colores pastel se suceden página trás página, así como los más llamativos y brillantes. Si buscáis una lectura que pueda atrapar a los más jóvenes de la casa, esta es sin duda una buena opción. Sobre todo para las princesitas de la familia, puesto que serán ellas las que más disfrutarán, sin contarnos a nosotros, por supuesto. Es cierto que en un primer momento puede resultar una lectura dirigida a un público muy joven, pero es tan bonita la edición que cualquiera disfrutaría con ella.

—¡PORTODOSLOSANTOS! ¿Estamos en el Titanic? —chilló Louise presa del pánico, con la hoja de papel en alto. La mesa enmudeció y todos los ojos se clavaron en ella. Luego, al unísono, los comensales estallaron en carcajadas, como si se tratase de la broma más jocosa que habían oído nunca.
—Por supuesto que sí, cariño. Es una actriz excelente, ¿no les parece? —exclamó el señor Baxter—. ¡Cuánto me alegro de haberla fichado en su momento! —añadió dando otro buen trago de champán.

En este libro nos adentramos en la conocida historia del Titanic, algo que me llamó mucho la atención puesto que el hecho de que la protagonista viaje hasta este conocido barco nos permite encontrarnos con personajes de la época que han sido relevantes. Puede que la historia en sí no tenga tata relevancia como las ilustraciones, pero no deja de ser una lectura amena, ágil, que logra atrapar al lector. 
Una idea llamativa que será el eje de distintas historias. Siempre se ha dicho que un libro te ayuda a viajar a cualquier parte sin necesidad de salir de las cuatro paredes que forman tu habitación, pero en este caso se podría decir que la frase cobra un sentido casi literal. Por algo el nombre de la colección se llama El baúl de viaje.
En definitiva, se trata de una historia ligera que nos transportará a los cuentos de cuando éramos pequeños, que nos devolverá esa sensación que teníamos con la lectura. Magia pura envuelta en una preciosa edición que hará las delicias de cualquiera. Desde luego incentiva a leer la segunda parte, aunque son historias independientes y pueden leerse en el orden que se prefiera. Un libro en el que la propia narración cede protagonismo a las ilustraciones, que nos ayudan a sumergirnos perfectamente en lo que ocurre, que nos llevan de la mano por todos y cada uno de los acontecimientos, ayudándonos a visualizar todos y cada uno de los detalles de una forma inmejorable.