Revista Cultura y Ocio

A cuenta de un nuevo aniversario del golpe y de la muerte del Joe

Publicado el 24 marzo 2013 por Poli @FIPoli27
En un tuit afirmé sobre el Joe, el día de su muerte, "ese no se equivocó, ni le fue mal, ese era otra cosa, sabía bien lo que hacia, escribía el libreto, a sangre y fuego".  Hubo intencionalidad y alevosía.
A cuenta de un nuevo aniversario del golpe y de la muerte del Joe
De viejos escritos que guardo de cuando daba clases de historia económica en la UBA, encontré uno que sintetizo para este post en 6 puntos. Este período se podría resumir en desindustrialización, financiarización de la economía, endeudamiento externo, nuevos socios internacionales y cambio en la relación interna de poder. Ahí van mis 6:

1º. El objetivo político subyacente en el programa económico puesto en marcha por Martinez de Hoz probablemente haya sido la modificación sustancial del balance de poder entre los diferentes grupos económicos y la inserción productiva y comercial de los sectores empresarios, radicalmente diferente de las prevalecientes en la etapa sustitutiva de importaciones (ver A Canitrot).

2º. La política económica determinó una modificación radical en el comportamiento de las unidades productiva, en la que los aspectos financieros predominaban sobre los productivos, afectando las decisiones en materia de inversión en bienes de capital y de creación e incorporación de innovaciones tecnológicas. Las empresas se convirtieron, entonces, como señaló Jorge Schvarzer, en agentes financieros que tenían una fábrica.

3º. A nivel industrial, en esta época se implementó una estrategia de apertura importadora con tipo de cambio atrasado que determinó la destrucción de gran parte del tejido productivo. Esto dio lugar al comienzo de un proceso de verdadera desindustrialización que revirtió lo que se había forjado desde los años ‘30. Los datos sobre la evolución de la producción manufacturera entre 1975 y 1982 son contundentes, mostrando una caída del 12% promedio, con máximos registrados en los sectores de textiles (29,5%), industria de la madera (35,5%) y papel, imprentas e editoriales (20,6%). El incompleto proceso de sustitución de importaciones que debía avanzar hacia las industrias de insumos industriales y bienes de capital, sufrió un duro embate. 

4º. El sector financiero, que comenzó con un lento crecimiento en el trienio 1976/8, se convirtió en el sector más importante de la actividad económica; en 1980, su contribución al PBI arrojaba un incremento de más del 40% comparado con 1975. 

5º. El espectacular crecimiento de la deuda externa observable a través de las distintos ratios de endeudamiento: la relación deuda externa/PBI pasó del 18% en 1976 al 60% en 1983, los intereses externos/exportaciones se incrementaron del 12% al 64% en el mismo período y la relación deuda externa/exportaciones se disparó de 270% a 580%. El proceso de endeudamiento externo muestra dos períodos diferenciados. En el primero, 1976 y 1979,  el motor del endeudamiento externo fue el déficit del sector público que se financió en los mercados internacionales, siendo uno de los principales destinos de dichas divisas el incremento de reservas internacionales en manos del BCRA. En tanto, en la segunda etapa, entre 1980 y 1981, el protagonista del endeudamiento pasó a ser el sector privado que generalmente fue contrapartida de la especulación o fuga de capitales (ver A. Ferrer). 6º. Un nuevo triángulo se estableció a nivel de relaciones económicas externas entre nuestro país, Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas durante este período, replicando, con nuevos actores, el triángulo anglo-argentino-norteamericano formalizado en el período de entreguerras y con Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea en las décadas del ´50 y ‘60. Explica Mario Rapoport :“Estados Unidos permanecía como el principal proveedor, y su comercio con la Argentina continuaba mostrando un fuerte desbalance. En el nuevo triángulo comercial, la compensación de los saldos negativos con los EEUU se lograban con las colocaciones en la URSS... La expansión de las exportaciones de granos tiene relación, desde el lado de la demanda, con la firma de acuerdos con la URSS, que transformaron a dicho país temporariamente en el principal comprador de productos argentinos, superando cuantitativamente en algunos momentos a la CEE en su conjunto. La Unión Soviética llegó a ser el receptor de cerca del 80% de las exportaciones argentinas de cereales y del 20% de las carnes. El comercio bilateral mostraba un notorio desbalance a favor de la Argentina, que trataba de compensarse con convenios pesqueros, la colaboración en materia de energía nuclear, la concreción de diversos proyectos de infraestructura y un incremento en las compras argentinas de maquinarias y vehículos de distinto tipo”.

Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".

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