Revista Arte

A debate: el hiperrealismo o los límites de la representación

Por Manuel Pérez Báñez @manuelpielroja
Ron Mueck ante una de sus creaciones

Ron Mueck junto a una de sus esculturas

Tiempo atrás hemos trabajado a través de nuestras tareas de Volumen el concepto de iconicidad en la escultura.  Al hilo de la cuestión  traemos a debate  en nuestra despensa una tendencia en la emergente escultura contemporánea  como es el hiperrealismo   y a través de éste,   la búsqueda de la provocación  o  asombro del público, alcanzado a partir de un sorprendente  grado de realismo o virtuosismo gráfico de  los modelos representados,  a veces alterando  la escala (modelos mucho más grandes o mucho más pequeños que la realidad)  o  descontextualizando  los modelos en situaciones grotescas,  provocativas o inusuales como hace Ron Mueck  (en la imagen de arriba junto a una de sus muchas e impactantes esculturas y abajo, una de sus obras en una galería de arte ). Escultura de Ron Mueck

Escultura de Ron Mueck

Las nuevas tecnologías digitales, las  resinas de poliéster,  la silicona  y otras materias escultóricas  modernas,  propician  que muchas de estas esculturas alcancen un grado inusitado de realismo y virtuosismo en las texturas de la piel,  el pelo, etc.  Aquí  dejamos  una amplia muestra:  19 esculturas que no podrás creer que son reales Aunque este  fenómeno no es nuevo ni mucho menos:  en los  años 60  y en el contexto del Pop Art   aparecieron las primeras  esculturas de poliéster  policromadas   y se empezó a utilizar el término  “hiperrealismo” para definir el arte de los desnudos de  John de Andrea o las imágenes del consumo de Duane Hanson (en la foto) por ejemplo.
A debate: el hiperrealismo o los límites de la representación

Duane Hanson “Supermarker shopper” (1970)

Aprovechando esta máxima iconicidad de los modelos representados,  ahora tal vez  los artistas buscan otras lecturas más complejas  alejadas del Pop Art  y vinculadas a  dar una visión crítica sobre la identidad sexual, el cuerpo, la religión, el poder y otros conceptos de candente actualidad.   Hace algunos años  una controvertida instalación  del artista italiano  Maurizio Cattelan  para  el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y  en el marco de una Bienal de Arte,  desató encontradas reacciones en los medios locales. Otras tendencias recuperan el mundo de la cultura pop , utilizando  a  los iconos y objetos  populares del momento,  como las obras de Jeff Koons y sus incursiones en la estética “Kitsch”.
A debate: el hiperrealismo o los límites de la representación

Jeff Koons “Michael Jackson and Bubbles”

O  propuestas extremas como la del polifacético artista inglés Damien Hirst que presentó obras no ya de poliéster  u otro material escultórico sino con animales reales  en unas grandes urnas  llenas de formol , como la del tiburón, una de las más  famosas.
A debate: el hiperrealismo o los límites de la representación
En otras ocasiones,  ciencia, tecnología  y arte se dan la mano en trabajos que exploran  los límites mismos de la representación y plantean tanto cuestiones éticas como estéticas,   como la muestra “Body Worlds, Un viaje por el corazón”  una exposición impactante que ha recorrido medio mundo con gran éxito de público, aunque no exenta de polémica y debate en los medios locales donde se ha expuesto. Esta muestra fue  posible gracias a donantes de cuerpos y a la técnica de la plastinación,  que  fue inventada por el    Dr.  Gunther Von Hagens en 1977 en la Universidad de Heidelberg,  que consiste en  detener la descomposición del cuerpo inerte mediante la inyección de un componente plástico en las células.  En definitiva, es interesante plantearse lo que estos modelos tienen de esculturas o lo que tienen de “especímenes” científicos.¿Es arte? ¿Es ciencia? Ciertamente, el hiperrealismo  -y en especial cuando son  figuras o representaciones humanas-  provoca asombro pero también reacciones dispares  en el público,   pudiendo herir a veces  sensibilidades,  precisamente por la delgada línea que separa la representación de la realidad o cuando  se utilizan con licencias artísticas como Mueck, que saltó a la fama con“Dead Dad  una escalofriante figura de silicona que muestra a su padre muerto, reducido 2/3 de su tamaño real, o mismamente,  este bebé gigante que podemos ver a continuación.
A debate: el hiperrealismo o los límites de la representación

Ron Mueck “A girl” (2006)

o  con intenciones satíricas  o descontextualizadas  como el anteriormente citado Maurizio Cattelan en algunas de sus obras como La Nona Ora (1999)
A debate: el hiperrealismo o los límites de la representación

La nona hora (1999)  Maurizio Cattelan

En el polo opuesto, no  deja de  ser curioso  que a la vez y  en determinados contextos religiosos  como  la Semana Santa,   miles de personas (en especial en  muchas ciudades andaluzas) veneren la “belleza” de ciertas  representaciones  en forma de tallas policromadas  que  son  en extremo “hiperrealistas” y ciertamente  no exentas de “crueldad” en ocasiones  (crucifixiones, duelos,  martirios, etc.),  aunque en este caso,   ampliamente  representadas,  asumidas y consentidas  en la  tradición  iconográfica  tanto  pictórica  como escultórica de la religión cristiana y por extensión, en la cultura popular de muchos pueblos y ciudades.
A debate: el hiperrealismo o los límites de la representación

Hiperrrealismo en la imaginería  religiosa

En definitiva sería interesante  conocer otras  opiniones o visiones  al respecto y así enriquecer la perspectiva de mi alumnado de la asignatura de Volumen ante este tipo de  manifestaciones artísticas,  así que el debate queda abierto a quien quiera participar o comentar.  De hecho, para quien no quiera entretenerse mucho,  hay una pequeña y breve  encuesta a continuación, que puede servir de indicador, aunque evidentemente la cuestión tiene muchos más matices que los indicados en la misma. Take Our Poll

Volver a la Portada de Logo Paperblog