La historia de cómo conocí a los Philipp es un tanto graciosa e inverosímil Pero eso es lo bello de viajar y conocer nuevas personas todo el tiempo que le dan un color diferente a la vida.
Estaba un día como cualquiera haciendo un poco de música, cuando tocaba en la calle. La tarde estaba bastante tranquila, sin embargo la gente no parecía muy alegre (german face). De repente pasaron dos chicas y me regalaron una sonrisa muy bella. Yo seguí tocando, cambié de spot y una de estas chicas al cabo de unas horas volvió a pasar con su sonrisa (más tarde me enteré que me andaba buscando). Cuando terminé de tocar puse la guitarra en el estuche y aún ella estaba allí, detrás de mí. Entonces me nació un impulso de adentro y la saludé y le pregunté si hablaba inglés. Las siguientes 5 horas nos la pasamos hablando, resultó ser mitad alemana mitad canadiense. Nos seguimos juntando, fuimos al bosque a caminar, tomamos un par de helados y me dijo que su padre y la otra chica con la que estaba caminando ese día querían conocerme y que les tocara unas canciones. En la cena me sentí totalmente confortable, el ambiente era tan familiar y nutritivo, parece que ellos sintieron lo mismo, porque nos empezamos a juntar cada semana.
Así es como conocí a Jana, a su padre Markus y a sus dos amigos, Heida y Beno (son unos amores).
Jana me comunicó que ellos iban a ir a Italia cuando Alice y Kim, la hermana y madre de Jana, llegaran de Canadá, me dijo que les gustaría que yo fuera con ellos. Al principio dije que no, pero después insistieron bastante en el tema y un día antes de salir me convencieron.
Y ese es el preámbulo para contarte el viajecito que nos pegamos.
Y comienza Italia-Toscana (saber un poco de geografía no sabes todas las ventajas que trae)
Miercoles 1 de Julio:
Salimos de Wiesbaden dirección a Liechstenstein donde dormimos en la casa de un típico millonario de esa zona, fue un hermoso lugar lleno de árboles e infinitos campos perfectamente cortados, lagos celestes y los Alpes con sus pinos. Comimos barbacoa y todos hablaron alemán asi que no entendí mucho (seguramente fency stile)
Miercoles 2 de Julio:
Desayunamos y cruzamos a Austria y Suiza para finalmente ingresar a Italia. Y llegamos a la segunda parada: Lucca, en la Toscana.
Lucca me parece una ciudad muy atractiva. Inusual en la Toscana son las murallas alrededor de la ciudad. Los amplios muros construidos en la edad media, perdieron su importancia militar y se convirtieron en paseos peatonales rodeando la antigua LuccaAquí nació el gran Puccinni un famoso cantautor de opera (Kim es cantante de opera)
Las calles son angostas, llenas de flores y enredaderas, y hace un calor de mierda.
Entramos a la Catedral San Martin (Duomo di San Martino) construida en 1063 de estilo Románico y gótico. El templo posee un rico interior con numerosas obras de arte de autores famosos tal como: Nicola Pisano, Matteo Civitali o Domenico Ghirlandaio.
Acto seguido fuimos indicados por la mala ubicación de Markus a la Torre Guinigi. Es una torre de 45 metros de altura (como 300 escalones) tiene un jardín en la parte superior con olivos. Desde allí se ve por ejemplo el Jardín Botánico y la Plaza del anfiteatro a la que luego fuimos para tomar la típica copa de prosecco.
También conocimos el Palazzo Pfanner que es un palacio renacentista, con bellos jardines interiores y hermosas vistas, además está muy bien conservado. El palacio cuenta con un museo de medicina (súper friki), con exposiciones de arte, muchos jardines con limoneros y hasta bambú, además de galerías con hermosas esculturas de los dioses griegos.
Después de explorar cada rincón de Lucca nos fuimos a cenar a Pisa. Estaba lloviendo, por lo que nos salvamos del tumulto turístico. Nos sacamos un par de fotos con la wea’ esa inclinada (?) y caminamos con la lluvia refrescante alrededor de la Plaza de los Milagros (Baptisterio, el Duomo y el Camposanto) Fuimos a un restaurante very fancy, pero el vino sabía a vinagre.
Volvimos a Lucca y, como era viernes, estaba la ciudad repleta de jóvenes. Después de la última cerveza nos fuimos a dormir porque al siguiente día nos esperaban diez horas de viaje. Tres hasta Piombino, cinco en ferry hasta la isla Cerdeña y dos más hasta Santa María Navarreza.
Pero eso te lo voy a contar en la próxima nota: A Italia con los Philipp – Cerdeña
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure