Santa María Navarreza
Cuando finalmente llegamos a nuestra casa en Santa María, estábamos todas descompuestas por el camino permanentemente curvo del este de la isla, aunque estábamos todos bastante cansados fuimos a tomar unas cervezas al bar de la esquina y a ver el reflejo de la luna llena en el mediterráneo, disfrutando de una temperatura de 25 grados a las 12 de la noche.
El primer día aprovechamos el sol y la playa, el agua limpia a temperatura agradable invitaba a pasar todo el día nadando. Cenamos diferentes tipos de pasta y toqué la viola mirando la luna.
La casa era preciosísima, espaciosa y con vista al mar. No había forma de estresarse. La rutina variaba entre tomar siestas, ir a nadar, comer galletas, tocar la guitarra, molestar a Alice, caminar juntos y salir a comer.
Cansada de comer todo el tiempo afuera, propuse cocinar un par de comidas argentinas durante la semana. Así compartimos en la mesa de el patio interno riéndonos y mixando culturas.
Acá una historia un tanto cómica. Un día estábamos todos en la playa haciendo nada como de costumbre, y vemos a un señor “enseñando” a su hijo a hacer snorkel. Básicamente estaba hundiendo la cabeza del niño con toda su fuerza. Todo cobró sentido cuando el señor empezó a hablar ruso (vamos que no es coincidencia que cuando pones rusos en google la primera opción sea rusos locos).
Al siguiente día nos lo encontramos en la pizería, solo llevaba unos calzoncillos azules y quería un vino frío.
Nos lo seguimos encontrando, y con Jana y Alice empezamos a inventar la historia de la vida de él. Para nosotras era el profesor Viktor Jodoroski (perdón si alguien se llama así y es docente).
La última vez que lo vimos estaba tomándose una sesión de fotos en la playa con un cubo de hielo y un vino rosado. Cuando terminó de hacer su espectáculo tomó un kayak y se fue remando a la pequeña isla frente a la playa.
Esta es la foto que le tomamos (Markus a la derecha disimulando el objetivo de la foto)
Viktor JodoroskiLa playa a la que íbamos a diario A la misma hora y en el mismo lugar cada día
Cala Goloritsé
Es una cala protegida por la UNESCO.
Para llegar a este precioso lugar había que hacer un par de kilómetros a pie.
El camino de ida era en bajada, tardamos 50 minutos aproximadamente, cuando llegamos allí nos encontramos con un paraíso de lugar.
Las montañas rocosas, pero aún así verdes en parte, una cala en el extremo derecho y un par de piedras incrustadas en el medio del agua más turquesa que jamás vi. Pasamos un día maravilloso hasta que el sol empezó a bajar, y nosotros retornamos.
Esta vez el camino era en subida, por ende mucho más duro. Estábamos jugando una carrera todos juntos, yo iba como loca corriendo primera, pero por alguna razón me separé de Alice y Markus y seguí un camino incorrecto por 30 minutos o más. Resultado: Congratulations, you are lost!
Fuimos una segunda vez antes de empezar a viajar por otras zonas de Cerdeña. Esta vez fuimos muy temprano, para tener la posibilidad de avistar la isla completamente sola. Markus se enfermó entonces fue un “día de chicas”
También compramos un par de snorkel un par de días antes, y pudimos disfrutar de la fauna marina. El mío estaba roto y trague todo el agua que pude.
Kim y Alice Empezamos a avistar el mar La vida es muy corta para salir bien en las fotos Así terminé después de el segundo día en Cala Goloritsé
Cala Mariolu
Otro día alquilamos un bote, para recorrer toda la costa e ir a Cala Mariolu. A diferencia de las otras Calas a esta solo puedes llegar en Bote o Barco.
Pasamos por Cala Goloritsé y vimos todo desde otro punto.
Aguas cristalinas, rocas en el centro que hacen un paisaje paradisíaco, detrás hay parte rocosa donde puedes encontrar sombra. Hay un pequeño bar y también es ideal hacer snorkel, los peces pasan a tu lado como si nada.
La desventaja de esta Cala es que vienen un montón de barcos con turistas y no puedes nadar en la entrada. Yo salté desde el bote y me dieron un largo sermón por estar en la zona prohibida.
En Junio un amigo de la familia Philipp que está en el Caribe tubo un accidente con una medusa. Con Alice estábamos investigando la Cala con snorkel y nos infartámos al descubrir que había cientos de ellas en el lugar,eran pequeñas por suerte; pero en Santa María Navarreza cuando estábamos haciendo Caiac descubrimos que nos rodeaban un montón de medusas gigantes y violetas como la que tocó a este conocido. A estar atento cuando visites esta zona.
Capitan Philipp ♥
Después de dos semanas recorriendo la parte este empezamos a viajar por la Isla, pero eso te lo cuento en otra entrada