A la espera de un reservado discapacitado desde hace año y medio

Nunca pensó que sería tan difícil, ni tampoco que conseguir una respuesta realmente concreta pudiese resultar tan complicado. «Creo que no se está hablando de hacer la obra de El Escorial», ya bromea.
Porque cuando en octubre de 2011 José Sánchez, un vecino de El Ejido que cuenta con una discapacidad del 70%, decidía solicitar a través de una instancia en el Ayuntamiento la posibilidad de obtener una señalización de aparcamiento para discapacitados cerca de su vivienda en la calle Segovia, nunca pensó que un año y siete meses después, seguiría a la espera.
Como explica a este periódico, «tras solicitar a la Junta de Andalucía la tarjeta para la zona azul, fui hasta el Ayuntamiento de El Ejido y presenté toda la documentación necesaria para que contar con un aparcamiento reservado para discapacitados cerca de mi vivienda». Tal y como añade, esa primera instancia la presenté en octubre de 2011 pero no fue hasta febrero de 2012, cuando recibí por primera vez respuesta del Ayuntamiento».
Un escrito firmado por el concejal de Urbanismo ejidense, Alberto González, con fecha del 31 de enero de 2012, en el que como este periódico ha comprobado detalla que el informe técnico correspondiente es favorable, ya que señala que «no hay inconveniente alguno en acceder a su petición», sin embargo también contempla que «la ejecución de la señalización queda pendiente a la existencia de consignación presupuestaria». Una razón en la que este vecino confió plenamente ya que como recuerda, «soy una persona comprensiva y entendí que a lo mejor no había dado tiempo a contemplarlo en ningún presupuesto así que esperé un poco más».
Concretamente hasta el mes de abril del mismo año aunque según aclara, «no pensaba poner ningún tipo de reclamación porque mi intención era conseguir una respuesta acudiendo al área de Urbanismo, pero allí solo me dijeron que tenían la señalización prevista, pero que seguía a la espera de presupuesto». Por eso decidió volver a registrar una instancia a modo de reclamación con fecha del 11 de abril de 2012 en la que recordaba todo el proceso y su primera solicitud, pero en esta ocasión la respuesta municipal no llegó hasta el mes de octubre.
«Para este segundo escrito tardaron más en responderme. Además, está firmado con fecha del 11 de septiembre de 2012 y a mi no me llegó hasta el 4 de octubre», subraya. No obstante, este nuevo documento vuelve a insistir en que la petición de este vecino «ha sido informada favorablemente», pero la novedad radica en que en esos momentos la petición también había sido ya incluida «en un proyecto de mejora de señalización de tráfico en vías urbanas», tal y como refleja el escrito.
José reconoce que esta vez se mostraba más incrédulo, pero lo cierto es que al conocer que su petición había sido ya incluida en un proyecto decidió alargar una vez más la espera. Una espera que a día de hoy sigue manteniendo porque hace ya siete meses que no recibe ninguna noticia sobre el tema.
«Ya me cansé de presentar instancias y la última vez que volví a insistir fue en persona hace unos meses. Conseguí hablar con algún responsable de Urbanismo que me reiteró que mi petición estaba incluida en un proyecto pero que estaba a la espera de que se adjudicara porque había habido algún tipo de problema con el concurso», relata.
Tras todo este proceso y papeleo, y sobre todo ante el hecho de que a principios de mayo de 2013 aún este vecino no pueda contar con ese reservado discapacitado, a su juicio solo le cabe ya «reivindicar que entiendo que tengo un derecho a solicitar esa plaza, la solicito y me es concedida, así que lo que no acabo de entender es qué tanto cuesta una señal, o cuánto tiempo hay que esperar para ponerla».
En cualquier caso la principal queja de este vecino es que no se le ofrezca «una respuesta concreta», porque como reitera una y otra vez, «soy una persona razonable, que entendería tener que esperar incluso más tiempo, pero por lo menos que me digan un plazo o una fecha a la que yo pueda atenerme, porque primero faltaba la consignación presupuestaria y después se había incluido en un proyecto», expresa.
En la misma línea, José Sánchez tampoco alcanza a entender que «este tipo de señalización haya que incluirla en un proyecto, aunque la verdad es que desconozco si todas las peticiones de este tipo también se incluyen en proyectos de mejora de señalización», confiesa.
Precisamente por la falta de información y conocimiento que reconoce tener sobre cuáles son los plazos aproximados de espera desde que se solicita este tipo de reservado hasta que la señalización se lleva a cabo, este vecino asegura que se ha mantenido «paciente y expectante» hasta el momento. Una paciencia que poco a poco va colmando el vaso por lo que no duda en añadir que «si esto sigue así, hay más sitios donde puedo llevar mi petición».
Y es que como José avanza, en una de sus visitas al Ayuntamiento le llegaron «a señalar sobre plano dónde iría exactamente la señalización de esta plaza», por lo que insiste en que si su derecho ha sido reconocido, aceptado e incluido hasta en un determinado proyecto, lo único que necesita a estas alturas es conocer cuándo esa actuación se llevará a cabo».
Así las cosas, este vecino insiste en que no va a cesar en su empeño de lograr al menos una respuesta que le «convenza». Como argumenta, «creo que estoy en mi derecho», así que tiene claro que pase el tiempo que pase ese reservado discapacitado tendrá que estar listo para una fecha. Una fecha que aún hoy sigue siendo incierta.
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