Revista Opinión

A las barricadas cívicas contra el abuso opresor del Impuesto de Sucesiones

Publicado el 07 marzo 2017 por Franky
El 21 de marzo, a las 12 de la mañana, manifestación en la puerta de los ayuntamientos de todas las ciudades de España, para pedir LA SUPRESIÓN DEL IMPUESTO DE SUCESIONES. PÁSALO A TODOS TUS GRUPOS Y CONTACTOS. --- A las barricadas cívicas contra el abuso opresor del Impuesto de Sucesiones El anuncio se ha reproducido cientos de miles de veces en los teléfonos móviles, ordenadores y tablets, expandiéndose como un virus. Parece que esta vez va en serio y los políticos que han impuesto el injusto, brutal y obsceno saqueo que representa el Impuesto de Sucesiones van a tener que verse las caras con la ciudadanía en rebeldía.

El impuesto a los muertos era demasiado brutal para que fuera soportado sin rebelión por el amaestrado y acobardado pueblo español, que tarda en rebelarse pero que, según demuestra la Historia, cuando lo hace lo hace de verdad.

La red hierve con ese impuesto lleno de injusticia y oprobio. Las firmas de protesta se disparan y la gente, indignada, hace proselitismo contra los que se han acostumbrado a saquear desde los gobiernos, sin tener que pagarlo.

En change.org funciona una campaña de firmas para pedir a la Junta de Andalucía que lo suprima y que marcha viento en popa. Las campanas de la libertad están repicando y muchos miserables sienten miedo.

Puedes FIRMAR y sumarte a la campaña, cuyo texto dice:

Andalucía es una de las comunidades autónomas con el impuesto de sucesiones más alto. Para nosotros no se aplican las bonificaciones que en la mayoría de comunidades casi eliminan la cuantía a pagar cuando uno hereda algo.

Nuestros padres fallecen y, según la Ley 29/1987 del impuesto de sucesiones, la Junta de Andalucía nos llega a cobrar a sus herederos hasta el 40% del valor de la vivienda si supera los 175.000 euros. Y por no tener posibilidades económicas, habría que malvender la casa o renunciar a dicha herencia.

No es justo que después del esfuerzo de nuestros padres y haber tributado con creces por su casa con otros impuestos (plusvalías, IBI, etc.), es decir doble tributación, no revierta en sus hijos.

Francisco Rubiales


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