A los que se van y a los que se quedan

Uno de los buenos propósitos que me propuse para este 2014 (lo de perder peso y hacer ejercicio más que propósitos son retos) era retomar este espacio que durante mucho tiempo, demasiado diría yo, he tenido en el más absoluto de los ostracismos. Pues bueno, parece que enero ha despertado algo en mí y aquí estoy, dándole al teclado.

Podía escribir sobre cosas que hacen que me hierva la sangre. Por ejemplo, Gallardón y su reforma del aborto, Aguirre y su descarado cinismo, los desmanes de los sindicatos en Andalucía o la incompetencia del PSOE en la oposición. Incluso podría escribir de Rajoy, así, a secas. Pero no, prefiero ‘re-estrenar’ este espacio hablando de la gente que hace pequeñas cosas que son admirables.

Aborto de JR Mora.

Hace unos días felicitaba en Facebook el año a todos esos valientes que se han ido de sus casas, fuera de su país, obligados por la situación tan lamentable y paupérrima que pasamos. Ellos son los grandes perdedores de esta crisis por las que nuestros gobiernos y sistemas bancarios nos hacen pasar, pero hay otra cara de la moneda, los que se quedan e intentar hacer algo nuevo.

Y lo digo por gente como Javier Coronilla (al que no conozco de nada) pero que me ha fascinado con su trabajo (que podéis ver en el vídeo), desde un taller en su casa, y con el que ha llegado a colarse en una mítica serie británica y una superproducción cinematográfica.  Un gaditano haciendo animatrónica. Ahí es ná. Este caso no es único, en Andalucía y en España hay mucho más que luchan por innovar día a día.

Así que creo que esta es una buena forma de comenzar de nuevo. Poner en valor lo nuestro, pensar que siempre es posible hacer algo diferente y que podemos tirar ‘palante’ con el sudor de nuestra frente. Da igual que las administraciones lo pongan difícil, siempre habrá unos cuantos locos que piensen que es posible. Así que dedico este post a todos ellos, a los que se van y a los que se quedan. Todos, gente muy grande.