Revista Cultura y Ocio

A medio camino – @PabloBenigni1

Por De Krakens Y Sirenas @krakensysirenas

Acto 1: La luz blanca me tapa la oscuridad.

Últimamente pienso mucho en la muerte, normalmente cuando alguien cercano a ti muere es cuando te das cuenta de que la muerte existe, antes no, antes es algo que solo ves por la tele o lees, como las series o libros, pero no real, porque no pasa cerca de ti, pero existe, es la única verdad dicen, y yo últimamente pienso mucho en la muerte.
Me acabo de levantar y me he restregado con fuerza los ojos, quizá porque no me creo que haya acabado así mi vida, no, no me imaginaba mi vida a esta edad así, instalado en la decadencia, pero ese es otro tema, me he restregado los ojos muy fuerte y ahora veo luces blancas en la oscuridad, eso somos, pequeñas luces en la oscuridad, que se acaban difuminando, borrosas y sin importancia en la historia, lo siento, soy un cabrón muy negativo con el estómago vacío.

Acto 2: La casualidad te salva la vida.

Hace unos años estuve muy cerca de morir, a segundos, a un metro exactamente, iba caminando por mi calle de bares favorita de la ciudad con dos amigos, que casualmente, están muertos para mí, veníamos de beber y de ser unos gilipollas, porque cuando me iba con ellos, era muy gilipollas, y el hambre como es de costumbre a esas horas de la noche, apremiaba, y vimos ese divino tesoro en forma de gofre lleno de diferentes tipos de chocolate, kit kat, kínder bueno, uf, babeo, y entramos, y después de dudar y elegir uno, comimos, no más historia, una puta delicia bailando en mi boca, pero nada más que contar de ahí, hasta que estamos a punto de irnos, felicitamos al cocinero, somos gilipollas, pero educados, y justo cuando vamos los tres a salir de la puerta, el hombre nos para y nos comenta que hay un concurso de fotos en su página web y que el que gane se lleva gratis una tarta de gofres, damos las gracias por la información y abrimos la puerta, de repente lo que recuerdo, es un estruendo, como si un coche se hubiera metido en un establecimiento, es lo primero que pensé, yo solo cerré los ojos y esperé estar entero, y justo delante nuestra, una ventana de dos metros de largo, con todo su metal y cristales aplastado en la acera, había caído de un tercero a una velocidad mortal que nos hubiera partido a los tres sin darnos cuenta, se habría acabado todo, y todo porque el cocinero nos paró, y antes de eso miles de casualidades que nos hicieron estar ahí en ese momento y no un segundo después, bueno, por lo menos mi último pensamiento en esta tierra hubiera sido lo bueno que estaba ese gofre, no está mal.

Acto 3: A medio camino.

Debería salir de la cama y dejar de pensar en la muerte, pensar más en la vida ¿No? Qué coño pensar, vivirla, lo sé, en cualquier momento se apaga la luz, y no saber qué pasará después, agobia, agobia pensar que esto es todo, que se acabó, que todo lo que hacemos no tendrá repercusión más allá de esto, y que un día se perderá en el agujero negro del tiempo, que nuestro ordenador se apagará y todos nuestros datos, nuestras risas, nuestros llantos, nuestras alegrías y penas, todo lo que hemos almacenado dentro, lo que hemos reflexionado, lo que hemos sentido se perderá, o al menos no nos lo llevaremos con nosotros, porque no existiremos, si no se te encharcan los ojos al pensar en esa posibilidad, en la posibilidad de que mañana puedo morir y que todo acabe, no sé qué tipo de humano eres, cuando pienso en la de vidas incompletas a lo largo de la historia, brutales asesinatos, brutales guerras, muertes indiscriminadas, a personas inocentes, personas que por ser o pensar diferentes mataron, personas a las que enfermedades mataron sin poder completar su vida, sin poder tener la oportunidad de elegir su propia muerte, si no se te nublan los ojos al pensar eso…
Y es que todos estamos a medio camino, siempre a medio camino de la muerte, es justo cuando vas a morir cuando pegas el acelerón, pero estamos a medio camino de la muerte, o a medio camino de más vida, como queráis mirarlo, yo aún no he desayunado y voy a trabajar a un trabajo que odio, por lo que perdonen mi pesimismo, y vivan, no siempre un gofre nos va a salvar la vida.

Visita el perfil de @PabloBenigni1


Volver a la Portada de Logo Paperblog