Revista Educación

¿A qué piso va?

Por Siempreenmedio @Siempreblog

botones_ascensor¿Se han dado cuenta de para qué sirve en realidad el botón de la foto? Es uno de los botones que tienen algunos ascensores (me he fijado en que no todos lo tienen, y no me extraña). Y es muy útil cuando, por ejemplo, va usted dentro, el ascensor se para en alguna planta y, por lo que sea, no hay nadie esperando. Pues alargando un dedo cualquiera, va usted, aprieta el botoncito y el proceso de cierre de puertas se acelera.

Pero tiene otra depravada utilidad: hacer lo mismo cuando, de lejos, ve usted acercarse a alguien que no le cae bien y, disimuladamente, aprieta el botoncito con la ilusión de no tener que compartir su reducido espacio con el/la susodicho/a. Como no soy la primera persona que escribe de esto, me ha sorprendido descubrir que hay gente como Carmen J., que tiene un corazón como un camión y se disculpa cuando se equivoca de botón y cierra en las narices la puerta a alguien cuando, en realidad, lo que quería era abrirla (¿por qué ponen los dos botones uno junto al otro? Es una perversión). Porque claro, también está el botón que retrasa el cierre de las puertas para cuando, por ejemplo, llega alguien azorado y queremos esperar a que entre en el cubículo móvil transportador. Pero esas son las menos. El ascensor es un espacio muy personal. Hay pocas cosas más desagradables que esos silencios incómodos con desconocidos en un ascensor. Mejor ir sólo, y ahí entra el susodicho botón de las flechas “padentro”.

El colmo ha sido descubrir que, en algunos casos, los botones, como los de los semáforos, no hacen nada de nada: son “botones placebo“. El colmo, vamos. No nos vamos a poder quitar de encima la sonrisa con la mal disimulada sensación de molestia y el consecuente “¿A qué piso va?”. Pero oigan, a veces un “pafuera” viene muy bien.

Vamos a intentarlo. :)

 


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