Revista Opinión

¿A quién quiero que votes en las elecciones europeas del 2014?

Publicado el 23 mayo 2014 por Liberal

Señores, estimados lectores: Solo faltan 2 días para celebrar las elecciones al Parlamento Europeo. No cometan ustedes el error de pensar que no importan, que puedes dejarle el voto a otros. No puedes. Hay mucho en juego. Al igual que en las elecciones generales, el domingo será también sobre el futuro de España.

Con todo lo que está pasando en el viejo continente y cómo la crisis sigue azotando a los países del sur, los nuestros, el domingo necesito que votéis por el partido que más pueda defender las ideas liberales, pero moderadas y realistas, que aquí defiendo. Quiero que votes por una Europa de la nuestra, hecha a nuestra medida y no a la medida de Merkel y los intereses alemanes. Una Europa que refleje el mismo espíritu democrático que tanto costó forjar en una España recuperándose de una terrible, horrible, dictadura fascista y católica. Una Europa que pueda reflejar nuestra visión de futuro para España:

-menos impuestos cuando se pueda

-libertad individual en el comercio dentro de un marco legal de regulaciones

-menos poderes al Estado en materia de libertades básicas

-más empleos

-y, especialmente, la libertad para vivir tu vida dentro de la ley como TÚ quieres y no como otros te dicten – sean nacionalistas, sean curas, sea el Papa de Roma o algún imán moro (o de donde sea) confundido, que confunde el Corán con la ley en un país de leyes democráticas y constitucionalismo liberal.

El papel de España en Europa

Mientras tanto, antes de decir qué partido me parece el más correcto para esta especial circunstancia, déjame decirte o recordarte qué es lo que defiendo en estas elecciones:

Creo que por ahora, tendremos Europa durante mucho tiempo y España no va a salir de Europa. Siendo así, tenemos que garantizar que por lo menos a nivel europeo, España sea respetada y consiga éxitos para nuestros intereses. O sea, algo muy distinto a lo que ha hecho el PP y el PSOE en Europa por España, que no ha sido otra cosa que prostituirse ante las directrices de una cerda en Berlin que se llama Angela Merkel, yendo totalmente en contra de la democracia y los intereses de los ciudadanos españoles.

Sí, yo sé que hay mucho pepero leyéndome que se va a escandalizar porque esperaban que yo pidiera el voto al PP. ¡Ja! ¡Qué chiste! Tengo dignidad y no perdono a los que mienten. Yo no nací para ser un esclavo y mis libertades como ciudadano son sagradas como para votar a un partido que opta por pisotear nuestra libertad con el pretexto europeista.

Nuestros vínculos con Europa han sido un factor dominante en nuestra historia, por otra parte. No solamente por cuestiones geográficas, sino también culturales. Los ideales antiguos de las libertades, los fueros, el trato humano a los indígenas en las Américas por parte de no pocos escritores e incluso la Corona, el arte de nuestro Museo del Prado (entre otros muchos museos), la Escuela de Derecho en Salamanca, algunas de las ciencias – todo esto son ejemplos de una civilización que no solo lideró el mundo durante siglos y atemorizó a toda Europa, sino que además sigue teniendo una influencia cultural en las Américas que es más fuerte que la cultura inglesa, especialmente en materia de idioma. El destino de España debe estar en las Américas y en Europa, y una España fuerte en Europa beneficia a todos. Especialmente a Europa, con todo el potencial que podría tener España si no fuera por esos cretinos que sufre de políticos.

Pero hay que plantar cara – los españoles no se unieron a la idea europeísta para ser tragados por un tinglado burócrata, donde no paran de decir estupideces como “euro-esto” o “euro-aquello” y olvídate de ser español, o inglés, o un gabacho, o un italiano, o un griego.

Que no te quepa la menor duda – a pesar de mis duras críticas a España (precisamente porque quiero a mi país y le deseo lo mejor aunque me enfada constantemente y me defrauda), somos españoles y a mucha honra. No todas nuestras tradiciones son buenas, pero tampoco tenemos que aprender lecciones de nadie en cuestiones vitales. Pese a los oscuros de nuestra historia, también estoy orgulloso de sus puntos positivos – estoy orgulloso de las hazañas españolas en el mundo occidental cuando se precisaba, orgulloso de nuestro arte, de nuestras regiones tan variadas, de nuestros distintos idiomas y distintos orígenes raciales variados en la peninsula, desde los vigorosos laboriosos catalanes y valencianos parecidos a los “provençals” de la Francia en temperamento duro (algo bueno tuvo que dar Francia), a los graciosos andaluces con su chispa característica y alegría oriental a los austeros y severos, secos castellanos y nuestros gallegos reservados pero honestos y muy de su tierra.

En definitiva, soy unionista. También tengo mis principios y por eso me resulta imposible apoyar al PP en estas elecciones. Veamos, yo no me creo moralmente mejor que nadie, pero debes entender desde qué base parto. Yo siempre fui criado en un entorno cristiano, soy presbiteriano y tengo un clarísimo sentido de los principios que defiendo. La idea de votar a un partido que me ha mentido, que ha hecho tanto daño al liberalismo, sencillamente no casa conmigo. Me crié mamando principios tales como “un trabajo no merece la pena si no lo vas a hacer bien”. “Yo quiero esto, lo tiene el vecino”, “no Alfredo, no, nosotros no estamos situados para tener eso”, “DECIDE TÚ, usa tu cerebro, tén tus propias opiniones y piensa, nunca porque otras personas te digan cómo pensar.” El oportunismo, el bailoteo, el “es lo que hay”, el “¿qué le vamos a hacer”?, la mediocridad…pues no se consideraban aceptables para mi particular fe cristiana protestante y austera centrada en el ahorro, la moderación, la sobriedad, y la productividad dentro de un marco personal de principios morales estrictos.

Hay otros que piensan distinto a mí, desafortunadamente. Sueñan con tener un super-estado europeo dirigido por Bruselas y por funcionarios no elegidos que piensab que saben más que nosotros sobre cómo conducir nuestras vidas. Tienen sus defensores – en el PP y el PSOE español.

Esa no es la vía liberal clásica. Creo que la cooperación activa y voluntaria entre estados independientes soberanos es la mejor manera de construir una comunidad europea con éxito.

Quiero que España trabaje con los otros países europeos en aquellas cosas que España no puede hacer sola. Esto es especialmente relevante en la cuestión comercial. Es verdad que una Europa unida en conceptos de comercio puede hacerle más rente a Asia, y los nuevos movimientos económicos que surgen de los países BRIC.

Pero yo no quiero una Europa que maneje nuestras vidas en todos sus detalles. Nosotros no necesitamos que Europa le diga a España cómo dirigir cosas que sabemos de sobra hacer solos: el Derecho interno, la Constitución de 1978, la sanidad, y las leyes que regulan aspectos de la vida como el tabaco y la propia función de los establecimientos públicos. Estas cosas corresponden a nuestro Congreso.

No tiene nada de malo tener una familia de naciones en Europa, que colaboren en materia de seguridad, comercio y paz mientras se respeten nuestras identidades nacionales, el carácter histórico de cada país y nuestra manera de hacer las cosas.

Lo que voy a decir a continuación posiblemente sorprenderá de forma desagradable a no pocas personas pero eso me da igual porque digo la verdad. Hace un tiempo, me percaté de que Centro Democrático Liberal, una formación que me gustaba bastante, se había integrado en el partido de Albert Rivera, Ciudadanos. Esto me cuesta decirlo porque mi instnto principal siempre ha sido y sigue siendo el bipartidismo, el intentar mejorar las cosas desde dentro. Pero el PP ha traicionado tanto, ha mentido tanto, que sería pecado votarle y propio de un auténtico imbécil apoyar a Cañete para Europa, para representar nuestro país. Necesitamos gente más joven, sangre nueva. Por esto, de manera excepcional, pido el voto para el partido de don Albert Rivera, Ciudadanos.

Vale, ya puedes pinchar la “x” a la derecha superior y retirarme la palabra si así lo precisas, pero yo estoy hablando aquí con adultos, con personas que se han jugado sus puestos de trabajo y su reputación profesional defendiendo la libertad y dando la cara. Si eres de los que se ofenden por esto, probablemente no eres liberal realmente ni un pensador libre.

Ciudadanos no es un partido perfecto. ¿Existe alguno? Hay cosas que no comparto – por ejemplo, en el tema de inmigración, comparto un 70% de lo que defienden, pero me parece que son demasiado optimistas con temas de acceso a la vivienda para inmigrantes. Sin embargo, es notable saber que toman una postura bastante seria coon los inmigrantes ilegales que yo pienso deben ser deportados sin contemplaciones para el caso particular español, porque es muy delicado y porque sigo insistiendo que hay que tener buenas relaciones entre las razas. Un número desorbitado, de forma precipitada, de personas de otras razas y étnias puede desestabilizar el país y crear focos de odio racista. Los españoles son bastante tolerantes dadas las circunstancias, pero en estos momentos tan difíciles muchos inmigrantes no tienen empleo y por eso no pueden continuar en una situación total de ilegalidad.

Sin un control adecuado de la inmigración, sin entrar en demagogia como eso de “la integración” y otras chorradas, España podría estallar. La inmigración es una cuestión que afecta a toda Europa, no solo a España. Es un fenómeno creciente y debemos abordarlo con serenidad, libertad, espíritu democrático pero solidez legal. Si estás en situación ilegal en España, en ausencia de algún proceso legalizador, debes marcharte del país o ser expulsado.

Pero en general, leyendo el programa de Ciudadanos, es bastante sólido y comparto muchísimas cosas en otros ámbitos. Sí, repito, hay cosas que no comparto: no comparto legalizar la prostitución, ni prohibir el burka para las moras o musulmanas radicales, ni comparto sus políticas sobre la legalización de las drogas. De hecho, pienso a nivel personal que legalizar cualquier droga actualmente ilegal sería una gran tragedia terrible y sin precedentes en España. Sin embargo, apoyo la eutanasia que ellos defienden y el derecho al aborto.

Sí creo en el voto útil, en el voto pragmático si se trata de Europa. Tenemos que elegir el partido que mas se asemeje a nuestras ideas fuerza y para mí en estos momentos, ese partido se llama Ciutadans (Ciudadanos). Como dice nuestro amigo Pedro: “Personalmente lo considero una opción muy razonable para un ex votante del PP que sea moderado y esté decepcionado con la acción de este gobierno.” Eso resume perfectamente mi actitud ante esta cuestión.


¿A quién quiero que votes en las elecciones europeas del 2014?

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