Este apicultor francés se medica desde muy pequeño con cannabis y se define como un apasionado por la naturaleza y por el entrenamiento de todo tipo de animales.
Ambas circunstancias han contribuido a que lleve varios años investigando sobre cómo aunar las propiedades de la planta y de los insectos a los que dedica su vida.Su resultado se llama 'cannahoney', un delicioso néctar que no ha dejado indiferente a nadie y que tiene que hacer frente a las restrictivas leyes de su país.VISITA ESTE SITIO. FOMENTA EL CONSUMO DE MIEL Y DIFUNDE LA ACTIVIDAD APÍCOLA.