Abraham Cruzvillegas. Empty Lot. Una obra descomunal en un espacio único

El mexicano Abraham Cruzvillegas (1968 Mexico DF) ha sido el elegido este año para intervenir la espectacular Sala de Turbinas de la Tate Modern londinense. Un espacio espectacular no sólo por sus dimensiones, descomunales, sino por la visibilidad que da al artista que trabaja en ella por ser la entrada de uno de los museos de arte del mundo con mayor afluencia de público.

La noche de la inauguración, me fui rumbo a verla, y después de un atasco locos reconozco que al llegar y verla me cambió el humor porque es francamente increíble lo que allí ha hecho.

Cruzvillegas es conocido por sus esculturas hechas con materiales y objetos que encuentra, trabajando siempre sobre el terreno y utilizando lo local.

Para la Sala de Turbinas se ha inspirado en la ciudad de México, que sin un plan urbanístico definido, crece con la llegada de gente rural que ocupa el primer lugar que encuentra donde construye con cualquier cosa. Así, ha realizado dos estructuras gigantes de madera que salen desde la pasarela central en forma de triángulo a ambos lados. En ellas, ha plantado tierra que ha recogido en parques y jardines de diferentes áreas de Londres (Desde Green Park hasta otros menos conocidos) con las semillas, restos o cualquier cosa que tuvieran.

Regularmente estos terrenos se van a regar y están iluminados de manera apropiada para que lo que tenga que nacer, crecer o morir en ellos ocurra, de igual modo que hubiera sucedido en su localización primera; un idea brillante, ya que da forma a una obra en constante evolución y que aportará una lectura diferente cada día de la exposición. Una idea también romantica que abraza la esperanza y el deseo por su parte de que todo crezca y florezca, pero todo puede suceder y el estará contento con cualquiera que sea el resultado.

La sensación es francamente espectacular. Cuando entras en el Museo la imagen es bastante desconcertante ya que sólo ves una estructura gigante, que podría parecer un barco, y no entiendes muy bien que sentido tiene. En cambio cuando subes a la pasarela y ves la tierra, las plantas, la estructura todo cambia por el orden que encuentras y la curiosidad por saber que está pasando ahí. ¡Es realmente chula!

Tate Modern, Londres. Hasta el 3 de abril de 2016.